Lionel Messi se erigió en figura excluyente y con goles de Gonzalo Higuaín, Angel Di Maria y Elderson en contra, Argentina venció 2-0 a Nigeria en Bangladesh y cerró de forma exitosa su gira por el Sur de Asia, con la cual se ha iniciado oficialmente el ciclo comandado por Alejandro Sabella.
Vitoreado cada vez que tomó contacto con el balón, Messi fue quien quebró la monotonía bajo la que se disputó un encuentro sin demasiado vuelo y en el que colectivamente Argentina no tuvo su actuación más destacada.
Absoluta y total fue la influencia del mejor futbolista del mundo, del que Argentina disfrutó y sacó máximo rédito pasado un cuarto de hora inicial en el que el equipo nacional fue superior sin ser profundo ni disponer de situaciones de riesgo.
Cambió todo trascurrido el minuto 24 y en solo 120 segundos Argentina convirtió dos goles de los que Messi participó activamente, asistiendo muy bien a Higuaín en el primero y trazando una acción individual majestuosa, en la que esquivó a cuatro rivales, que derivó en el tanto posterior de Di Maria.
Decayó aun más la imagen nigeriana y en ventaja Argentina tomó más confianza, si bien siguió echando en falta una participación un tanto más activa y regular de muchos de sus futbolistas. Sosa no aportó más que destellos y ni Zabaleta ni Rojo le dieron al equipo la amplitud seguramente deseada por Sabella cuando decidió apostar por este 3-5-2 con el que saltó al campo de juego.
Mejoró considerablemente Nigeria y nada más iniciado el complemento logró llegar al descuento, luego de una acción un tanto desafortunada en la que el despeje de Demichelis benefició a un Obi Mikel que desbordó por derecha y asistió con un centro atrás a Obasi, quien de frente a Romero no falló.
Los desbordes y la velocidad del futbolista del Hoffenheim fueron un problema de difícil solución para Argentina, lo que hizo del conducido por Samson Siasia un equipo menos expectante y muchísimo más incisivo y peligroso, que hasta estuvo cerca de llegar al empate.
Llegó, no obstante y en el peor momento argentino, el segundo gol marcado por Higuaín, quien recibió de Di Maria y con algo de suerte –el balón rebotó en Elderson- logró vencer la resistencia del arquero, dando por sentenciado un encuentro que fue languideciendo y que Argentina pasó a controlar nuevamente, ya sin tanta participación de un Messi que de todas formas sufrió más de un golpe duro por parte de los nigerianos.
Sabella aprovechó para rotar su once y ya con Banega y Agüero en cancha –además ingresaron Jonás Gutiérrez, Federico Fernández y Ricky Alvarez- la selección pasó del 3-5-2 al 3-4-3, en otro de los cambios tácticos impuestos por un entrenador que tal y como había anunciado previo al inicio de la gira, se ha mostrado proclive a ellos, siempre en busca del funcionamiento más acorde.
Con dos victorias en igual cantidad de presentaciones, Argentina comenzó de la mejor manera esta nueva etapa. Ganando y sumando confianza, a la espera de seguir corrigiendo errores para así llegar de la mejor manera al 7 de septiembre, fecha en la que comenzará a desandar su camino en las eliminatorias rumbo al Mundial de Brasil. La semana que viene, por lo pronto, será el turno de la selección local.