Revista Diario

La República Independiente de mi Casa.

Por Negrevernis
¿Cuándo se consigue la verdadera independencia?
  1. Terminas de estudiar -en mi caso. Consigues un trabajo. Tu primer sueldo. Dejas de pedir en casa para aprender que es mucho mejor rascarse el bolsillo propio -al menos así no tienes que rendir cuentas a nadie. Tu Banco te envía la renovación de tu tarjeta de crédito: has entrado en la madurez económica.

  2. Logras tener tu propia casa. Te esclavizas al Banco de turno por el módico precio de un tercio de tu vida, o a tu casero. Ya puedes poner las cucharas y los vasos donde quieras, y recoger -o no- las migas del mantel, allá tú, sin temor a que alguien te recrimine tu ignorancia doméstica en lo que a ubicación de enseres se refiere.

  3. Han pasado unos meses desde que pones el pie en tu actual casa. Recibes la visita -sorpresa- de tu padre, que echa un vistazo al agujerillo en el que vives -tu suegro, seguramente, abrió la nevera sin más-, y te espeta: "¿Ya sabes dónde están las cosas en tu cocina?". Hombre...

  4. Transcurre tu vida con calma y más o menos sosiego. De vez en cuando necesitas hacer algún recado o compra gorda para casa; no importa, porque existe internet y se puede hacer ya de todo sin salir del hogar. Pero... Niña Pequeña hierve de fiebre de madrugada -por ejemplo-, o al día siguiente truena y el diluvio cae de nuevo sobre la Tierra, o la farmacia está urgentemente de guardia a una hora de camino de tu casa. Es decir: no has logrado tu independencia porque ahora, de pronto, uno y uno suman dos y necesitas ese coche que no se te ha ocurrido nunca tener. Un amigo, un vecino, el padrino o alguien de tu familia -incluso aquel que logró renovarse el carnet de conducir sin que le hicieran las pruebas físicas mínimas- te cede su tiempo y te lleva y te trae, en plan Mrs. Daisy.
Así, de pronto, nos hemos dado cuenta en casa de que nuestra soñada independencia no es tal. Necesitamos un coche, básicamente porque no he salido de casa de mis padres para que, desde la ¿distancia? me controlen lo que tengo o no tengo que hacer o dónde ir y cómo. Y es que la independencia será eso de ganar tu dinero, vivir en tu casa o no dar explicaciones, pero, si no tienes coche, como me dijo una vez mi amigo Nacho, es como seguir viviendo con los padres.
La República Independiente de mi Casa.

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