Revista Cine
Basada en la novela The Accidental Billionaires de Ben Mezrich, la nueva película de David Fincher narra el nacimiento de Facebook en el año 2003, su posterior desarrollo y los distintos conflictos que generó entre sus creadores.
En mi humilde opinión, La red social es una película perfecta y compleja que funciona en todos los niveles, empezando por el guión, pilar que sostiene el conjunto de la obra. Escrito por Aaron Sorkin (guionista de Algunos hombres buenos y la serie El ala oeste de la Casa Blanca), dramatiza los hechos reales concernientes a Mark Zuckerberg y su entorno y nos presenta una envolvente tragedia repleta de amistad, ambición, traición y poder al mismo tiempo que refleja la complicada situación actual que plantean las redes sociales (como anuncia uno de los personajes, la vida pública ahora se realizará en Internet) y el sistema de las universidades estadounidenses (ya bastaba de comedias de instituto), resultando una trama fascinante que no decae en ningún momento en la que se perciben ecos de las emblemáticas Ciudadano Kane y El Padrino.
Fincher se atreve con una dirección arriesgada, con continuos saltos narrativos que aportan distintos puntos de vista, permitiendo que seamos los espectadores quienes juzguemos a los personajes. Además, con La red social adopta un estilo más tradicional al no ser tan pronunciada la influencia del videoclip, como ya hizo en El curioso caso de Benjamin Button. También están presenten los rasgos característicos de sus obras: la fotografía de tonos oscuros, la inquietante banda sonora o los efectos especiales perfectamente integrados en la historia; como prueba la recreación digital de los gemelos, interpretados los dos por el mismo actor.
David Fincher demuestra una vez más su habilidad para dirigir actores, siendo capaz de que todos den lo mejor de sí mismos; desde Rooney Mara y Justin Timberlake en sus breves intervenciones a Andrew Garfield, más que convincente como el sufrido Eduardo Saverin. Sin embargo, el que merece especial atención es Jesse Eisenberg (protagonista de la divertida Zombieland), quien construye al neurótico, frío y ambicioso Mark Zuckerberg de un modo formidable. Gracias a su labor, Zuckerberg se alza como personaje de doble moral y excéntricas manías evolucionando a lo largo de todo el metraje hasta la asombrosa escena final, en la que, a pesar de haber ganado millones, Mark ha perdido todo cual Michael Corleone y se refugia en su Xanadú particular en busca de su Rosebud personal.
Sin duda alguna uno de los títulos del año, La red social es una película brillante tanto en su ejecución como en su planteamiento y desarrollo, que se sirve de una historia universal acerca de las ansias de poder para retratar las situación social actual. Imperdible.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 18 octubre a las 22:47
Gracias por esta gran entrada informativa, realmente estoy ansiosa por ver la película!