Revista Maternidad

La soledad de los hijos

Por Maternarte
Mi entrada anterior se llamó "La soledad de las madres". Para ser justa, ahora también tengo que escribir sobre la soledad de los hijos. Porque pasa a veces, que sabés, tenés consciencia de ciertas situaciones, pero tiene que pasar algo cercano para que te haga reflexionar más profundamente, o tomar más consciencia. Muchas veces algunos hijos están muy solos y se sienten muy solos (lo cual es peor).
La hermana de una conocida acaba de tener su cuarto bebé. A mí me pasa que, después de todo lo que pasé con el primer hijo, siento que he aprendido y si tuviera otro (el segundo), me tendría más confianza. Así que me imagino que con el cuarto "la tenés clara", estás más "canchera" (en modismo argentino, "canchera" significa algo así como que te sentís tan segura que ni la tenés que pensar). Pero bue... tampoco es la cuestión.
La hermana de esta conocida que acaba de tener su cuarto bebé, tiene una verdulería. Ella es la dueña, y ella trabaja ahí. Yo pensaba "lo bueno es que si quiere empezar a trabajar enseguida (enseguida = dentro de un tiempo, me habían comentado que había contratado a otra empleada aparte de la que tenía) como ella es la dueña, se puede llevar la bebé con ella y así están juntas, y nadie le dice nada (nadie la critica), si ella es la dueña". Bueno, ayer me cuentan que tuvo la bebé y a los dos días se puso a trabajar. "Ah", digo yo, "se lleva la bebé con ella". "No", me contestan, "como ella tiene la casa al lado, trabaja, cuando la bebé quiere la teta, va, se la da, y vuelve a trabajar".
O sea, todo bien con que si quiere o necesita trabajar, vuelva al trabajo, contando con la ventaja que ella es la dueña y maneja los tiempos como quiere, y todo bien con que le da la teta (y si no le diera teta...?), pero la bebé no tiene ni una semana, y se queda en la casa al cuidado del papá (todo bien, quién mejor para cuidarla), pero la bebé estuvo en la panza de la mamá, y necesita a su mamá, el olor de su mamá, el latido del corazón de su mamá, la voz de su mamá... es recién nacida! Lo que yo no comprendo es cómo si es la dueña de la verdulería y podría tener la bebé en un portabebé mientras trabaja, o hasta en un cochecito, no la lleva con ella... por más que viva al lado, lo que la bebé siente es soledad.
Quiero decir, como un ejercicio, cerremos los ojos, pensemos en la bebé que tiene hoy lunes cuatro días de vida (y su mamá empezó a trabajar hace dos, ocho horas al día, cuatro a la mañana, cuatro a la tarde). Dadas las circunstancias, mamá es la fuente de la mejor leche que puede darle, pero nada más. Porque no es como otras madres, empleadas en relación de dependencia, que a veces a los 45 días deben dejar el bebé al cuidado de otros (abuelos, niñera o guardería) y que no pueden llevar al bebé con ellas, porque si no las despiden. Lo que me duele de manera ajena es que teniendo la posibilidad de llevarse a la bebé con ella (porque es la dueña del negocio y como tal hace lo que quiere) no lo hace. Además, no trabaja sola, tiene ayuda en el negocio.
Lo triste es que este caso no es el único. Vivimos en un mundo "salvaje", en todos los sentidos, lo que incluye lo laboral. En todos los blogs de maternidad que hay dando vuelta, siempre termino leyendo en algún lado sobre la conciliación trabajo-familia, porque queremos estar más tiempo con nuestros hijos pero sobre todo porque nuestros hijos nos necesitan. A nosotros, madres y padres, nos encanta estar con nuestros hijos, pero nuestros hijos nos necesitan (sí, así, escrito y resaltado las dos veces).
Una vez, un niño de 7 años me contaba que él a la mañana iba a la escuela, cuando volvía a su casa al mediodía no había nadie, así que él salía a hacer las compras y luego almorzaba solito. Yo me quedé dura. Esto fue hace unos años, cuando ser madre todavía no estaba en mis planes. Pero me impactó mucho.
Como escribí más arriba, hay situaciones en las que no queda otra que madre y padre deban salir a trabajar, y a veces muchas horas. Pero algo hay que hacer. Los niños no pueden estar así solitos. No se lo merecen, y nos necesitan.
A mí me da mucha pena. Entiendo que vivimos en un mundo difícil laboralmente, y como ya escribí, muchos madres y padres deben salir a trabajar. Pero los que están pagando son los niños, que quedan solos muchas veces desde muy pequeños, y a través de sus diferentes etapas nos necesitan de diferentes maneras.
No sé, digo yo, ¿está muy mal que me haya dado pena esta bebé tan chiquita?

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