Revista Cultura y Ocio

La Reina de las Nieves, de Carmen Martín Gaite

Publicado el 01 febrero 2012 por Goizeder Lamariano Martín
La Reina de las Nieves, de Carmen Martín GaiteTítulo: La Reina de las Nieves Autora: Carmen Martín Gaite Editorial: Anagrama Año de publicación: 1994Páginas: 331ISBN: 8433909738
Este es ya el quinto libro que leo de Carmen Martín Gaite después de Nubosidad variable, Irse de casa, Entre visillos y Lo raro es vivir. Y estoy segura de que es, con diferencia, el que menos me ha gustado de todos. Pero también estoy igual de segura de que la culpa no ha sido del libro, sino mía, completamente mía. O mejor dicho, de las circunstancias y del momento elegido para leerlo. Cada vez estoy más convencida de que cada libro, cada historia, tiene su momento, y desde luego este no era el momento de este libro.
La semana que he elegido para leerlo ha sido una semana intensa, complicada, larga, una semana en la que me he sentido como en una montaña rusa: con una amiga pasando unos días en casa, otro amigo pasando unos días en Madrid, con comidas, con cenas, con salidas nocturnas, con visitas a exposiciones y, sobre todo, con problemas en el trabajo, no he encontrado en ningún momento la tranquilidad y la paz que necesitaba para concentrarme en el libro. Y al final me ha pasado factura. Solo he logrado meterme en la historia durante las últimas páginas, al final del libro, un final que me ha gustado mucho, que me ha sorprendido. Pero, por desgracia, ya era demasiado tarde. Tarde para todo. Para disfrutar, para sentirme atrapada, fascinada, hipnotizada y, sobre todo, tarde para comprender a Leonardo Villalba.
El protagonista de esta historia es el joven Leonardo Villalba, al que conocemos durante sus últimos días en prisión. Cuando sale de la cárcel está perdido, desorientado, agotado. Harto de todo y de todos. De no saber quién es o qué quiere. De no conocer el mundo que le rodea. De sentir miedo y vértigo. De confundir la realidad con la ficción, con los sueños, con las pesadillas, con los fantasmas. Harto de confundir el presente con el pasado y de no conocer el pasado todo lo bien que a él le gustaría.
Sobre todo el pasado de su familia. Porque para él su pasado, la historia de su familia, se reduce a los días que pasó con su abuela Inés, quien continuamente le contaba cuentos, acertijos, refranes y, sobre todo, se reduce al cuento de Andersen La Reina de las Nieves. Su pasado es el Juego de la Razón Fría y, ante todo, un escenario, la Quinta Blanca, la casa que su familia posee en un pueblo del norte de España.
Una mansión situada junto a unos acantilados, junto a un faro, junto al mar. Y será ese escenario el que Leonardo evoque una y otra vez mientras intenta encontrar un punto de referencia e intenta poner orden en su vida, en la de ahora, en la actual, en la del presente.
Pero le resulta imposible huir de sus padres muertos, de sus fantasmas, que le hablan continuamente, del fantasma de su abuela, de sus cuentos, sus acertijos y sus adivinanzas. Y mientras intenta huir se enreda cada vez más en sus propios acertijos, escondidos en los bares, en los desconocidos que llenan la noche de Madrid.
Cada vez más confuso, sintiendo más vértigo, cada vez más paralizado por el miedo, Leonardo comienza a añorar, a desear, a necesitar todo aquello que no supo valorar en el pasado. Su infancia, sus padres, su abuela, la Quinta Blanca, el cuento de Andersen. Como Kay, el protagonista del cuento, a quien secuestra la Reina de las Nieves, necesita una Gerda que le rescate, que le haga estar vivo otra vez. Que le haga saber quién es, de dónde viene y, sobre todo, a dónde quiere ir.
Un libro que sé que tengo que leer en otro momento, porque sé que me va a gustar. Por la historia que cuenta y, especialmente, por cómo la cuenta, como si fuese una parábola moderna y contemporánea, con una prosa cuidada y bella, con la intensidad, la fuerza y la pasión de los acantilados, pero también con la dulzura, el calor y la ternura de un hogar como la Quinta Blanca, un hogar lleno de recuerdos, de infancia, de cuentos.
Leonardo se encuentra en medio de un túnel, un túnel lleno de valentía, adulterio, ausencia, relaciones, literatura y escritura. Un túnel que nos habla de memoria, de no rendirse nunca, de luchar, de recuerdos, porque nuestra memoria, conocer nuestros recuerdos, valorar nuestro pasado es la única forma que tenemos de salir de la oscuridad de ese túnel, de derretir el hielo que cubre el olvido y de enfrentarnos a la Reina de las Nieves.

Volver a la Portada de Logo Paperblog