Revista Espiritualidad

La salud no tiene precio

Por Programadestres
  Esta frase tan manida la solemos oír generalmente cuando no tenemos salud, o cuando nos hemos recuperado de una enfermedad, pero creo que no deja de ser un lugar común. El otro día una compañera de Linkedin comentaba  lo siguiente sobre un artículo que compartí: Partiendo de que es triste verse desempeñando un trabajo que te causa estrés sabiendo que gran parte de nuestro tiempo de vida lo dedicamos al trabajo; partiendo de que está demostrada la relación entre el estrés y muchas patologías que desencadenarán la muerte cabe preguntarse ¿ hasta qué punto somos, cada uno, responsables de lo que nos pasa? ¿ es que no nos queremos lo suficiente? ¿ es que no entendemos que por mucha fuerza mental que tengamos al final el CUERPO es el que pone el límite el que dice ” basta, hasta aquí llegamos?  Y creo que efectivamente esto es así, pero también creo que es necesario citar otro punto de vista y es el siguiente: Estamos inmersos en una vorágine de la cual es muy difícil escapar, donde para vivir en el mundo que nos ha tocado se hace necesario estar en la carrera constante de dar más, tener más, conseguir más, trabajar más, etc, etc.   Y a ser posible todo esto en el menor tiempo posible. El estrés es nocivo para la salud y para la empresa Hace años yo comentaba en una sobremesa que me gustaría trabajar de un modo diferente porque no era necesario estar 10 horas diarias en el trabajo para ser productivo, sino más bien al contrario, y que aunque yo quisiera hacerlo no podía ya que en la empresa donde estaba trabajando entonces era una práctica habitual que desde la central llamaran 1 hora después de finalizado el horario de trabajo con cualquier escusa, y como única finalidad la llamada era simple y llanamente una medida de presión para que el personal estuviese a esas horas en la oficina. A nadie le preocupaba que estuvieses leyendo una revista o charlando con los compañeros, sólo se quería constatar la presencia. Esta política que creo absolutamente errónea aún sigue existiendo en muchas empresas y sectores empresariales, y si los trabajador@s no responden o no están,  son mal vistos y ello tiene unas nefastas consecuencias para ellos. Por lo tanto es verdad que es imprescindible que aprendamos a dedicar un tiempo a nuestra salud haciendo deporte, yoga, música, lectura o aquello que mejor nos permita desconectar y rebajar los niveles de estrés, pero también es necesario que las mentalidades empresariales cambien. Un trabajador/a que se ve obligado a estar por estar desarrollará un sentimiento de desgana por su trabajo y su empresa, bajará su ritmo de producción, y desde luego no es buena política de motivación e implicación con los objetivos perseguidos por la empresa.

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