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VERANEANTES - El cuadrilátero de la vida

Publicado el 07 mayo 2011 por Loscriticones
VERANEANTES - El cuadrilátero de la vidaLos veraneantes entran en el cuadrilátero, para dar y recibir, algunos reciben, otros dan, y otros golpean y encajan. Sólo faltan los guantes de boxeo. Es la vida, una lucha. No con puñetazos, claro, o, al menos, sólo excepcionalmente, somos seres civilizados (?), sino con palabras, con mala baba, incluso con buenas intenciones, a veces. Pim, pam, pum, golpes, golpes, y el verano transcurre entre fiestas, siestas, canciones del verano, hastío, cubatas, playa y, al final, tormentas.
Veraneantes me ha recordado en muchos momentos a esas películas de Rohmer en las que un grupo de gente corriente pasa un periodo de tiempo en compañía mutua y parece que no pasa nada, como si el tedio estival detuviera el mundo. Pero no. El alma humana no se puede detener, su actividad prosigue a pesar de los vanos intentos de las personas que tratan de impedirlo, que desean que su alma entre en estado de coma y recurren a las drogas, al alcohol, a la homeopatía, a remedios espirituales, a un continuo entrenamiento durante años, a tomarse todo a broma... No hay escapatoria. El mundo gira, el verano pasa y el alma persiste. No reconocerlo tal vez sea uno de los mayores errores de la humanidad.
Dentro de un elenco de tan alto nivel, Israel Elejalde es capaz de destacar. Impresiona, más bien. El resto, con un par de excepciones (¿para qué señalarlas dentro de un nivel general tan alto?) , ofrecen buenas interpretaciones. También la puesta en escena, la estructura y el ritmo de la obra funcionan. El director, Miguel del Arco, ha hecho un meritorio trabajo.
Pero, ay, al final, la obra se alarga innecesariamente. Después de dos horas en las que se ha sabido explicar, y además perfectamente encajado en la trama argumental, de forma sutil y con momentos de humor, lo que piensa cada personaje, lo que sienten, en fin, sus conflictos internos y externos, se termina con algunos discursos largos, demasiado expositivos y totalmente innecesarios. Se perdonan después de lo disfrutado hasta entonces, pero impiden que Veraneantes sea un montaje redondo.
En todo caso, visto el panorama actual, una obra muy recomendable.
FRANK
Información sobre la obra aquí.

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