La America’s Cup Barcelona ya ha levado anclas. Pero no solo se puede disfrutar en el mar. El Eix Comercial del Raval propone “una regata gastronómica” por los establecimientos gastronómicos y culinarios del barrio más auténtico de Barcelona. Una “regata suculenta y cosmopolita” de mesa en mesa.
El barrio más cosmopolita
Y es que, si hay un barrio en Barcelona con más culturas y más riqueza sociocultural, este es el Raval. Así que catar cocinas del mundo está al alcance de todos. Restaurantes de cocina asiática, kurda, italiana o griega, sin olvidar, la cocina catalana, la española y la de fusión. En las calles de este barrio de Ciutat Vella se esconden locales con carácter y autenticidad para comernos el mundo en unos bocados.
De hecho, el Eix Comercial del Raval recuerda que en el barrio se hablan más de 200 idiomas maternos, lo que se traduce en un vecindario y una oferta comercial y gastronómica absolutamente cosmopolita. Son establecimientos regentados por familias y pequeños empresarios emprendedores que mantienen el barrio alejado de las grandes multinacionales y las franquicias clónicas de comida. Por eso, “en el Raval, todavía se puede comer en locales 100% auténticos”.
Desde bocadillos marroquís a cocina kurda
Platos de cocina de Oriente Medio.La Rambla del Raval, de hecho, se ha convertido en una de las calles más internacionales. Sin salir de la calle podemos zampar, por ejemplo, uno de los mejores bocadillos marroquíes de la ciudad (y de todo Cataluña). En El Atlas (Rambla del Raval, 30), Hatchim y Youssef han conseguido traer desde su Tetuán materno, una manera rápida e informal de comer auténticos platos marroquíes. Eso sí, siempre al gusto del cliente, porque son sus clientes los que eligen al momento el relleno de cada bocadillo.
Y para los que prefieren algo aún más genuino y catar comida kurda, Narin (C/Tallers, 80). El local, regentado por Gani Mirzo y su primo Aziz, procedentes del Kurdistán sirio, ya se ha convertido en toda una “institución” en el barrio para la comunidad árabe que añora los auténticos sabores del Oriente Medio.
Made in USA
Puerta de entrada de La Informal, en Rambla del Raval, 32-34.Dicen que a los EEUU no hay un plato nacional, pero siempre que se piensa en comida norteamericana hay dos platos que nunca faltan, uno de ellos, el pollo frito. En Dr. Beer & Mr. Fried(C/ Riera Alta, 33) no solo elaboran uno de los mejores de la ciudad, también, ofrecen auténtica cocina Cajún, típica del sur de los EEUU. Sabores intensos, pollo especiado, marinado y rebozado con cereales… El resultado, un pollo crujiente y muy jugoso por dentro, al más puro estilo Cajún.
Y para los que prefieren el bocado más universal de los USA, las mejores hamburguesas las ofrece La Informal (Rambla del Raval, 32-34). El local, abierto en 1983, permanece en las manos de la misma familia, a pesar de que aquel bar “del barrio Chino” ha evolucionado, ¡y mucho! “La barra de nuestro negocio familiar se llenaba con carajillos y bocadillos de lomo, para seguir con lo quinto con tapas del mediodía y cerrar la noche con cubatas acompañados de hamburguesas”, recuerdan los propietarios. Ahora son las burgers las reinas de la carta, porque es “un plato integrador de muchas diferentes culturas”.
Especias de la India y toques asiáticos
Sabores hindús, en Maharajá Restaurant, en Rambla del Raval, 14.Para viajar hasta la India con el paladar, uno de los clásicos del barrio, abierto desde 2001: el Maharajá Restaurant (Rambla del Raval, 14). Mohinder sirve algunos de los platos más tradicionales de la cocina hindú elaborados con especias, hierbas aromáticas, ingredientes exóticos… Un local “auténtico” donde dejarse seducir por los sabores más exóticos.
Y para los amantes del ramen y los platos con toques asiáticos, imprescindible la Madame (C/Robador, 22). Allí elaboran cocina casera, 100% casera y hecha en el restaurante, desde las gyozas, al pan bao. El local nos regala, además, un ambiente muy agradable con un punto exótico perfecto para comidas informales, o una cena en pareja.
Navegando por el Mediterráneo
Si se prefiere una regata más mediterránea, no faltan opciones. En Radici (Rambla del Arrabal, 3), Umberto Negro propone disfrutar del sabor de Italia, en un local moderno, elegante y diáfano. Un ambiente ideal para probar elaboraciones tradicionales italianas cocinadas con productos frescos como por ejemplo la parmigiana, la pizza burrata, la porchetta de Aricciao o la pasta hecha a mano en el restaurante.
Arroz negro del Bacaro, una tasca veneciana en C/Jerusalén, 6, junto a la Boqueria.Otra deliciosa opción es Bacaro (C. Jerusalén, 6), una tasca veneciana a dos pasos de la Boqueria. Su privilegiada ubicación hace que sus platos estén elaborados con productos frescos y de mercado, como no podía ser menos. Sardinas ‘in saor’ un escabeche un pelín dulce o los Popets ‘alla Luciana’ son algunos de los platos que ofrece el chef Marco Lecis.
Salsa tzatziki del Magraner Boig, en C/Robador, 18.Y si lo que buscamos es comer cocina griega auténtica, el Magraner Boig (C/Robador, 18). Desde julio de 2015 este local ofrece cocina griega tradicional evitando los estereotipos gastronómicos y estéticos, y siendo fiel a las tascas de los barrios de Atenas o Thessaloniki. Auténtica comida griega, música tradicional, y ouzo, una fórmula, sin duda, muy recomendable.
Sin salir de aquí…
Entrada del Palo Santo, en Rambla del Raval, 26.
Finalmente, para los que quieren “navegar” por las tapas de sabores reconocibles, el Palo Santo (Rambla del Raval, 26) ofrece tapas de las de toda la vida, pero con una mirada actual y moderna: bravas, anchoas del cantábrico, pimientos del padrón, tabla de quesos, huevos rotos y pan con tomate.
Bares y restaurantes que “nos invitan” a hacer una “regata” culinaria cosmopolita, prácticamente, sin salir de la Rambla del Raval. Locales puestos en marcha por emprendedores o por sagas familiares que mantienen vivo el comercio local y de barrio. Y es que, tal como recuerdan desde el Eix Comercial del Raval, “en el barrio, los bares y establecimientos ‘hacen barrio’, dan vida y diversidad, porque todos los locales son únicos, con personalidad, no tenemos franquicias ni multinacionales. Somos un barrio donde apostamos por la autenticidad”.