Cuántas veces habremos oído eso de “mirar atrás es sinónimo de aprender”, respecto al papel que tiene el pasado como legado y maestría del presente y futuro. No obstante, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y por eso, en el buen nombre de nuestra especie, debemos dejar nuestro particular sello. Ya lo decía Camille Sée: “dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”.
Estos días yendo de aquí para allá, ha llegado a mis manos un buen libro que tiene medio siglo: “La Sociedad Opulenta” (The Affluent Society) del economista canadiense, John Kenneth Galbraith. Una lectura, que sin casi buscarlo, me ha sumergido en el mundo más viperino de las finanzas; descubriendo los misterios de las grandes crisis financieras de la historia reciente del capitalismo. Unas retorcidas e hirientes páginas que muestran los excesos y defectos de sociedades manipuladas por el poder y el descontrol del dinero. Una desalentadora buena copia de la crisis económica actual.
En este sentido, Galbraith, procedente de la escuela de Harvard, define cuáles son los inconvenientes de las sociedades modernas y responde a la pregunta de qué se puede hacer para combatirlo. Aporta ideas sobre el enfoque ideológico predominante y añade lo mejor de otras filosofías económicas. Desde luego, el empleo del ‘thinking’ es un elemento clave de este autor.
No obstante, es sorprendente su habilidad para predecir la crisis económica actual. Quizá sea el primer economista de la historia en pronosticar el estallido de la burbuja financiera de 2008. Su discurso lleno de inteligencia deja claro cuáles son las amenazas y debilidades de la economía moderna: la codicia y la insensatez. Algunas frases (que fueron escritas en 1958) suenan tan recientes, que parecen escritas en la actualidad:
“Generamos más deuda de la que necesitamos para absorber las necesidades, creando un desequilibrio en el sistema”
“Una reducción en la capacidad de crear demanda artificialmente puede dar lugar a una disminución del consumo, a un aumento del paro forzoso y a un difícil problema de reajuste”
Desde luego un libro recomendable, que no dejará a nadie insatisfecho.