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La sangre de los elfos, de Andrzej Sapkowski

Publicado el 05 febrero 2020 por Daniel Daniel Pérez Castrillón @Mangrii
la sangre de los elfosLa sangre de los elfosAndrzej Sapkowski (Trad. de José María Faraldo)Alamut EdicionesTapa dura | 253 páginas | 23,95€
estrellas


Considerada el inicio cronológico de la saga, La sangre de los elfos (1994) se siente más una continuación de las dos recopilaciones de relatos, El último deseo (1993) y La espada del destino (1992), que otra cosa. Aunque su lectura no resulta imprescindible, dado que Sapkowski se encarga de resumir a través en un poema todos los hechos relevantes, si que dan un importante contexto tanto a los personajes como al escenario que se me antoja necesario para sentirse cómodo en la lectura. Por ello, repasar los cuentos Cuestión de precio, La espada del destino y Algo más funciona como perfecta antesala para iniciar la saga.
Esta tercera novela del brujo nos enseña como Geralt cuida de su destino en la agreste fortaleza de Kaer Morhen tras haberse reunido con Ciri en la casa de Yurga. Lugar de formación para los brujos, Geralt y los tres brujos que lo acompañan dan buena cuenta de que Ciri no es una humana normal y corriente. Que tiene capacidades innatas y poderes sobrenaturales. Mientras contemplan una solución y se entrena en las artes de brujo, Sapkowski se encarga de llevarnos de viaje por medio Continente para darnos un vistazo alzado de un conflicto en ciernes. La inquietud entre reyes frente a la política expansiva de Nilfgaard comienza a girar la rueda de los engranajes políticos, económicos y sociales de todo el Continente. Contiendas, escaramuzas y estrategias empiezan a ser habituales.
krew elfówPortada de la edición polaca
Un cambio de paradigmaAunque resulta similar en términos de estilo y narrativa con los dos primeros volúmenes de cuentos, la novela rompe por completo la configuración de la saga. Pasando de relatos cortos a una estructura más clásica de siete capítulos largos, La sangre de los elfoses una novela bisagra que supone un escaso avance en la trama y nos deja con un final descaradamente abierto. Sapkowski plantea esta tercera entrega, que casi carece de enjundia como entidad única, como un estudio más profundo de sus personajes a la vez que radiografía la situación sociopolítica de todo su universo.
Estamos ante una entrega más pausada, no exenta de acción, que se dedica a profundizar en las motivaciones y complejidades de algunos protagonistas como Ciri y Yennefer, pero que no avanza gran cosa respecto a la historia que Sapkowski parece querer contar. Es una primera parada, donde empezamos atisbar conflictos y profecías que están a punto de cumplirse. Es el lugar donde comenzamos a visualizar la contienda en ciernes, y comprendemos, que Ciri puede ser la clave de todo ello. No que puede, si no que lo es por completo. Sapkowski nos deja pasajes enteros donde podemos hacernos una idea de la complejidad política e histórica en que se encuentran los Cuatro Reinos y Nilfgaard.
Ciri Denis GordeevIlustración de Denis Gordeev
El mismo SapkowskiSi algo podemos decir de La sangre de los elfos es que el estilo único de Sapkowski sigue vigente. Y, no me avergüenza decirlo, es una de las claves que me hace sostener el libro y que me cueste dejar de leer. La prosa ágil, chispeante, llena de retruécanos y diálogos afilados donde el humor sarcástico siempre deja una ligera pátina impregnada en nuestros sesos. Ese lenguaje desenfadado, que va desde lo más campechano hasta lo refinado, con metáforas que pululan por todo el texto y subtexto. Sin duda, el trabajo de José María Faraldo, en cuanto a la traducción del texto original, es de una laboriosidad digna de admiración.
Tampoco deja de lado Sapkowski su particular habilidad para enmascarar el discurso moral visto en las dos primeras entregas de la saga. Por qué el polaco nunca olvida esas diferencias entre humanos, elfos y enanos para hablar directamente de xenofobia. Tampoco de la desigualdad sexual, donde mujeres y hombres nunca son tomados por igual sean guerreras, reinas o hechiceras. El papel de Triss Merigold y Yennerfer como estandartes es vital para ello. Al igual que su habitual mensaje ecologista, donde siempre hace hincapié en la explotación humana sobre el medio ambiente y todos sus recursos. Tampoco olvida, los costes de la guerra o el racismo cultural, así como ese pesimismo hacia la raza humana y su comportamiento.
Yennefer Ciri NikiVasziIlustración de NikiVaszi
Y, por último, sigue presente su habitual facilidad para trasladar conflictos del mundo real a la pura ficción. No solo George R. R. Martin lo sabe hacer con Canción de Fuego y Hielo y La guerra de las Dos Rosas. Sapkowski parece retratar a la vieja Europa del siglo XX en todo su esplendor, donde pequeñas intrigas y absurdos desencuentros dan lugar a titánicas guerras de trágicas repercusiones para todo el mundo. Y sobre todo, para los campesinos. Eso sí, con elfos, enanos, hechiceras y brujas de por medio, que le dan mucha más vida.
puntuaciónLa sangre de los elfos es el verdadero comienzo de la saga de Geralt de Rivia. O deberíamos decir, la saga de Ciri de Cintra. Sapkowski pone el foco principal en la joven leoncilla de Cintra, una pieza clave en el conflicto venidero que comenzamos a atisbar. Un libro que actúa como complemento introductorio, más lineal y pausado, además de un nuevo vistazo al Continente. Veremos como sigue.
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