Como cualquier revolución tecnológica verdadera, los efectos profundos no son visibles para los contemporáneos. Sí, muchos hablan de ello, tuvimos una burbuja financiera en el año 2000, y volvemos a tener una época dorada con los móviles y tabletas. Pero, ¿quién puede medir el alcance y las consecuencias que esto puede tener? Voy a tratar de poner mi granito de arena.
Obama ganó las elecciones gracias al poder de las redes sociales en internet (que se suelen llamar "redes sociales" a secas, cuando en realidad también existen redes sociales fuera de internet). Más recientemente, la "sorpresa" de PODEMOS en España también tiene mucho que ver con la rapidez con la que se pueden propagar ó contagiar ideas con internet en móviles (porque ya no hace falta tener un ordenador, los smartphones son ordenadores).
Internet en el año 2000 fue en los ordenadores. La burbuja explotó... y ahora desde hace unos años, viene la segunda parte: internet móvil, sin necesidad de ordenador. Esto está permitiendo que se popularice realmente hasta personas que nunca antes habían estado "conectadas" a la red.
La gran novedad cuyos efectos son imprevisibles, es que crece la fuerza de los grupos, minoritarios ó no, y por tanto quizá estemos en las puertas de una nueva era, donde las masas estarían mucho más sujetas a explosiones de sentimientos y pasiones. ¿Alguien se ha planteado la posibilidad de que no se puedan controlar las masas debido a esta velocidad de propagación de ideas, rumores, pasiones?
INTERNET es una revolución infrautilizada. Como he dicho alguna vez, podríamos votar cada día desde nuestro ordenador para que la democracia pertenezca realmente al pueblo. Pero, ¿sería eso bueno? ¿Realmente estamos preparados para que cualquier decisión política sea tomada directamente por el pueblo? No lo creo. Ni sería bueno para gobernar de verdad, ni están preparados los que tienen el poder hoy día para realizar esa transición, porque los gobernantes no son líderes en realidad, sino simples figurantes que van a rebufo de la sociedad. No lideran nada, porque siempre van con retraso. No evitan catástrofes, sino que las gestionan como pueden. No dicen verdades sino que disfrazan mentiras.
En el mundo árabe y en otros países como China, internet está mucho más regulado, fiel reflejo de la menor libertad que existe en esos países. Pero aún así, está teniendo su influencia.
Pienso que el caso de PODEMOS no es aislado, y cada vez irá a más. La demagogia crecerá, y espero equivocarme, pero el embrutecimiento de las masas traerá más barbarie en la medida en que se crezcan y se lo crean. La demagogia de la política corre el riesgo de descontrolarse por culpa de internet. Ya veremos.
Lo que tengo claro es que este barco no lo controla nadie. Internet es una revolución que sigue su curso, con consecuencias inimaginables. Todo el sistema se pone en duda. ¿Para qué queremos Universidades si podemos asistir a clases por internet? Podemos tenerlas grabadas y verlas cuantas veces queramos. No hacen falta 1000 profesores en 100 Universidades por toda España. Bastaría un puñado de profesores (los mejores) en una sóla Universidad online. (Estoy exagerando a drede).
El dinero, la moneda se inventó para facilitar las transacciones, y aportó mucha eficiencia respecto al trueque anterior, donde era difícil encontrar dos personas con necesidades y capacidades complementarias. Hoy día, cada vez vemos más en internet la facilidad de conectar personas con necesidades y disponibilidades complementarias. Crece el trueque, y eso reduce el poder del Estado, que intenta mantenerlo (lógicamente). Incluso sin trueque, pagando con dinero, el Estado pierde control. ¿Acaso se pagan impuestos por la compra-venta de segundamano entre particulares? ¿Cobra algo el Estado por cada servicio de taxi del popular servicio BlaBlaCar? Es cuestión de tiempo para que metan la mano ahí, si sigue creciendo. Pero aparecerán nuevas cosas.
Apenas estamos viendo el inicio de las consecuencias que trae la velocidad y alcance de la propagación del conocimiento que permite internet. Para bien, y para mal. Para bien, porque cualquier descubrimiento ó idea buena se propaga muchísimo más rápido que en cualquier otra época de la humanidad. Para mal, porque cualquier brote de pasiones se puede descontrolar igual de rápido. El control de masas siempre ha sido un problema para los gobernantes. ¿Son conscientes del problema que se les echa encima?
Mucho se podría decir del tema. Apenas he rozado algunas ideas, y seguro que hay gente que ha pensado y escrito mucho más sobre el tema. Personalmente no necesito leer a fondo sobre el tema, porque de todas formas, sé que el futuro es incierto e imprevisible. La idea central que quería transmitir es que estamos en pleno proceso de cambio importante, y que debemos prepararnos para cambios fuertes en los próximos años/decenios. Para bien ó para mal, eso no lo puedo decir, porque como todo gran invento, se puede usar para hacer el bien ó para hacer el mal.
Si internet trae una nueva ola de impulso positivo, nos beneficiaremos todos. (No hace falta que se prepare para eso: déjese llevar). Pero si la cosa se desmadra, el momento para prepararse y protegerse es ahora. Vienen curvas: abróchese el cinturón, eso nunca está de más, le protege en caso de accidente y no le impide disfrutar del viaje si todo va bien y es agradable.
Este artículo ha sido publicado por Niko Garnier,
en el blog www.global-trader.net
Revista Economía
La revolución internet 2.0 sigue su marcha imparable. De PODEMOS a lo desconocido.
Publicado el 07 junio 2014 por Niko Garnier @BolsayFilosofiaSus últimos artículos
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