La Rosa del Desierto. Bella y Natural.

Rosa del Desierto Blanca

La rosa del desierto es uno de esos caprichos que nos ofrece la naturaleza, una gran variedad de formas y tonalidades que se han formado con el paso del tiempo en el desierto creando esta roca tan especial.

Originaria del desierto, principalmente del Sahara, esta roca compuesta por diversas capas de agua, arena y yeso va formando una serie de capas cristalizadas, de diversas formas, que unidas entre si ofrecen el aspecto de una rosa petrificada, con una tonalidad que puede ir desde el marrón más oscuro hasta el más rojizo ó claro, llegando al blanco. Podemos encontrar piezas de muy diversas medidas, desde las más diminutas de unos pocos centímetros, hasta las más grandes que pueden pesar varios kilos.

Y ahora es cuando os preguntaréis:  ¿Pero como se convierte una mezcla de agua, yeso y arena en una estupenda rosa del desierto?

Pues esto ocurre a través de un proceso en el cual intervienen por un lado, un yacimiento evaporítico profundo, dentro del cual el yeso se mezcla con las aguas freáticas (subterráneas), formando sulfato de cálcio.

Este sulfato de calcio, gracias al fenómeno físico de la capilaridad va subiendo lentamente a la superficie, y así al alcanzar un determinado nivel de altura, el agua se evapora, cristalizando el yeso. Con ello ya tenemos formada una amplia lámina yesosa cristalina en la cual aparecerán incrustaciones de arenas procedentes de terrenos cercanos a la superficie. Esta capa conseguida es lo que se llama “agregado” y es lo que podríamos identificar como un pétalo de la rosa, por tanto, una serie de agregados unidos entre si gracias a la arena de forma aleatoria es lo que nos formará la rosa del desierto.

Posteriormente y mediante la acción del viento, será cuando la rosa del desierto saldrá al exterior.

Si estáis interesados/as en tener una rosa del desierto podéis mirar aquí.