Desde la pasada Bike & Cochinillo vengo arrastrando unas molestias en la rodilla izquierda fuera de lo normal, entendiendo por normal las típicas de una rodilla operada de rotura de ligamento cruzado
Por dejadez y falta de tiempo lo he ido dejando, hasta que con el parón de las vacaciones de verano me planteé mi “Operación Reconquista” para coger el toro por los cuernos y poner orden en varios aspectos de mi vida. La rehabilitación de la rodilla pasó en ese momento a ser el punto más importante de ese plan.
A finales de agosto pedí cita en la Clínica Cemtro para una revisión de la rodilla izquierda. Aunque en un principio la exploración no fue mala (se observaba una buena estabilidad de la rodilla), fue la resonancia magnética la que mostró todos los problemas que ocasionaban mi molestia.
- Rotura de asa de cubo en menisco interno.
- Cambios de gonartrosis tricompartimental apreciando formación de picos osteofitarios marginales en los tres compartimentos.
- Evolucionada condropatía del compartimento femoropatelar apreciando una marcada irregularidad en la señal del cartílago patelar, presencia de ulceraciones de espesor completo, sin lesión del hueso subcondral.
- Signos de condropatía grado IV en el surco troclear.
- Sinovitis de rodilla
Diagrama de rodilla
Rotura de asa de cubo en menisco interno
Es la lesión principal de mi rodilla en estos momentos y la principal culpable de que tenga que pasar por el quirófano.
Los meniscos son unos cartílagos con forma de “croissant” situados en el interior de la articulación de la rodilla. Cada rodilla tiene dos (interno y externo). Su función es “acoplar” la tibia con el fémur, repartiendo la fuerza transmitida a través de la rodilla. Soporta algo menos de la mitad de la carga que soporta la rodilla y es muy importante para conseguir estabilizar la articulación.
La rotura más habitual de un menisco es por uno de sus extremos o cuernos, aunque de vez en cuando se puede desgarrar todo el borde interno y producirse esta rotura “asa de cubo”. Es importante intervenir cuanto antes y eliminarla mediante artroscopia, pues este asa puede llegar a producir un bloqueo de la rodilla, imposibilitando flexionar o extender la rodilla y dejándola fija en una posición ligeramente flexionada.
Gonartrosis tricompartimental
Como he comentado antes, la rodilla está formada por tres huesos que encajan entre sí: fémur, tibia y rótula (patela). La zona de contacto de estos huesos está recubierta por un cartílago para distribuir las cargas y disminuir el rozamiento entre los huesos.
La gonartrosis no es otra cosa que la artrosis de la rodilla: una destrucción progresiva del cartílago en cualquiera de los tres compartimentos de la articulación de la rodilla.
Condropatía femoropatelar (condromalacia rotuliana)
Se trata de una lesión del cartílago articular de la rótula. Puede ocasionarse por traumatismos repetidos de la rodilla, por movimientos repetidos que producen compresión del cartílago, por la alineación de la rótula…
Sinovitis de rodilla
Es una inflamación de la membrana sinovial que reviste las articulaciones. La función de esta membrana es general el líquido sinovial para reducir la fricción entre los cartílagos y lubricarla durante el movimiento.
Los síntomas más frecuentes son el incremento de la temperatura en la rodilla, la hipersensibilidad o la hinchazón por el aumento de líquido.
Puede estar ocasionada por varias causas: un golpe, una mala postura, una torcedura, una infección…