Una investigación conjunta realizada por la Universidad de Oxford y el Instituto Nacional de Investigación en Salud (NIHR) han desarrollado una técnica que promete ser la revolución de la selección de embriones por FIV (Fecundación In Vitro). Con esta técnica se mejorará la tasa de concepción y además será más asequible económicamente hablando. El nuevo procedimiento se denomina secuenciación de la siguiente generación (NGS), con ella se seleccionan aquellos embriones creados mediante FIV, que son mucho más favorables y conducen a un éxito en el embarazo.
Como sabemos, la tasa de probabilidad de embarazo en las técnicas de reproducción asistida es de un 50%, al menos eso es lo que explican en el centro, pero la realidad es que la tasa de FIV es bastante reducida. A pesar de someterse al tratamiento, algunas parejas no logran el embarazo, el embrión no cuaja. Con el método secuenciación de la siguiente generación se logran identificar aquellos embriones con una alta probabilidad que se arraiguen y se alcance un embarazo con éxito. Dependiendo de la apariencia del embrión y de cómo se desarrolla durante los primeros días, se puede tener una idea de su viabilidad, hasta la fecha no existía un método que permitiera determinar qué embriones podrían ser más favorables para la concepción. De momento, en determinados casos se realiza un estudio del cariotipo (patrón cromosómico) en el que se evalúan unos 12.000 genes, dicha cifra aumenta a cientos de miles con la secuenciación completa del mapa genético.
Ahora, en una misma técnica se podrán analizar los defectos cromosómicos y los defectos genómicos, todo un avance tecnológico y médico. La técnica fue probada con líneas celulares que tenían defectos genéticos, anomalías cromosómicas y mutaciones del ADN mitocondrial. El método secuenciación de la siguiente generación confirmó todos estos problemas tal y como se habían confirmado con las técnicas habituales, pero además hay que decir que se analizaron de forma ciega las células de 45 embriones, algo que demostraba la eficacia del diagnóstico. El siguiente paso fue trasladarlo a la práctica en una clínica, para ello se solicitó a dos parejas que estaban siguiendo el tratamiento de FIV, unas células de sus embriones de 7 días de edad. Las mujeres tenían 35 y 39 años y una de ellas había sufrido un aborto antes de someterse al tratamiento.
Según leemos aquí, se identificaron tres embriones sanos de una pareja y otros dos de la segunda pareja, posteriormente se implantaron en las madres alcanzando el objetivo, que se quedaran embarazadas. El caso se ha presentado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología, esta técnica se aplicará solamente a las mujeres de más de 39 años, a las parejas que hayan tenido hijos con anomalías cromosómicas, fallos repetitivos en la implantación del embrión o abortos reiterados, es decir, en aquellos casos de mayor riesgo y más complicados. Sin duda, es una buena noticia, especialmente para las parejas englobadas en los problemas citados, mayor éxito en el tratamiento y reducción de su coste en unos 1.000 euros.
En el artículo publicado en Oxford Biomedical Research Centre nos explican que una serie de ensayos de varios métodos de detección de anomalías, como los citados anteriormente, mejoran la tasa de éxito en la FIV en un 30%, lo que resulta una alta probabilidad de concepción, pero el coste de estas pruebas es un obstáculo para su uso generalizado. La nueva técnica mejora la capacidad de detección de anomalías y a la vez identifica la viabilidad, por lo que el resultado es una mayor tasa de éxito, reduciendo además el riesgo de un aborto involuntario.
Quizá en un futuro a medio plazo la técnica pueda ser más generalista y ser aplicada con todas las parejas, seguramente no tardaremos en conocer nuevas noticias sobre lo que se ha considerado la revolución de la selección de embriones para los tratamiento de fertilidad.
Foto | Tahe Fertilidad
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La revolución de la selección de embriones por FIV