Revista En Femenino

La soledad de las madres - 2da parte

Por Maternarte
Hace unos días que vengo con la idea de escribir esta entrada, que de algún modo la tomo como la segunda parte de una nota anterior "La soledad de las madres", en donde hablaba de la soledad cotidiana, en la casa, con los chicos, una soledad externa.
Por otra parte, no sé por qué, de algún modo empezaron a "lloverme" artículos y escritos de mamás blogueras sobre la soledad, pero la soledad más interna, esa que tiene sabor a abandono. Hace un tiempo escribí una entrada La soledad también es maltrato; casi al mismo tiempo que estaba pensando sobre el tema, Brenda del blog "Amo ser mamá" escribió Nos preparamos "realmente" para la llegada de nuestros hijos?; y luego me llega la entrada Convertirse en madre del blog de Nuria Otero Tomera. Estos últimos dos artículos hablan en general sobre la maternidad, pero la maternidad "en serio", no la maternidad de publicidad que te pinta la mamá que está feliz porque compra el cochecito, la cuna o la ropita para su bebé (que eso también es maternidad, pero la parte "rosa", como dijo Bren en su nota).
Convertirse en madre (como el título de Nuria) o nacer a la maternidad es mucho más que eso. Es un re-nacimiento de la mujer, a partir del re-encuentro con ella misma, con su historia, con sus sombras (de manera consciente o inconsciente), porque, como dice Laura Gutman, la mujer deja de ser mujer por un tiempo para ser una "mamábebé". Ya no se es una, se es "dos en uno".
A eso, sumémosle los apuros de la sociedad, para que el bebé (y la mamá) se adapte a sus tiempos: enseguida volver al trabajo, a los compromisos, a los eventos, una mamá que está inundada de hormonas de amor y de leche y de cansancio, un bebé que es pequeñito y que dentro de la panza de su mamá no conocía de tiempos ni de días ni de noches. Enseguida la mamá tiene que estar perfecta, radiante, y pronto adaptada a los tiempos de la sociedad. Enseguida el bebé tiene que aprender a "portarse bien", ser sumiso, quedar bien, no llorar, reprimir sus necesidades, en "beneficio" de la sociedad.
Y si no te adaptás... la soledad. Me llamó la atención que en los artículos mencionados más arriba (y otros más que he leído por ahí) cerca de la palabra "maternidad" aparece la palabra "soledad". Personalmente, la sufrí mucho. Cuando mi bebé nació, su papá trabajaba de día y de noche, por lo que estaba siempre sola, era invierno (y pleno auge de la gripe A) por lo que tampoco se podía salir mucho, así que la compañía más frecuente para nosotros (mi bebé y yo) eran las cuatro paredes de mi casa ("el resto del mundo", muy ocupado en "sus cosas"). Imaginarán, o sabrán por experiencia, fue durísimo.
No solamente la soledad en sí misma fue durísima, sino sentirme así. Me sentía culpable... ¿cómo podía ser, sentirme tan sola y abandonada, si en realidad estaba con mi bebé y debía estar feliz?
Y leer el libro de Laura Gutman, fue una revelación: ¡yo no era la única! ¡y era "normal" sentirse como yo me sentía! (aclaración: "normal" en los tiempos que corren, debido a la inexistencia de "tribu"). Y luego ingresé a "mi tribu virtual", donde empecé a encontrarme con otras mamás, y al leerlas continué sintiéndome más tranquila.
Retomemos. En orden "cronológico" (o lineal): cuando nació mi bebé, sentí mucha soledad; al leer a Laura Gutman descubrí que es "normal"; cuando ingresé al mundo de mamás blogueras, empecé a leer la palabra "tribu virtual" o "redes de madres 2.0"; y hasta incluso me llegó un artículo con un título que me impactó "La soledad como maltrato"...
Es duro. Es triste. Pero es real. Ser madre es lo más mágico y bendito que nos puede ocurrir en la vida, pero es muy difícil en estos tiempos, donde los tiempos los tiempos de la sociedad son muy acelerados, rígidos y hasta despiadados, y donde los tiempos de "mamábebé" se miden por los latidos del corazón al unísono, la inexistencia de días y noches, la lactancia a demanda, el dormir cuando se puede, en donde el deseo de vivir al propio ritmo tiene como precio la soledad.
Las mamás que me lean y que ya hayan pasado por esto, seguramente les resonarán mis palabras a modo de recuerdo. Y si hay alguna mamá reciente que está leyendo estas palabras, y que se está sintiendo así, bueno, que sepa que no está sola. Acá estamos las mamás de la "tribu virtual" formando una "red de madres" para sostenernos, acompañarnos y apoyarnos :)
Un abrazo maternal que proteja un poco de la soledad...

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