La ruta de Orellana

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Los habituales ya sabéis que Vázquez Figueroa me gusta. He leído varios libros suyos y no descarto seguir leyendo más, pero creo que fue después de La ruta de Orellana, cuando decidí darme un respiro. 
Esta vez el autor nos lleva a recorrer la ruta que hizo en su día Orellana, descubridor del Amazonas. Viajaremos a través del bosque más grande del mundo y nos adentraremos en una selva que esconde, aún hoy, grandes secretos. Tenemos como protagonista al mismo Vázquez Figueroa, que en un arrebato aventurero decidió seguir los mismos pasos que siglos antes había dado Francisco de Orellana. A través de las páginas que esconde esa prometedora portada, somos testigos de las aventuras y desventuras que sufrió nuestro protagonista. No cejó en su empeño, a pesar de que las fuerzas flojeaban y más de una vez se vio tentado a abandonar la expedición. 
El argumento es atractivo y, para los que nos gusta la aventura más aún, pero como os decía más arriba la novela me dejó indiferente. Esta vez no consiguió engancharme, incluso, reconozco que no me acuerdo de ningún pasaje. Es una lástima que una obra con esa sinopsis tan atractiva no haya sido capaz de cautivarme. Aun así, volveré a las andadas con Figueroa porque, como decía antes, el cuerpo me pide aventura.
¿Nos adentramos en las tripas del Amazonas?