Muchos se han preguntado: ¿Porque los judíos no se rebelaron en los campos de concentración contra sus carceleros de las SS y permitieron que los exterminasen?
La respuesta es más sencilla de lo que parece. Los prisionero judíos se bajaban del tren tras esperar horas o días encerrados en los vagones de ganado antes de pasar por largas y tediosas clasificaciones de aptos y no aptos, antes de pasar a las cámaras de gas. Y la mayoría no sabía lo que les esperaba. Por otro lado los prisioneros carecían de capacidad organizativa ya que hablaban lenguas diferentes, sufrían desnutrición y enfermedades, como el Tifus, y morían. Sobrevivir era un autentico acto de resistencia.
Aún así aparecieron muchos actos de resistencia no armada, como sabotear la industria de guerra alemana. organizar evasiones, sustituir a los médicos de las SS por médicos prisioneros.
Las rebeliones armadas fueron poquísimas. En los campos de Sobibor y Treblinka algunos prisioneros consiguieron robar armas y enfrentarse a sus carceleros nazis. Aunque fueron fusilados, su acción ayudó a que otros tantos consiguieran fugarse. En Auschwitz, cuatro mujeres consiguieron sustraer dinamita y ayudaron a otros prisioneros a volar un crematorio.
En los guetos de Vilna y Bialystock hubo rebeliones, pero la más recordada es la del gueto de Varsovia, entre abril y mayo de 1943, donde unos cientos de judíos se rebelaron contra los alemanes cuando los habitantes del gueto supieron que iban a ser deportados al campo de exterminio de Treblinka. Al final fueron asesinados, cuando los nazis incendiaron todo, casa por casa.
Fuente:
La Información
Biografias y Vidas
Si esto es un hombre de Primo Levy