Las Cuatro Torres, primera novela de Leandro Pérez, me gustó y Juan Torca, su protagonista, me conquistó. Como os dije en mi reseña de entonces este personaje podía dar mucho de sí e intuía que nos quedaba mucho por descubrir, intuición que mantengo hoy que os hablo de La sirena de Gibraltar.
Sinopsis
Madrid, junio de 2013. «Contra Gibraltar la política ya no vale», le dice a Juan Torca una mujer que quiere que asesine a dos prostitutas gibraltareñas. Un mes después el cuerpo desnudo de Rebecca Cruz aparece en el Manzanares. Torca contempla cómo el cadáver es extraído del río y promete: «El hombre que te mató ya está muerto».Pero Torca no solo tratará de cazar al asesino, también intentará proteger a las hermanas gemelas de Rebecca, Maddie y Lisa, dos nadadoras conocidas como las sirenas de Gibraltar.Un thriller absorbente protagonizado por un personaje tan memorable como magnético, Juan Torca, un antiguo soldado y mercenario que se tendrá que enfrentar a una trama repleta de intrigas, peligros y mentiras.¿Qué hay detrás de la muerte de Becca Cruz? ¿Un asesino en serie, una conspiración, o pasiones como el odio o el amor?
Mi opinión
La sirena de Gibraltar arranca cuando Juan Torca observa cómo es rescatado del Manzanares el cadáver de una mujer y a partir de ese momento, y durante los siete días que dura la acción de la novela, centrará sus esfuerzos en conocer quién es el responsable de dicha muerte. Contará para ello con la ayuda de sus compadres, aquellos que ya conocimos en Las Cuatro Torres, pero él sigue siendo el protagonista indiscutible deuna novela negra fresca y ágil con la que he disfrutado de principio a fin.
Una novela en la que la gran baza esJuan torca, un personaje sólidoque vuelve a fascinarmey que ahora iremos conociendo un poco más para acercarnos a este exmilitar y mercenario al que encuentro más centrado y más solitario que nunca. Con un perfil más definido que en la primera novela, Juan Torcaejerce en el lector un magnetismo teñido con las luces y las sombras que hacen de él un personaje tan especial. Un personaje salpicado con la sangre de las numerosas muertes que sin duda lleva a sus espaldas, pero que conquista al lector con su inquebrantable lealtad hacia sus amigos y su familia, con unos valores que le hacen plantar cara a todo aquello que considera una injusticia. A Juan Torca es imposible no cogerle cariño, da igual que incluso su propio hijo lo considere un asesino, al menos en el pasado, porque es un personaje tan especial, dibujado con tal mimo que su dureza, su fidelidad y su ternura traspasan las páginas consiguiendo que cualquiera de nosotros quisiera tener cerca a un Juan Torca.
Pero de poco valdría un personaje tan carismático si no se viera acompañado poruna trama impecablemente armaday llena de intriga bien dosificada. Con unaprosa clara y elegante, con alguna frase de esas que más se acercan a un momento lírico, y estilo muy cuidado, Leandro Pérez nos conduce por el tórrido verano madrileño con alguna incursión tanto en el norte como en el sur del país. El ritmo de la narración atrapa inmediatamente y convierte a La sirena de Gibraltar enuna novela que se lee en un suspiro, buscando cualquier momento libre para poder retomar la lectura. Intriga, mentiras, giros… todos ellos se dan la mano para de forma natural, sin tener que echar mano ni de situaciones inverosímiles ni de artificios, meter de lleno al lector enuna novela a la que la única pega que se le puede poner es que no tenga más páginas.
Como siempre que hablamos de una serie no cabe duda que lo mejor es empezar por el primero para disfrutar de una lectura más completa, pero en cualquier caso no hay problema para quien quiera comenzar directamente por esta segunda entrega de las siete que compondrán la saga ya que los casos que se investigan quedan totalmente cerrados.
En definitiva,no puedo más que recomendaros la lectura de La sirena de Gibraltar, una novela que me ha gustado incluso más que la primera.No os quedéis sin conocer a un personaje tan fascinante como Juan Torca, ese hombre de oscuro pasado que arrastra sus fantasmas y con el que yo estoy ya deseando reencontrarme, a ser posible en ese Mar de Aral que habita sus recuerdos más dolorosos.