La independencia no originó cambios inmediatos en la sociedad peruana. A raíz de la invasión napoleónica a España y la formación de las Cortes de Cádiz, años antes de la proclamación de la república, se dieron una serie de disposiciones liberales que modificaron la sociedad colonial clásica. De esta forma, la sociedad que vivió la independencia no fue la misma que asistió al estallido de la revolución de Túpac Amaru. En 1810, las Cortes de Cádiz reconocieron que los habitantes españoles y los habitantes de las colonias eras una sola nación y tenían los mismos derechos. Esto impulsó que los virreinatos españoles de América aflorara una suerte de nacionalismo criollo. Los cambios en la sociedad peruana se sucedieron desde fines del XVIII, y no fue, como algunos piensan, la proclamación de la independencia la que modificó por si sola la vida social. Lo que se aprecia en los inicios de la república es una transformación de la clase dirigente. Así, el sector que tomó a su cargo el gobierno a raíz de la independencia se encontraba compuesto mayoritariamente por criollos.
La clase alta
La clase alta peruana, al igual que las demás de Latinoamérica, a finales del siglo XIX e inicios del XX apostó por la búsqueda de un modelo copiado de Europa y Norteamérica. Así, tratando de imitar a estas sociedades, muchas veces menospreciaron lo nativo.
Hacia 1895, se calcula que la clase alta de la ciudad de Lima estaba formada por más de 18 mil personas. Este sector de la población encontró, principalmente, tres maneras a través de las cuales mantuvo la unidad social. Por un lado, los lazos de parentesco; es decir, los matrimonios entre personas de la misma clase social para perpetuar el estatus. Por otro lado, la defensa de la familia, considerada como una institución primordial, que debía mantenerse en la más constante armonía. Finalmente, establecer espacios comunes, exclusivos y excluyentes. De ahí que sus puntos de encuentro se hallasen en clubes o cafés determinados, además de matricular a sus hijos en determinados colegios que permitían el afianzamiento de estas relaciones.
La clase media
Este sector estaba compuesto por individuos muy diversos. NO se reconocieron formalmente como una clase social, sino mñas bien se constituyeron a partir de la imitación de la clase alta. Este sector de la sociedad incluía a pequeños comerciantes o propietarios urbanos, manufactureros con pequeñas industrias, empleados públicos, descendientes de inmigrantes y empleados de empresas comerciales o firmas extranjeras. La mayoría buscaba la posibilidad de tener una vida segura en función de la carrera militar o un cargo público. Algunos se dedicaron al trabajo intelectual.
La clase baja
Estaba conformada básicamente por artesanos, obreros y vendedores ambulantes. En las ciudades, especialmente en Lima, en los callejones y casas de vecindad donde residían, fueron desarrollando su identidad, asociada a la que llamamos criolla. Esta vez el término, a diferencia de la época colonial, había sufrido un cambio. La cultura criolla supuso un estilo de vida y un código de solidaridades entre iguales, así como combinar la picardía y la bravura con el objetivo de obtener las mayores ventajas de la vida.
La población andina en la sociedad del siglo XIX
La situación de la población andina cambió poco al proclamarse la independencia, si se toma en cuenta que la mita había sido abolida antes del 28 de julio de 1821 y que el tributo simplemente cambió de denominación, convirtiéndose en contribución de indígenas. En el siglo XIX, en diferentes momentos, la población andina se enfrento abiertamente contra el gobierno central, básicamente contra la circunstancia que la colocaba al margen de la nueva sociedad nacida con la independencia.
Deportes en el siglo XIX
En la segunda mitad del siglo XIX comenzaron a practicarse algunos deportes de campo de procedencia inglesa en el Perú: fútbol, cricket, tenis, ciclismo y turf. El Lima Cricket & Lawn Tennis Club, que más tarde sería el Lima Cricket and Football Club, fue fundado aproximadamente en 1859. A él solo podían acceder personas de origen inglés. El primer partido de este deporte se realizó el 7 de agosto de 1892, entre equipos del Callao y Lima, conformados por ingleses en su mayoría. Tal era la influencia inglesa, que hubo que esperar hasta 1893 para ver fundado un club, el Unión Cricket, para peruanos. Los deportes náuticos también tuvieron su inicio en la segunda mitad del siglo XIX con el Club Regatas, fundado en Chorrillos el 3 de agosto de 1875. Por esos años se inició el turf en el país, acondicionándose la cancha Meiggs, en Bellavista, Callao. Un dato significativo es la fundación del Club Revólver en los años posteriores a la Guerra con Chile (1879).
Migraciones
Durante el siglo XIX la configuración social del Perú se nutrió con la incorporación de nuevos grupos de pobladores que se integraron de manera definitiva a la sociedad peruana. A la diversidad de lenguas y etnias autóctonas se añadieron otras culturas foráneas. A los españoles y africanos se sumaron inmigrantes de otros países europeos y asiáticos.
Migraciones europeas
El intento por regular y, en muchos casos, propiciar la migración europea se dio desde inicios de la república. En 1849, por ejemplo, se promulgó una ley de inmigración que favorecía la introducción de pobladores de diversas regiones del mundo. Pero esta se derogó en 1853, durante el gobierno de Echenique. No obstante, en 1857 la llegada de inmigrantes alemanes se materializó y formaron una colonia en la margen izquierda del río Pozuzo. Pero la ayuda prometida del gobierno peruano no fue igual de tangible. Por el contrario, debido a la carencia de vías de comunicación esta población se mantuvo aislada durante cerca de 120 años. Recién en 1970 se construyó la primera carretera, con ayuda del gobierno alemán.
En 1850 llegaron al Perú irlandeses que salieron de su país debido a las hambrunas causadas por el fracaso de las cosechas. Uno de los colonos más destacados fue William Grace. Este irlandés se empleó en una compañía inglesa de vapores que transportaba guano a Estados Unidos y Europa, empresa con la que se asoció, formado W. R. Grace Co., conocida como la Casa Grace. Esta empresa desempeño un papel muy importante, durante la ocupación chilena, en la refinanciación de la deuda externa del Perú. Funcionó en el Perú hasta 1968, a inicios del gobierno militar.
Otra colonia importante de europeos en el Perú fue la italiana. Su presencia ha quedado registrada desde el censo de 1857. Para ese entonces la población limeña arrojó un total de 94 195 habitantes, de los cuales 3 469 eran italianos. Crearon instituciones como la Sociedad Italiana de Beneficencia y Asistencia (1862) y la Sociedad Italiana de Instrucción y Educación Civil (1872). En 1873 se formó la Sociedad de Inmigración Europea, para favorecer la llegada de mano de obra. Esta sociedad estuvo presidida por el ciudadano italiano Aurelio Denegri.
Migraciones asiáticas
Luego de la abolición de la esclavitud, la ausencia de mano de obra impuso la necesidad de traer una cantidad considerable de chinos, denominados culis. La mayoría llegó para cumplir las labores realizadas antes por los esclavos negros. La migración china estuvo destinada a las haciendas costeras para luego diversificarse hacia negocios de exportación, restaurantes y bodegas. Los abusos cometidos contra estos inmigrantes en las haciendas obligaron al gobierno peruano a intervenir. Se originó una campaña internacional denunciando que el trato que se les daba era una forma encubierta de esclavitud que, para 1869, ya estaba éticamente cuestionada.
El debate ocasionó ese tema sacó a la luz muchos escándalos. El más importante fue el sonado caso de la barca María Luz, en 1872. Esta barca, de bandera peruana, traía culis. Uno de ellos logró escapar nadando hasta refugiarse en un buque británico en el puerto de Yokohama de Japón. Tras las denuncias de maltratos a los que eran sometidos en el barco, el gobierno japonés embargó el buque, su tripulación y su carga humana. Después de este hecho, las condiciones de inmigración cambiaron.
Por el contrario, la inmigración japonesa tuvo otro carácter. En primer lugar, porque se dio después de haberse establecido relaciones diplomáticas entre el Japón y el Perú. El convenio se rigió bajo pautas legales muy distintas a las de la primera migración china. En 1899 se realizó el ingreso formal del primer contingente de japoneses, aunque para entonces ya había japoneses en el país.