La regla de plata y la regla de oro

Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.

Dicen que esa es la regla de plata. Aunque mí me parece más bien de la patata. Bastante pobre, vamos. No soy el único, por eso existe la regla de oro:

No trates a los demás como te gustaría que te tratasen a ti.

Mejor, pero insuficiente. Solo quienes saben vender, me refiero a quienes venden cuantías indecentes, son conscientes de que existe una norma muy superior a esas dos. Yo la llamo la regla de bitcoin, por ser la más rentable de todas:

Trata a los demás como les gusta que les traten a ellos.

Todo lo demás, mamandurrias.

En el newsletter expondré cuáles son las 3 conversaciones mentales universales.

TRES ruidos de fondo con los que cada fulano, tú incluido, ha convivido desde el día que puso pie en este planeta.

Y por si eso no fuera suficiente, también contaré qué palabras debes decir para calmar ese barullo mental gracias a tu producto o servicio.

Y entonces dirás, Me cago en la puta, ahora entiendo porque a este gilipollas le va bien, y porque me entran ganas de comprar cuando leo sus correos.

Es más, tomarás notas. Esto te lo garantizo. Que cuando llegue a ese momento, en el que revelo las 3 conversaciones mentales, sacarás papel y boli porque dirás: hiiiiijooooodeeeepuuuutaaaa.

Y te quedarás mirando el papel. Y dirás: ¿Cómo no lo había visto antes? Y volverás a decir: Hiiiiijjjoooodeeeepuuutaaaa.

Y lo que ocurrirá a continuación no puedo asegurarlo, pero me temo que te arrepentirás de no haberte apuntado antes.

Pero te olvidarás al poco, y te olvidarás porque las conversaciones con tus clientes no volverán a ser las mismas.

Porque ahora encontrarán en ti lo que buscan y no se la querrán jugar a perderte.

Todo eso es lo que les pasará a los que se apunten.

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