La revolución

“Nuestra liga es la mayor mierda de Europa”. José María del Nido encabeza la revolución que se está gestando en España. Es el líder del “G-18″, los indignados del fútbol que combaten contra el duo hegemónico que domina la liga ibérica. Presidente del Sevilla, fue el autor de la frase que mejor resume la actualidad del certamen más desigual de Europa. Un campeonato polarizado por el poderío del Barcelona y del Real Madrid. El resto está predestinado a una encarnizada lucha por clasificar a un certamen continental o, en el peor de los casos, combatir por no descender a la segunda división. El título será siempre una guerra de dos.

Este sábado el Barcelona demolió al Osasuna por la cuarta jornada de la edición 2011/2012. Liderado por Lionel Messi, autor de tres tantos, el mejor equipo de la historia pulverizó a su rival y le marcó ocho goles en un encuentro sin equivalencias. La abismal diferencia entre el conjunto de Pep Guardiola y los Rojillos de Pamplona no solo se da dentro del campo de juego. En el terreno económico también golea el multicampeón Barca: 121 millons de euros más recibe el equipo catalán en el reparto de los 657.6 millones de euros del convenio televisivo.

En ese rubro la Liga Española es la más despareja del Viejo Continente. Entre el Barca y el Madrid concentran el 41% (270 millones) de las ganancias por los derechos de la TV. Los otros 18 integrantes de la máxima división se reparten, también de manera desigual, el 59% restante: Valencia se lleva 48 millones y el Atlético alimenta sus arcas con 46. Sevilla, la voz cantante de la lucha contra el poder unificado, solo recibe 31 milones. Quince equipos facturan tan solo entre 15 y 12 millones. Esa abismal brecha económica se traduce en la tabla de posiciones: el conjunto Che, tercero en la última temporada, concluyó a 25 puntos del Barca campeón y a 21 del Madrid subcampeón.

La antítesis de España es Inglaterra. Manchester United, campeón de la Premier League, recibió 60.4 millones de libras. Blackpool, uno de los descendidos, ₤37.100.000. El ecuánime reparto es el siguiente: ₤13.800.000 por derechos locales y ₤17.900.000 por los derechos internacionales. Los veinte equipos de la primera división reciben 37.1 millons fijos. Los variables son: ₤756.000 acumulativos según su clasificación final (United recibió 15.1 millones y West Ham, último, ₤756.000) y ₤582.000 por cada partido transmitido que protagoniza.

Richard Scudamore, director ejecutivo de la Premier League, explicó el motivo de su perfecto, justo y equilibrado sistema de reparto: “Creemos que la distribución les brinda la posibilidad a los clubes de alcanzar y jugar en el máximo nivel”. Para la actual temporada la Premier League decidió acortar aún más la brecha: la diferencia entre los polos disminuyó de 1.66 a 1.56. Es decir, el United solo recibió 1.56 veces más que el último. En la Liga Española esa diferencia es de 12.5 veces.

Es tanta la diferencia entre los ingresos del duo hegemónico con respecto al resto que no solo compran estrellas, sino también jugadores de segundo o tercer orden para ser eternos suplentes, reforzar sus filiales y evitar que el resto se quede con refuerzos que le darían un salto de calidad a los equipos más débiles. Mientras el desequilibrio económico destruye la Liga Española, la revolución se está gestando.