Si hubiésemos estado esperando que, ante una ceremonia anodina, las sorpresas a la hora de conceder los premios fuesen a animar un tanto el cotarro, nuestro gozo se habría quedado en un profundo y oscuro pozo. Lo cierto es que todo transcurrió por la senda de lo previsible, por lo menos de lo que tenía en mente este que escribe. Resultaba relativamente sencillo pronosticar los resultados casi exactos. La única variación se produjo en la categoría de mejor actor, en la que se pensaba en un triunfo del veterano Michael Keaton, a pesar de que el resto de galardones de la prensa y los BAFTA habían coronado a un Eddie Redmayne que finalmente se hizo con el galardón.
Michael Keaton guarda su discurso. Foto: Esmitv.com
Recientemente ha aparecido un vídeo en el que se observa a Keaton guardar un papel en el bolsillo mientras Redmayne subía al escenario. Se trataba, probablemente, de su discurso en caso de resultar ganador. Lo cierto es que el premio se encontraba entre ellos dos y cualquiera hubiese sido un justo oscarizado. De todos modos no se apreció en Keaton ningún mal gesto, ni ninguna mala cara.
La Academia, cuando le es posible, suele repartir los galardones de tal manera que las películas que han resultado del agrado de sus miembros no se vayan de vacío. En esta ocasión las ocho candidatas a mejor película probaron su trocito del pastel. Y hay que decir que de forma justa. Se podría discutir si el guión adaptado habría podido recaer en Whiplash en lugar de en Descifrando enigma: The imitation game, a pesar de lo cual, se trata de un resultado que quedaba dentro de lo esperado.
Todas las candidatas a mejor película se llevaron su trocito de tarta. Foto: A.M.P.A.S
El óscar de Julianne Moore estaba cantado pero ha sonado a “se lo debíamos desde hace tiempo y ahora tenemos la posibilidad de dárselo”. Un caso parecido al de Al Pacino, que tras ocho ocasiones siendo ignorado fue premiado por una película menor, Esencia de mujer. Después de grandes trabajos Moore ha sido oscarizada por una buena interpretación en una cinta que a duras penas sobrepasa la calificación de telefilme. La vencedora debería haber sido Rosamund Pike, sin olvidar los brillantes trabajos de las otras tres contendientes.
J.K. Simmons, mejor actor de reparto por Whiplash. Foto: Getty Images
Este que escribe se alegra, ante todo, de los tres óscares que se llevó a casa Whiplash, vaticinados en una crítica que se escribió antes incluso de aparecer las nominaciones (aunque fuese publicada después del anuncio de las mismas). De una lógica aplastante: J.K. Simmons, magnífico, y el sonido y, sobre todo, el montaje, ejemplares; para enseñar en las escuelas.
El gran hotel Budapest
De los cuatro que recibió El gran hotel Budapest tan solo había dudas sobre el de mejor banda sonora. Parecía que, ante una eventual derrota de Eddie Redmayne, se podía compensar este hecho con el premio en esta categoría para La teoría del todo. Finalmente los académicos optaron por reconocer a Alexandre Desplat, que ya se había ido de vacío en sus siete comparecencias anteriores.
Ida, mejor película de habla no inglesa
El largometraje doumental Citenzenfour, acerca de la controvertida figura de Edward Snowden, a pesar de todo era el gran favorito y consiguió el galardón en detrimento de La sal de la tierra. En el mismo caso se encontraba la película polaca Ida que dejó con un palmo de narices a Leviatán y Relatos salvajes; los otros contendientes en la categoría internacional.
Big Hero 6
En el capítulo de filme de animación, ante las notables ausencias de cintas realmente potentes como La lego película o El libro de la vida, que sin duda hubiesen merecido encontrarse entre las candidatas y entre la terna de ganadoras, la irregular Big Hero 6 se alzo con el triunfo.
Interstellar
Los académicos no quisieron dejar irse de vacío a un trabajo memorable, a pesar de su complejidad, como Interstellar. Su óscar a los mejores efectos especiales, que lucirá orgullosa en su cartel, tiene el marchamo de querer premiar la trascendencia en la historia del cine por encima de la efervescencia de una segunda parte, interesante pero fugaz, como El amanecer del Planeta de los Simios.
John Legend y Common, compositores de “Glory” de Selama, óscar a la mejor canción. Foto: Getty Images
El francotirador consiguió el reconocimiento al mejor montaje de efectos sonoros, Selma, tras una espectacular interpretación y con todo merecimiento, se hizo con la estatuilla a la mejor canción y Boyhood hubo de contentarse con el galardón a la mejor actriz de reparto, que recogió una reivindicativa Patricia Arquette. Los académicos, con buen criterio, consideraron que había que dar un paso adelante y premiar el riesgo técnico y artístico de Birdman en detrimento de una película sobrevalorada por su peculiar proceso de rodaje, pero totalmente vacía de guión en su parte central, como el trabajo de Richard Linklater.
J.K. Simmons (Whiplash), Patricia Arquette (Boyhood), Julianne Moore (Siempre Alice), Eddie Redmayne (La teoría del todo). Premios de interpretación. Foto: Getty Images
Los Oscar han coronado por segundo año consecutivo a un director mexicano, en este caso a Alejandro González Iñárritu que sucede a Alfonso Cuarón, y a un director de fotografía que repite y comparte nacionalidad; Emanuel Lubezki. Birdman y El gran hotel Budapest con 4 óscares y Whiplash con 3 fueron las grandes vencedoras de la noche.
Birdman, mejor película. Foto: Kevin Winter/Getty Images
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