Traducción: Matilde FernándezAño: 2015ISBN: 978-84-0134-334-6Nº de páginas: 560
La rosa de medianoche de Lucinda Riley fue una de las novedades editoriales que más llamó mi atención a principios de este año y es que, tratándose de una saga familiar y además ambientada en La India, era difícil que yo no me fijase en ella. De esta autora me apetecía leer desde hace tiempo El secreto de la orquídea, pero finalmente ha sido esta novela con la que me he estrenado, y me ha gustado tanto que espero no tardar demasiado en repetir con ella.
Lucinda Riley (imagen aquí)
"La rosa de medianoche" transcurre a través de dos hilos temporales que nos sitúan por una parte en la época actual en la mansión inglesa de Astbury Hall, y por otra nos trasladan hasta La India de principios del siglo XX, concretamente al año 1911. De esta manera, en el año 2011 a Astbury Hall llega la actriz Rebecca Bradley, protagonista de la película ambientada en los años 20 que se va a rodar en esta mansión, que a su vez se convertirá en su alojamiento durante el tiempo que dure el rodaje gracias a la amabilidad de su dueño Anthony. Por otra parte, también en la época actual pero en La India, la anciana Anahita hace llamar a su nieto Ari para hacerle entrega de un manuscrito en el que recoge lo que ha sido su vida y que está destinado a ser entregado al hijo que ella cree desaparecido, a pesar de tener su certificado de defunción. Anahita encarga a su nieto que lea el manuscrito y luego indague sobre el paradero de su hijo, y aunque en principio él se muestra reacio, cuando su abuela muera tomará un avión a Londres para intentar cumplir lo que Anahita le ha pedido. Y será esta investigación la que le lleve hasta Astbury Hall, donde conocerá a Rebecca y juntos intentarán descubrir los secretos que se esconden tras los muros de la mansión.El planteamiento del último libro de Lucinda Riley resulta de lo más atractivo si, como es mi caso, sois aficionados a este tipo de historias que esconden secretos familiares que han pasado de generación en generación. Puede que muchos estéis pensando que no ofrece nada diferente y es cierto, su base es similar a la de muchos otros libros, pero para mí esto no es ningún problema, me encantan estas novelas y no me canso de leerlas. En el caso de La rosa de medianoche, la trama consiguió despertar mi interés desde los primeros capítulos y me ha resultado una lectura sumamente entretenida pues he seguido con mucho interés e intriga la evolución que seguían ambas tramas hasta llegar al final en el que todas las piezas encajan y la historia queda completa.Os comentaba que La rosa de medianoche transcurría a través de dos hilos temporales, pero al hablaros de su argumento me he centrado únicamente en el que tiene lugar en la época actual y es que es fácil deducir que el que tiene lugar en el pasado se centra en recoger lo que fue la vida de Anahita. Normalmente los libros que utilizan esta estructura de dos tramas paralelas en diferentes épocas suelen presentar un cierto desequilibrio en cuanto al interés de ambas, afortunadamente en el caso de La rosa de medianoche no es así, y ambas líneas temporales resultan igual de interesantes, o al menos a mí así me lo ha parecido. Tanto en el pasado como en el presente se plantean cuestiones e interrogantes que invitan a seguir leyendo, además de generar la necesidad de llegar al final del libro para descubrir la conexión existente entre los personajes del pasado y los del presente.Por lo que se refiere a la estructura de "La rosa de medianoche", esta está vinculada con los dos hilos temporales que la obra presenta y así nos encontramos con un prólogo que da inicio a la historia para a continuación dejar paso a diez partes más un epílogo final, estando a su vez cada una de ellas dividida en capítulos. Estas partes van alternando la historia del pasado con la del presente, señalándose al comienzo de cada una tanto la ubicación como el año en el que transcurre la acción. De esta manera no hay lugar a confusión y la historia se sigue sin ningún problema, empleando Lucinda Riley una prosa natural, sencilla y cuidada, que tiene un ritmo fluido, y que resulta muy agradable de leer. Mientras que en el tiempo presente hace uso de un narrador omnisciente, cuando nos trasladamos al pasado lo hacemos a través de las memorias de Anahita, por lo que es ella quien narra utilizando para ello la primera persona.Si bien hay una serie de figuras que tienen mayor protagonismo, la galería de personajes es bastante amplia ya que tanto en el pasado como en el presente hay personas que juegan papeles importantes en el transcurso de la historia. No obstante Lucinda Riley se encarga de perfilarlos con acierto y detalle de tal manera que es fácil identificar quién es quién y su posición en la historia, así como tener una idea clara de sus personalidades. Son dos mujeres las auténticas protagonistas de la historia, cada una en su propio tiempo, y con ambas es fácil conectar desde el principio. A pesar de su fama, Rebecca es una mujer de gustos sencillos y carácter tierno, que se siente abrumada por lo que está viviendo y que encontrará cierta paz en la tranquilidad que embarga a la mansión de Astbury Hall. Desde su llegada a la casa se sentirá interesada por el pasado de la familia propietaria de la mansión, más tras darse cuenta del gran parecido que ella guarda con la madre de Anthony y que hará que se plantee algunas cuestiones en torno a su propio pasado.A pesar de que el personaje de Rebecca me ha gustado, es complicado competir con la personalidad y carisma que desprende Anahita. A ella la conocemos mucho mejor puesto que nos narra su historia en primera persona, lo que nos permite acceder a sus emociones y sentimientos. Además vamos viendo la evolución que sigue a lo largo del tiempo, desde que es una niña en Jaipur hasta su vida adulta en Londres, una vida llena de momentos dulces pero también de muchas dificultades, especialmente cuando se traslade a Inglaterra y sufra la humillación y el desprecio de ser india. Anahita es una joven que inmediatamente se gana el cariño de quienes la rodean y lo mismo sucede con el lector, es fácil conectar con ella y compartir sus alegrías y penas, afrontando todo ello con fuerza, optimismo y determinación.
Palacio maharajá La India
Entre los personajes secundarios hay figuras con distinto grado de relevancia en función del papel que desempeñan en la historia y así entre los más importantes está en el presente el joven indio Ari, el misterioso Anthony Astbury o la fiel ama de llaves, la señora Trevathan; mientras que en el pasado destacan Donald Astbury, su esposa Violet, lady Maud Astbury o la princesa Indira, amiga incondicional de Anahita. En relación con ellos un aspecto positivo que tiene la obra es que además de formar parte de la trama principal, a su vez la mayoría son protagonistas de sus propias subtramas, mucho menos relevantes pero que en conjunto hacen que el interés de la novela aumente.Otro de los aspectos a destacar en La rosa de medianoche es la buena ambientación con la que cuenta la novela, sobre todo en el hilo temporal del pasado. La mayor parte de la acción del presente tiene lugar en la mansión de Astbury Hall, una mansión que el lector llega a dibujar en su mente sin problema gracias a las descripciones con las que Lucinda Riley acompaña la narración y que nos permiten movernos por sus jardines, contemplar las diferentes estancias y disfrutar de la paz y la tranquilidad que se respira en el entorno en el que está situada.En cambio el hilo temporal del pasado nos permite en un primer momento trasladarnos a la India colonial y dejarnos envolver por la belleza, el exotismo y el colorido de la misma, además de descubrir la riqueza, el esplendor y la majestuosidad de los palacios de los maharajás. Además de las vistosas descripciones de los diferentes escenarios, la autora se encarga de plasmar el modo de vida en dicha cultura, los matrimonios concertados, el funcionamiento del zenana o el papel de la mujer entre otros aspectos. No obstante la parte que transcurre en La India no es muy extensa, pues pronto quedarán atrás estos palacios para trasladarnos hasta Inglaterra, permitiéndonos observar la mentalidad de esa sociedad con respecto a las personas llegadas de la India además de plasmar el modo de vida de la alta sociedad en la época.
La rosa de medianoche es una novela en cuyo interior se mezclan diversos géneros y elementos, encontrándonos con romance, misterio, aventuras, drama, secretos familiares, contexto histórico, lazos familiares… que hacen que en conjunto el argumento resulte muy llamativo y la lectura no se haga pesada o aburrida en ningún momento. La autora se encarga de mantener el equilibrio, dosificando la intriga y el suspense e introduciendo giros argumentales que mantienen el interés y las ganas de seguir avanzando, además de reservar alguna sorpresa con la que sorprender al lector en el final.Creo que resulta evidente que La rosa de medianoche de Lucinda Riley me ha gustado mucho y recomiendo su lectura, especialmente a todos aquellos que disfruten con las historias de secretos familiares. Un libro cuya trama se desenvuelve a través de dos hilos temporales, que presenta una atractiva combinación de elementos en su interior, y que cuenta con las suficientes dosis de suspense e intriga para que resulte difícil abandonar su lectura hasta llegar al final.Si te ha gustado mi reseña, puedes comprar La rosa de medianoche a través de los siguientes enlaces:
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