Revista Salud y Bienestar

La SER y las Guías EULAR abogan por el uso de terapias biológicas en el tratamiento de la artritis reumatoide

Por Fat
La Sociedad Española de Reumatología (SER) y las guías EULAR coinciden y abogan por el uso de fármacos biológicos, especialmente antagonistas del TNF, en el tratamiento de la artritis reumatoide cuando el paciente no ha respondido favorablemente a uno o más FAMEs. "De hecho, cada día se introducen en una fase más precoz, aunque sólo de forma excepcional será el primer tratamiento empleado", afirma el Dr. Ramón Sanmartí, consultor senior de Reumatología y Coordinador de la Unidad de Artritis del Hospital Clinic de Barcelona, en el marco del Congreso de la SER celebrado estos días en Tarragona. En esta misma línea tuvo lugar el Simposium organizado por UCB Pharma "Nuevas estrategias terapéuticas en el abordaje de la AR", en el que se presentó Certolizumab pegol, el primer antagonista del TNF pegilado sin región Fc que ha demostrado una gran eficacia a la hora de suprimir la inflamación y detener la progresión del daño articular en pacientes con artritis reumatoide.
"Hoy en día, las terapias biológicas son fundamentales e imprescindibles y han representado una verdadera revolución en el campo de la artritis reumatoide y otras formas de artritis crónica, como espondilitis anquilosante o artritis psoriásica. En concreto, según la guía EULAR, todo paciente que ha fallado a un FAME –básicamente metotrexato– puede ser candidato a terapia biológica", explica el Dr. Sanmartí.
Asimismo, los reumatólogos destacan que las recomendaciones EULAR recientemente publicadas para el manejo de la artritis reumatoide (basadas en la evidencia científica y la opinión de expertos nacionales e internacionales) son muy parecidas a las guías de consenso de la SER. "Se basan en un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano mediante la introducción rápida de FAMEs, el uso de terapia biológica cuando falla uno o más FAMEs, en fijarse un objetivo terapéutico ambicioso (estado cercano a la remisión) y un control estricto de la enfermedad", manifiesta el Dr. Sanmartí.
En palabras de este experto, "una buena estrategia terapéutica con fármacos efectivos que controlen la enfermedad en estas primeras fases redundará en un beneficio a medio y largo plazo del paciente", apunta. Por ello, en materia de prevención precoz y tratamiento temprano , se destaca la próxima entrada en el mercado de Certolizumab pegol, el primer anti-TNF pegilado sin región Fc. "Certolizumab pegol es un nuevo agente terapéutico perteneciente a la familia de los antagonistas del TNF que presenta unas características claramente diferentes por su composición, farmacocinética y mecanismos de acción, lo que lo hacen único dentro de esta familia de agentes biológicos", señala el Dr. Víctor Martínez-Taboada, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, de Santander, y vicepresidente de Sociedad Española de Reumatología (SER).
"Aunque la terapia biológica es eficaz en muchos pacientes, no todos ellos responden de forma adecuada o bien presentan efectos indeseables que obligan a su suspensión. Por lo tanto, el disponer de un nuevo agente terapéutico como Certolizumab pegol supone un avance en el tratamiento de estas enfermedades", puntualiza.
El Dr. Martínez-Taboada manifiesta que "los antagonistas del TNF han demostrado una gran eficacia a la hora de controlar las manifestaciones clínicas de los pacientes con artropatías inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica o las espondiloartropatías". Además, "han demostrado su capacidad para suprimir la inflamación y inhibir la progresión del daño articular que supone una artropatía crónica. Estos dos aspectos contribuyen de forma clara a la mejoría en la capacidad funcional, en la calidad de vida, y en la productividad social y laboral de estos pacientes".
Asimismo, "la pegilación presenta una serie de ventajas que convierten a Certolizumab pegol en un antagonista del TNF diferente de los existentes en la actualidad. Por un lado, la pegilación aumenta la vida media del fragmento Fab´ y esto permite su administración subcutánea cada 2 semanas. También aumenta la biodisponibilidad del anticuerpo monoclonal en el torrente circulatorio y permite una mayor concentración del agente terapéutico en el tejido inflamado", declara este reumátologo. Por otra parte, "la falta del fragmento Fc que tienen los anticuerpos monoclonales no pegilados evita la inducción de apoptosis en los leucocitos activados, y previene de la citotoxicidad dependiente de complemento y de anticuerpo, así como de la formación de inmunocomplejos circulantes". Por último, y en palabras del Dr. Martínez-Taboada, "la pegilación disminuye la degranulación de los mastocitos en las zonas de inyección, lo que se traduce en una tasa muy pequeña de reacciones locales en la zona de inyección".

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