Los científicos de la primera misión espacial cuyo objetivo fue recoger una muestra de asteroide y regresar a la Tierra han confirmado la presencia de partículas recogidas en un pequeño contenedor a bordo de la sonda espacial Hayabusa de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA).
Arriba: Imagen detallada que muestra las partículas del asteroide recogidas por Hayabusa. Crédito: JAXA.
El 13 de junio de 2010, Hayabusa regresó a la Tierra después de haber visitado al asteroide cercano a la Tierra Itokawa. La nave aterrizó en Woomera, al sur de Australia, terminando una misión de exploración extraordinaria, en la cual los científicos de la NASA también estuvieron involucrados.
La investigación inicial por parte de un microscopio de electrones revela cerca de 1.500 granos identificados como partículas rocosas y se determinó que eran de origen extraterrestre del asteroide. Sus tamaños es en la mayoría de los casos inferior a 10 micrómetros. Manipular estos granos requirió de habilidades y técnicas especiales. JAXA está desarrollando las técnicas de manipulación necesarias y preparando el equipo asociado para mayores análisis.
Lanzada el 9 de mayo de 2003 desde el Centro Espacial Kagoshima, Uchinoura, Japón, la sonda Hayabusa fue diseñada como una prubea de vuelo. Su misión: investigar varias tecnologías de ingeniería nuevas necesarias para el retorno de muestras planetarias a la Tierra para su mayor estudio. Con Hayabusa, los científicos e ingenieros de JAXA esperaban obtener información detallada sobre la propulsión eléctrica y navegación autónoma, además de una cápsula de muestras de asteroide y de reentrada.
Hayabusa, una nave de 510 kilogramos, se encontró con el asteroide Itokawa en septiembre de 2005. Durante los próximos dos meses y medios, la nave realizó observaciones cercanas de la forma del asteroide, su terreno, la distribución de altura superficial, composición mineral, gravedad, y la forma en que reflejaba los rayos solares. El 25 de noviembre de ese año, Hayabusa tocó brevemente la superficie de Itokawa. Fue la segunda vez en la historia que una nave descendía a la superficie de un asteroide (La sonda NEAR de la NASA lo había realizado el 12 de febrero de 2001 sobre el asteroide Eros).
La nave dejó a Itokawa en enero de 2007. Un equipo de navegadores japoneses y estadounidenses guiaron a Hayabusa en la parte final de su viaje. Juntos, calcularon las maniobras de corrección de trayectoria final que el sistema de propulsión de iones de Hayabusa debía realizar para un retorno exitoso.
Para obtener los datos que necesitaban, el equipo de navegación frecuentemente usó las estaciones de rastreo en Japón y las de la Red de Espacio Profundo de la NASA, la cual posee antenas en Goldstone, en el Desierto de Mojave en California; cerca de Madrid; y cerca de Canberra, Australia. Además, las estaciones proveyeron de una comunicación casi continua con la nave a los planificadores de vuelo, para así mantenerse informados sobre el estado de la nave.
Después del regreso de la nave, los investigadores la recuperaron y transportaron al edificio de muestras de JAXA en Sagamihara, Japón. Allí, los científicos japoneses de astromateriales, asistidos por dos científicos de la NASA y uno de Australia, realizaron un catálogo y análisis preliminares de los contenidos de la cápsula.
Más información:
Página de la misión Hayabusa
Artículo en el sitio de la NASA
Fuente: NASA.