Revista Cine

LA RED SOCIAL - El timo de la estampita

Publicado el 25 abril 2011 por Loscriticones
LA RED SOCIAL - El timo de la estampita

Tengo muy oído que La red social "está bien". Lo dice gente con cara de seriedad, intentando transmitir que la película, digamos, no es lo que parece. Incluso le han dado Oscars y eso. Rebusco en internet y me asfixian las sesudas hagiografías del guionista, de los actores, de todo.

Me preocupa ver las cosas tan distintas. Nada de prurito, acojone más bien. Porque yo veo una película fabricada como todas las demás películas para masas de Hollywood, un producto industrial plastificado como todos los demás, como un video musical de Beyoncé, como unas zapatillas Nike, como una Whopper. Te pueden gustar los vídeos de Beyoncé y los Macmenús felices. Es lo normal, en eso consiste que se vendan en todo el planeta. No por elección, eso sí: por imposición. Pero esa es otra película.

La red social es simplemente otro producto idéntico a sí mismo, detrás respira una máquina, no un artista. Se huele a goma quemada.

Entiendo muy bien que mole ver como se hace hipermegamultimillonario un chaval. Esa es precisamente la cosa. De eso se trata exactamente. Eso es lo deseable, en concreto, lo más deseable, lo único deseable. La historia de los chicos listos, las hermandades de Harvard, "la auténtica vida universitaria”, esos chicos tan cool que escriben fórmulas en las ventanas porque las ideas geniales les llueven a chorros entre fiesta y fiesta de la alfakapaguay. Uno se hace rico. Todo me quiere sonar un poco.

El grano gordo de Hollywood cuando hace el de la estampita. El espectador tiene que saber que está ante cosas-de-listos y darse cuenta por sí mismo, los chicos tienen que escribir formulistas de vez en cuando, soltar jerga, como en Expediente X o en Urgencias... pero sobre todo, la secuencia de arranque de la que había oído hablar en términos elogiosos. Dos muchachos parecen hablar tan rápido y agudamente, de puro listo, que no se les entiende. ¡Guau! grita la muchachada. No se les entiende porque es un diálogo absurdo, falso. Hollywood es el cine que en vez de poner un dialogo agudo lo imita, hace un fake de todo, un trampantojo. En lugar de inteligencia que parezca inteligencia, que parezca una hamburguesa de carne de ternera y verduras chorreantes de rocío. Que parezca que no es un héroe, que es humano, que es egocéntrico y complejo, aunque sea un personaje (protagonista encima) más plano que una mesa.

Que sienta el personal que no es el discurso de siempre, de toda la vida de Dios, del hombre hecho a sí mismo, de una vida/una obra, del todo-es-posible-en-América (y sobre todo forrarse), aunque se trate exactamente de eso. Que vean que nos hemos renovado, que estamos a la última aquí en Los Angeles, que parezca que no vendemos un héroe porque Mark Zukerberg parece un tipo gris y traicionero. Por esto salen de la sala muchos diciendo que han visto algo distinto y resulta que nos vuelven a colocar la cocacola, exactamente eso es lo que cuenta, exactamente lo mismo de siempre. Por eso es el de la estampita, porque a Hollywood le gusta que el espectador sienta un cierto comezón de haberse rodeado de inteligencia, de estar a la altura.

Y te vuelves a casa con estampitas. Otra vez.

Si lo guay es la historia, los chicos listos con ordenatas… incluso patriotas y espías, recomendación para la Paramount: ¿que tal una del soldado Manning?

No se parecería tanto al video de Beyoncé.

ARM


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