Responde a las siguientes preguntas:
- ¿Sueles tener alergias?
- ¿Tienes problemas con la digestión? ¿Sufres ardores, acidez, gases, frecuentes diarreas o estreñimientos?
- ¿Tienes muchos cambios de humor o trastornos hormonales?
- ¿Padeces alguna enfermedad autoinmune?
Si has contestado „sí” a más de una de las preguntas, puedes sufrir el síndrome del intestino permeable (síndrome del intestino agujereado/poroso/de fugas; en inglés: leaky gut syndrome). Es una enfermedad cada vez más común.
La barrera intestinal en el aparato digestivo regula los procesos fisiológicos básicos: transporta los líquidos imprescindibles para vivir, los electrólitos y los nutrientes, impide la absorción de sustancias tóxicas y patógenos, y coordina el trabajo del sistema inmunológico, hormonal y nervioso (1).
Lo que más influye en el estado de nuestros intestinos y de la flora intestinal (son los que forman la barrera intestinal) es, sobre todo, la dieta. Los otros factores son: el estrés, las infecciones y los medicamentos, y el alcohol.
Actualmente, nuestra dieta es rica en grasas saturadas, proteínas, azúcares y pocas cantidades de fibra. Este tipo de alimentación muy a menudo lleva a la aparición de la disbiosis – irregularidades bacterianas dentro de los intestinos (2). La disbiosis trastorna la producción de proteínas (zonulina y ocludina) que forman el tejido intestinal. Su falta influye en la integridad de la mucosa del intestino, permitiendo el acceso de antígenos, alérgenos y otras sustancias bacterianas dañinas. Es una situación muy peligrosa, ya que los virus, los hongos, los parásitos y los desechos pueden traspasar la mucosa y – desde el intestino – llegar a la sangre.
Los trastornos de la barrera intestinal, incluida la flora bactariana y la permeabilidad del intestino, pueden causar el desarrollo de muchas enfermedades crónicas. Desgraciadamente, no existe ningún medicamento que pueda recuperar la barrera intestinal, pero hay algunas cosas que ayudan a controlar la inflamación, reconstruir la mucosa de los intestinos y reparar la flora bacteriana del aparato digestivo:
- Una dieta sin azúcares refinados, alcohol y glúten; sinalimentos procesados. Una dieta rica en ácidos grasos procedentes del pescado y de las nueces, entre otros, y en fibra presente en las verduras.
- El consumo de probióticos y prebióticos
- La glutamina – tiene un efecto muy positivo en personas con los intestinos dañados como consecuencia de la quimioterapia y la radioterapia.
Los intentos de recuperar la integridad de la mucosa pueden durar semanas, meses e incluso – en casos extremos – años.
Administrando algunas bacterias probióticas se puede reducir la intensidad de los dolores de cabeza y los episodios de migraña. Asimismo, mejora el estado de ánimo de las personas con trastornos depresivos (3, 4). Las bacterias del tipo Bifidobacterium lactis estimulan las funciones digestivas y aceleran la perdida de peso (5, 1) FF.
Uno de los probióticos disponibles en el mercado es la gama de probióticos SUNVIO. Aparte de las bacterias probióticas, contienen muchos metabolitos bacterianos: influyen en una serie de procesos presentes en nuestro organismo. Los productos de la marca SUNVIO son un fantástico suplemento alimenticio: ayudan a recuperar y mantener la flora intestinal.
Autora: Sylwia Witek
Lo que más influye en el estado de nuestros intestinos y de la flora intestinal (son los que forman la barrera intestinal) es, sobre todo, la dieta. Los otros factores son: el estrés, las infecciones y los medicamentos, y el alcohol.Artykuł La salud empieza en los intestinos! La nutricionista ViVio – Sylwia Witek – explica como cuidarlos pochodzi z serwisu Blog algoparalasalud- aceite de coco, la dieta, estreñimiento, anemia, consejos femenina.