Revista En Femenino

La seguridad de las vacunas infantiles

Por Pequelia @pequelia

vacunas

Los estudios sobre la aplicación de vacunas infantiles indican que su uso es completamente seguro. Justamente hoy en Pequelia queremos analizar los resultados del último publicado al respecto, en parte porque se trata de información importante que la mayoría de los padres quieren conocer de primera mano; en parte porque se dicen muchas cosas al respecto que son del todo erradas y que a veces nos creemos porque son muchos los que las repiten sin parar. La vacunación es algo fundamental para la salud de los pequeños, y seguir el calendario pautado es importante para que su organismo pueda luchar contra las más comunes y no se expongan a aquellas que son contagiosas y que pueden dar grandes dolores de cabeza a los padres, y también a ellos.

Aprovechando el tema de actualidad con la polémica que existe sobre la vacunación o no en el caso de la varicela, que no parece estar teniendo una respuesta demasiado positiva entre los pediatras por las decisiones tomadas por el ejecutivo sin consultarles, vamos a ver cuáles son las reacciones negativas que conllevan algunas de las vacunas infantiles más frecuentes. Se trata en todo caso de reacciones bastante poco frecuentes, consideradas en términos médicos raras, y que además no pueden compararse con los beneficios de la vacunación. Así, aunque existan, y por el hecho de que pueden ser tratadas, es fundamental que tras conocerlas aprendas a cómo reaccionar y mantengas la pauta del pediatra sobre las vacunas que ha de llevar tu hijo.

  • Haemophilus influenzae tipo b (Hib): provoca molestias locales en algunos casos, pero no se registran adversidades graves según el último estudio de vacunación publicado.
  • Hepatitis A: la vacuna puede provocar púrpura trombocitopénica en niños de entre 7 y 17 años. En todo caso, se trata de una dolencia leve que ha aparecido de forma moderada en los suministros en los que se basa el estudio actual.
  • Vacuna antineumocócica conjugada-13 (VNC13): se han detectado muy raras convulsiones febriles en 14 de cada 100 000 dosis; y este riesgo aumenta al inyectarse con la vacuna de la gripe a un 45 por 100 000. Aunque se recomienda evitar el segundo caso, los números indican que hablamos de algo muy poco común.
  • Rotavirus: puede relacionarse con invaginación intestinal, pero solo se ha dado entre 1 a 1,5 casos por 100 000 inyecciones. Así que el riesgo es muy bajo.
  • Triple vírica (sarampión, rubeola, parotiditis): todavía se le relaciona en muy pocos casos con convulsiones febriles y púrpura trombocitopénica. Sin embargo, las investigaciones que hacían referencia al autismo quedan completamente descartadas.
  • Varicela: puede resultar contraproducente en niños inmunodeficientes. También se ha detectado su relación con la púrpura trombocitopénica en niños de 11 a 17 años. Al igual que las demás, en casos muy aislados y existen tratamientos.

Las vacunas y los medicamentos tienen todos efectos secundarios, pero a día de hoy la ciencia nos indica que la mejor fórmula para preservar la salud de los hijos es seguir a rajatabla el calendario de vacunación.
Imagen: olgsextrecuencas

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