Revista Cultura y Ocio
Ilustración Tamara De Lempicka.-Francisco Villaespesa-
¡Oh enfermas manos ducales, olorosas manos blancas!...
¡Qué pena me da miraros,inmóviles y enlazadas,entre los mustios jazminesque cubren la negra caja!
¡Mano de marfil antiguo,mano de ensueño y nostalgia,hecha con rayos de lunay palideces de nácar!
¡Vuelve a suspirar amoresen las teclas olvidadas!¡Oh piadosa mano mística!Fuiste bálsamo en la llagade los leprosos, peinastelas guedejas desgreñadasde los pálidos poetas;acariciaste la barbaflorida de los apóstolesy de viejos patriarcas,y en las fiestas de la carne,como una azucena, pálida,quedaste, en brazos de un beso,de placer extenuada...
¡Oh manos arrepentidas!¡Oh manos atormentadas!
¡En vosotras han ardidolos carbones de la Gracia!¡En vuestros dedos de nieve soñó amores la esmeralda; fulguraron los diamantescomo temblorosas lágrimas,y entreabrieron los rubíessus pupilas escarlata!
¡Junto al tálamo florido, en la noche epitalámica,temblorosas desatasteisde una virgen las sandalias!¡Encendisteis en el templolos incensarios de plata,y al pie del altar, inmóviles,os elevasteis cruzadascomo un manojo de liriosque rezase una plegaria!
¡Oh mano exangue, dormidaentre flores funerarias!¡Los ricos trajes de seda,esperando tu llegada,envejecen en las sombrasde la alcoba salitaria!
¡En Ia argéntea rueca, dondeáureos ensueños hilabas,hoy melancólicas tejensus tristezas las arañas!
¡Abierto te espera el clave,y sus teclas empolvadasaun de tus pálidos dedoslas blancas señales guardan!
En el jardín, las palomasestán tristes y calladas,con la cabeza escondidabajo el candor de las alas...
¡Sobre la tumba, el poetainclina la frente pálida,y sus pupilas vidriosasen el fondo de la cajaaún abiertas permanecen,esperando tu llegada!
Blancas sombras, blancas sombrasde aquellas manos tan blancas,que en las sendas florecidasde mi juventud lozanadeshojaron la impolutamargarita de mi alma...¿Por qué oprimía en la nochecomo un dogal mi garganta?
¡Blancas manos! ... Azucenaspor mis manos deshojadas...¿Por qué vuestras finas uñasen mi corazón se clavan?
¡Oh enfermas manos ducales,olorosas manos blancas!.
¡Qué pena me da mirarosinmóviles y enlazadas,entre los mustias jazminesque cubren la negra caja!