Traductor: Santiago Martín ArnedoEditorial: Hoja de LataISBN: 9788416537167Páginas: 168
Algo tienen de adictivos los relatos de Marie Luise Kaschnitz. Leer el primero llevará inevitablemente a hacerlo con un segundo, un tercero.
Los ambientes oscuros, las personas inquietantes, los comportamientos impropios de ciudadanos corrientes son sus ejes transversales, pero también, la calidez humana, la colorista alegría infantil o la resistencia ante la pérdida de la inocencia. Un trasatlántico que nadie parece comandar, un jardinero gigante e inocente al que tiranizan los niños o una mujer escondida en casa de un familiar de la persecución nazi nos sumergen en el magistral suspense psicológico que genera la gran autora alemana.
Introducirse en la galardonada narrativa breve de Kaschnitz nos hace volver a nuestra infancia, a la lectura de cuentos de miedo a la luz de una lámpara. A pesar del temor que nos crean, el ambiente mágico al que nos transportan hacen que no podamos renunciar a seguir leyendo.(Sinopsis de la editorial)
Marie Luise Kaschnitz ha sido una gran sorpresa para mí gracias a este libro. No conocía a esta autora antes de que Hoja de Lata publicara La niña gorda, y tras leer sus cuentos me he quedado encantada. Pero es que con esta editorial siempre nos ocurre lo mismo: autoras que no conocíamos o de las que no habíamos leído nada se han convertido en favoritas en nuestro blog gracias a la labor de Hoja de Lata. Ahí están los casos de B. M. Bower con El rancho de la U alada, las Cartas de una pionera de Elinore Pruitt Stewart o Tea rooms de Luisa Carnés, que Rustis no se cansará de recomendar a todo el que la escuche. No se puede elegir mejor un catálogo editorial, y no se puede tener un catálogo que nos guste más.
En este libro se recogen varios relatos que, como en su título se indica, van a provocarnos una gran inquietud por diferentes motivos. Alguno de ellos es más amable, como Popp y Mingel, en el que se trata la inocencia infantil y el paso a la adolescencia, o La brizna de paja. Otros, sin embargo, nos harán pasarlo bastante peor, como me ocurrió con uno de mis favoritos, Sombras alargadas, en el que una chica pasea por las afueras de una ciudad de vacaciones y se encuentra con un niño que, en un momento dado, muestra una actitud no muy propia precisamente de un niño.
Hay otros relatos que me recordaron un poco a los cuentos de fantasmas de la época de Dickens, como Historia de un barco, en el que la protagonista viaja en un barco del que luego nadie sabrá nada más (por cierto, en la web de la editorial podéis leer este relato), o Fantasmas, una narración muy del estilo gótico. También nos asusta la autora con cómo a veces los niños no son tan inocentes: en Nesemann unos niños traicionan al mozo que trabaja para ellos, y en Un pandero, un caballo hay una niña que no es tan inocente como parece.
Marie Luise Kaschnitz
Hay más relatos en esta recopilación, y todos de una calidad literaria indiscutible. Son historias cargadas de enigmas y de sentidos ocultos. Es más, creo que para mí sería necesaria una nueva lectura para poder captar todos los detalles que están contenidos en ellas. No es un libro muy largo y se podría leer rápidamente, pero no os recomiendo que lo hagáis así. Si queréis disfrutarlo de verdad es mejor hacerlo en pequeñas dosis, y leer de relato en relato dejando un tiempo entre ellos para pensarlos y saborearlos. En algún sitio he leído que La niña gorda era el relato favorito de Marie Luise Kaschnitz. Sólo por eso, y con lo que me han gustado los de este libro, necesito ya leer los de la primera recopilación publicada por Hoja de Lata. Aquí os dejo la portada (como siempre, una preciosidad).En algún sitio he leído que La niña gorda era el relato favorito de Marie Luise Kaschnitz. Sólo por eso, y con lo que me han gustado los de este libro, necesito ya leer los de la primera recopilación publicada por Hoja de Lata. Aquí os dejo la portada (como siempre, una preciosidad).