CÉSAR VIDAL
Eutanasia (III)
En el curso de unos pocos años, la sociedad alemana pasó de repudiar la eutanasia a considerarla una opción aceptable y, no mucho después, se llevó a cabo su legalización y una práctica que excedía con mucho los límites establecidos por la ley. ¿Cuál fue la reacción de las confesiones cristianas frentea ese proceso?
De entrada, debe señalarse que no existió ni una respuesta unida, ni firme, ni imediata. A pesar de todo, el crimen en masa que significaba la eutanasia tuvo su contestación. Hitler –como tendremos ocasión de ver en una entrega posterior- se las había arreglado para poner sordina en la medida de lo posible a las distintas confesiones.
Si en el caso de la iglesia católica, estuvo dispuesto a firmar un concordato con Pío XII que, en teoría, garantizaba la libertad para los católicos del Reich; en el caso de las iglesias evangélicas, creó los denominados ”Deutsche Christen”, un grupo de protestantes que se sentían especialmente cercanos del nacional-socialismo alemán, bien por su vertiente nacionalista, bien por suvertiente socialista.
Puede leer aquí el artículo completo de este escritor, historiador y teólogo de fe protestante titulado La resistencia a la eutanasia masiva