Revista Arte

La revancha del dibujo

Por Nicola Mariani @nicola_mariani

abril 27, 2014Posted in: Por Nicola Mariani, Review exposiciones

Reseña de la exposición: COLLAGE. Exposición colectiva. Twin Gallery.  San Hermenegildo, 28. Madrid. Hasta el 30 de abril de 2014. Exposición dentro de a3bandas. Comisario: Óscar García García.

Pepe Medina, Pintan bastos 02, 2014. Cortesía: Twin Gallery.

Pepe Medina, Pintan bastos 02, 2014. Cortesía: Twin Gallery.

Desde el principio de la historia el dibujo siempre ha jugado un papel fundamental para satisfacer la necesidad del hombre de expresarse a través de la imagen. En el Prefacio de su célebre libro Las Vidas…, Gorgio Vasari escribía: «Digo, pues, que la escultura y la pintura son realmente hermanas, nacidas de un mismo padre, que es el dibujo». Según la conocida teoría académica del artista-historiador italiano, el dibujo sería el padre de las tres artes mayores: pintura, escultura y arquitectura. En este sentido, el dibujo estaría supeditado a proyectos más nobles, identificándose con el momento inicial del trabajo artístico propiamente dicho, que se hallaría en un nivel superior de la actividad creativa.

Mucho ha llovido desde que Vasari formuló su teoría y es un hecho que en la era contemporánea la importancia del dibujo se suele valorar especialmente en relación con la personalidad del artista, bien con respecto a las obras realizadas posteriormente en otras técnicas o bien como forma expresiva autónoma con especial interés por su carácter íntimo y directo. Quizás sea justo la noción de intimidad, asociada al dibujo como medio expresivo en sí, y no como mero soporte instrumental, uno de los aspectos más interesantes de esta técnica en la actualidad, por su capacidad de comunicación inmediata entre el artista y el espectador.

En los últimos años ha ido creciendo el interés por el dibujo, por parte de la teoría del arte, de la crítica, del público, de las instituciones y del mercado. Sin embargo, definir qué es el dibujo, hoy en día, no es tan sencillo como podría aparecer, puesto que a lo largo del tiempo la definición clásica se ha ido estirando y descomponiendo, en la práctica y en la teoría, hasta abarcar una gran cantidad de tipologías diferentes. Además de tener un fin en sí mismo como técnica autónoma, el dibujo ya ha dejado de ser necesariamente línea y trazo, incluyendo el color y pudiendo ser realizado con materiales y sobre soportes que ya no son el tradicional papel. Asimismo, su característica quizás más original, la bidimensionalidad, se encuentra hoy en día superada en ciertas tipologías de dibujo expandido e instalativo que se desarrollan en las tres dimensiones.

Una muestra bien selecta de artistas interesantes que trabajan hoy el dibujo en España se puede apreciar en la exposición colectiva Collage, en la galería Twin Gallery de Madrid. Comisariada dentro del programa de a3bandas por Óscar García García (entre otras cosas, director de Plataforma de Arte Contemporáneo, PAC), la exposición constituye una panorámica sobre algunas de las maneras más frescas y actuales de entender el dibujo.

El discurso comisarial, claro y sencillo, pone en evidencia las enormes potencialidades artísticas ínsitas en este formato, a través de un diálogo visual entre las obras de seis artistas: Santiago Morilla, Ignacio García Sánchez, Aitor Saraiba, Juan Zamora, Theo Firmo y Pepe Medina. Utilizando un tono ligero y sugerente, la exposición se mueve en una línea sutil en la que caben tanto un guiño a la concepción tradicional del dibujo como boceto, apunte o esbozo como la idea más moderna de dibujo como obra de arte en sí, ya lograda y perfectamente cumplida, en tanto lugar de exploración de las inquietudes estéticas y poéticas subjetivas.

Fuck you, intervención de Santiago Morilla, 2014. Cortesía: TwinGallery

Fuck you, intervención de Santiago Morilla, 2014. Cortesía: Twin Gallery.

Sin pretender ser una muestra exhaustiva y representativa del entero universo del dibujo actual (cosa que por otra parte sería imposible), la exposición tiende a valorizar las especificidades del trabajo de cada uno de los artistas presentados. Al mismo tiempo, logra llevar a cabo una síntesis a modo de canto coral visual que fascina el espectador y es capaz de conectar con su parte más íntima; suscitando sugestiones líricas y reflexiones inesperadas.

El título del exposición, Collage, no hace referencia a la conocida técnica creativa. De hecho, ninguno de los seis artistas la utiliza: todos son dibujos. El collage al que se alude es un collage de tipo simbólico, es decir: corresponde al criterio que se ha seguido para plasmar la exposición. Esta lógica expositiva se encuentra materializada en una obra colectiva titulada Collage (Técnica mixta sobre papel Medidas variables, 2014): un panel de síntesis en el que convergen, hasta confundirse, fragmentos de bocetos, esquemas propedéuticos, descartes y otros apuntes visuales de los seis artistas, que combinados entre sí, concurren a una mega composición colectiva más compleja.

Acercándose a la galería, un dibujo de gran tamaño de Santiago Morilla (Madrid, 1973), realizado site specific en la cornisa externa del espacio expositivo (composición de mosaico de papeles), acoge el espectador a modo de contemporáneo pronaos del Templo de Delfos. En lugar del clásico “conócete a ti mismo”, el artista propone aquí un más polémico y actual “fuck you”. La frase está escrita de manera críptica a través de un hilo elegante y sinuoso que caracteriza el virtuosismo del estilo del artista, y que en este caso entrelaza dos manos dibujadas en blanco y negro sobre fondo gris. Esta obra, a medio camino entre el street art y la ilustración, conecta idealmente con otras piezas de Morilla (de pequeño formato y tema parecido) expuestas en el interior de la sala y realizadas en tinta láser, rotulador permanente y grafito.

Juan Zamora, Ichthys II, 2013.

Juan Zamora, Ichthys II, 2013.

Una auténtica joya es sin duda la pieza instalativa de Juan Zamora (Madrid, 1982) titulada Ichthys II (dibujo y luz proyectada, 21 x 29,7 cm., 2013). A través de una admirable economía de elementos y recursos estéticos, la obra consigue lograr una gran intensidad poética, explorando la compleja relación entre la luz y la sobra, el trazo y el color, la línea y el volumen, la superficie plana del papel y la tridimensionalidad del espacio expositivo.

Por su parte Aitor Saraiba (Talavera de la Reina, 1983) presenta un tríptico de obras Sin título (lápiz sobre papel, 110 x 70 cm., 2014). Estas tres piezas representan la vertiente más espontánea y libre del dibujo, como medio expresivo directo, casi automático. Se trata de tres imágenes de fantasía, dos de ellas acompañadas por textos escritos en lápiz de color rojo, relacionadas con las vivencias de la personalidad del artista, con sus inquietudes, su imaginación, sus deseos, sus miedos etc. Tanto es libre la factura de los dibujos que hasta se conservan como elementos de la composición los arrepentimientos de las frases escritas.

Aitor Saraiba, Sin título Lápiz sobre papel, 2014. Cortesía: Twin Gallery.

Aitor Saraiba, Sin título Lápiz sobre papel, 2014. Cortesía: Twin Gallery.

Las obras de Pepe Medina (Palencia, 1969) y Ignacio García Sánchez (Madrid, 1987) constituyen probablemente las propuestas formalmente más complejas. Las piezas de Medina Pintan bastos 01 y Pintan bastos 02 (tintas pigmentadas sobre papel de algodón 100%, 105 x 96 cm., 2014) pertenecen al proyecto PINTAN BASTOS, en el cual el artista lleva unos años explorando la naturaleza “performativa” y “retroalimentativa” del dibujo. A partir de bocetos en los que aparece el garrote como elemento constante, el artista va construyendo elaboradas composiciones figurativa en las que se representan escenas de relevancia social (consumo, educación, derechos políticos etc.). Estas dos piezas están acompañadas por otras tres piezas en tinta sobre papel reciclado.

Ignacio García Sánchez, en cambio, expone cuatro sugestivos dibujos, realizados a lápiz, acuarela y gouache sobre papel, pertenecientes a la serie Last Days of Capitalism (2012). Las obras, de diferentes formatos, recrean escenarios ambiguos y complejos en los que se plasma el fracaso de la idea positivista de progreso y del modelo social mecanicista, basado en el paradigma competitivo darwiniano y en la infalibilidad de la ciencia. Las obras evocan tensiones constantes entre elementos formales y conceptuales antinómicos, como blanco y negro y campos planos de color; síntesis escenográficas y análisis de los detalles; realismo y simbolismo; historicismo y surrealismo;  antiguo y moderno.

Ignacio García Sánchez, La crisis ha terminado, 2012. Cortesía: Twin Gallery.

Ignacio García Sánchez, La crisis ha terminado, 2012. Cortesía: Twin Gallery.

Finalmente Theo Firmo (São Paulo, 1983) explora la dimensión más abstracta del dibujo como proceso mental de composición. En la instalación Futuro compuesto (150 x 150 cm., 2014) el elemento clásico distintivo del dibujo, el trazo de la línea, desaparece por completo, dejando protagonismo a la consistencia material del soporte, el papel, que, a través de una composición modular, acaba describiendo un paisaje mental minimalista y casi conceptual. Junto a la instalación se exponen algunas piezas pertenecientes a la serie anterior Otros cuentos (2011), donde el artista construye un puzzle narrativo a través de dibujos realizados con rotulador sobre el papel de hojas de oficina. En estas piezas se puede apreciar la existencia in nuce del mismo proceso creativo presente en Futuro compuesto, que sigue la lógica de la instalación flexible.

Theo Firmo, Futuro compuesto N. 2 (detalle), 2014. Cortesía: Twin Gallery.

Theo Firmo, Futuro compuesto N. 2 (detalle), 2014. Cortesía: Twin Galle


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