Título: La red de Caronte.
Autora: Gemma Herrero Virto.
Editorial: Autopublicado.
Año: 2014.
Genero: Novela negra, thriller, policíaco.
Páginas: 225 páginas.
ASIN:BOOI4535NM.
Preciuo: 0,89 euros en digital.
Puedes conseguirlo aquí.
Sinopsis:
Los cadáveres brutalmente mutilados de varias adolescentes aparecen abandonados en parajes apartados de Vizcaya. No hay pistas sobre el asesino, nadie sabe nada del misterioso asaltante y lo único que tienen en común todas las víctimas es que son jóvenes solitarias.
La investigación lleva a la joven forense Natalia Egaña y al inspector de homicidios Carlos Vega a descubrir que el asesino contacta con sus víctimas a través de Internet. Usando el sobrenombre de Caronte se acerca poco a poco a ellas, descubre sus secretos más íntimos y las enamora hasta conseguir una cita que será fatal para ellas.
La red de Caronte reúne elementos clásicos de la novela negra, como la investigación policial y la psicología criminal, con las más modernas técnicas de piratería informática en una obra en la que la tensión emocional aumenta con cada nueva aparición de Caronte.Autora:Gemma Herrero Virto (Vizcaya, 1974). Estudio Psicología y un par de Masters aunque fue en una época de de paro forzoso se apuntó a un curso de literatura donde aprendió a sacar las historias que llevaba dentro, a darles forma, a trabajar a sus personajes y en definitiva a darle vida a su creatividad, esa que de pequeña le hacía inventarse cuentos y a ilustrarlas ella misma.Tiene cinco novelas autoeditadas La red de Caronte, Ojo de gato, y la trilogía fantastica Viajes a Eilean y Viaje a Eilean II y Viaje a Eilean III que ha salido a la venta este mismo año.
Las lecturas de novela negra, thriller y similares están en auge y por los tanto no es raro ver que cada vez son más personas las que se atreven con este género. Yo mismo, hasta que cree mi blog hace tres años podía contar con los dedos de una mano, los libros que me había leído. Su presencia entre las lecturas y reseñas de lectores y las propuestas que llegan de autores cuentan con buen porcentaje asesinatos, misterio y tramas conspiratorias. Libro a libro tengo que rendirme a la evidencia de que cuando aparece una historia sugerente es difícil negarse a un caramelito como el de la novela negra.
Hace ya algún tiempo Gemma Herrero me presento su libro, le note tanta seguridad en sus palabras y su argumento era tan atractivo que no lo dude. Con un título enigmático y acertado en su elección, no pude negarme, tenía curiosidad por conocer el resultado de un trabajo donde se intuía una trama ambiciosa.En su primer capítulo la autora nos presenta el escenario de un macabro crimen en un paraje aislado. Esto servirá para introducir en escena algunos de los protagonistas que nos acompañaran a lo largo de la novela. Un buen prologo que nos dará ganas de saber más sobre quién es ese macabro personaje que asesina a chicas jóvenes y las deja mutiladas en lugares aislados y algo fundamental el por qué lo hace, cuales son los motivos que le lleva a cometer semejantes actos.
Nos encontramos en Vizcaya, tal vez finales de los años 90, y digo tal vez porque aunque no queda muy claro, la pista nos la dará la tecnología informática que nuestros personajes utilizan, una historia en un escenario contemporáneo pero a la vez antiguo para muchos hoy en día, sumergirse en La red de Caronte es volver a oír hablar de diskettes, de chats, programas informáticos que hoy ya están pasados de moda y telefonía móvil de última generación. Uno emprende estos pasajes con cierta nostalgia pero a la vez, echa en falta unos recursos que se han ido metiendo en nuestra vida y que hasta hace poco no contábamos y podíamos vivir sin ellos.
La novela cuenta con un lenguaje muy visual, rico en detalles sin llegar a aburrir o hacer lento el desarrollo y su lectura. A l contrario, posee un comienzo adictivo, que te sumerge en una historia donde Gemma Navarro va sembrando de pistas el escenario, facilitando información poco a poco que si bien no resuelve el misterio da las herramientas necesarias para que el lector vaya planteando en su cabeza sus propias hipótesis. Un gran acierto de la autora, dar leña para que la hoguera no se apague y el interés no decaiga, todo lo contrario, a cada página que leemos, el lector se queda con ganas de más y es de esos libros que te tientan a leer otro capítulo más cuando ya ibas a hacer una pausa.
Con tintes de serie por el recorrido de la historia con continuos momentos de tensión y repuntes en busca de aumentar el interés del lector, Gemma nos sorprende con frases magistrales a lo largo de la novela, una prosa que destaca por su calidad, su estilo sencillos pero bien trabajado en la narración y por la construcción de unos personajes interesantes y que calan fácilmente en el publico.
Cuatro pueden decirse que son los personajes en torno a los que gira la historia, Natalia Egaña forense de la Ertzaintza, una mujer que lucha constantemente contra sus sentimientos y que en algunos momentos me pareció que entraba en la historia con calzador pero una vez dentro me encanto seguirla, conocer sus pensamientos y toda la tormenta de sentimientos que en todo momento descarga sobre las páginas de la novela, un personaje sin lugar a dudas muy interesante. Carlos Vega, inspector y compañero en la comisaria de Natalia, un tipo duro de los que sabemos que en el fondo se deja querer y que el muro que levanta alrededor de los demás caerá si picamos un poco en él. Agustín Guevara será el nexo de unión de nuestros dos personajes principales, sobre todo a sus conocimientos informáticos. Finalmente el cuarto personaje será la persona tras cuyos pasos va la policía y que a lo largo de la novela irá dando muestras de su carácter y aportando pensamientos, frases y situaciones que harán que nuestras mentes estén en continuo trabajo leyendo e intentando poner en pie quien puede ser.
Un pero a esos personajes tal vez sea la tensión inicial entre la forense y los inspectores, algo forzado para unas personas que se conocen por primera vez y que me sorprendió y no conseguía comprender dicha reacción. Del mismo modo ciertas reacciones o comportamientos se les veían forzados, no sé si buscando la tensión o fruto del momento de tensión pero que yo los veía ilógicos. Son detalles que no empañan una historia que gana en su conjunto por lo interesante y lo adictiva que se hace.
Un gran trabajo de Gemma Navarro, con una historia bien trenzada, que no pierde interés a lo largo de sus páginas, mostrándonos un trasfondo tan real como el peligro de las relaciones a través de internet y la soledad, una soledad que te lleva a buscar en la redes de un mundo virtual un salvavidas que puede conllevar un gran peligro en la realidad.