En longitudes de onda ultravioletas es posible observar las estructuras nubosas de la atmósfera de Venus, así como observar la superrotación
La sonda de Akatsuki ha viajado hacia Venus desde su lanzamiento el 20 de mayo desde el Centro Espacial de Tanegashima. El viaje de casi siete meses termina hoy lunes con una maniobra de inserción orbital en Venus.
Akatsuki está programado que encienda su motor principal de maniobra para las 23:49 GMT (6:49 de la tarde hora del este de los Estados Unidos) de hoy lunes durante unos 12 minutos, proporcionando el impulso necesario para frenar la sonda lo suficiente como para que la gravedad de Venus capture la nave espacial.
Los funcionarios tendrán que esperar 12 horas para determinar la órbita de la nave alrededor de Venus, según información procedente de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA).
Akatsuki realizará varios encedendidos de su propulsor de control de orientación la noche del lunes y madrugada del martes, incluyendo una maniobra para apuntar su antena de radiocomunicaciones hacia la Tierra.
Se esperan noticias de la nave ya en órbita alrededor de las 12:00 horas GMT (7 de la mañana hora del este) del martes.
El orbitador fue lanzado con con la vela solar Ikaros, que desplegó con éxito una vela ultrafina el verano pasado y ha demostrado su viabilidad como fuente de propulsión alternativa.
Ikaros está también en trayectoria hacia Venus, pero pasará de largo a finales de este mes y continuará dando vueltas al Sol.
Después que del encendido del propulsor el lunes por la noche, la órbita de Akatsuki será afinada durante las próximas semanas hasta alcanzar su órbita de trabajo, de cerca de 80.000 km por encima de las nubes.
Las cinco cámaras de Akatsuki tomarán datos sin precedentes de la atmósfera del planeta y el efecto invernadero desbocado durante una misión de dos años. Akatsuki también lleva sensores para buscar volcanes activos, así como tormentas eléctricas.
La espesa atmósfera de Venus está compuesta por dióxido de carbono, y es azotada por corrientes en chorro de hasta 350 km/h durante su "superrotación". El dióxido de carbono atmosférico eleva las temperaturas a casi 500º C, lo suficientemente caliente para derretir el plomo. La presión atmosférica en la superficie es de aproximadamente 90 veces mayor que la presión a nivel del mar en la Tierra.
"A pesar de que se cree que se formó en condiciones similares a las de la Tierra, es un mundo completamente distinto del nuestro, con temperaturas extremadamente altas, debido al efecto invernadero producido por el dióxido de carbono y la superrotación de la atmósfera, con densas nubes de ácido sulfúrico,", explicó Takeshi Imamura, científico del proyecto de Akatsuki.
Cada una de las cámaras de la sonda está diseñada para estudiar una parte de la atmósfera de Venus, desde imágenes de la superficie hasta observaciones de las nubes altas de dióxido de azufre sulfúrico a una altitud de 100 kilómetros.
Concepción artística de la sonda Akatsuki en órbita alrededor de Venus. Crédito: JAXA
Dos cámaras infrarrojas de onda corta observarán patrones de nubes de baja altitud, trazarán mapas de la distribución del vapor de agua y el monóxido de carbono, así como mapas de la superficie para descubrir volcanes activos. Las nubes impiden que las cámaras ópticas observen la superficie.
Los datos del orbitador Venus Express mostraron evidencias de coladas de lava recientes en torno a tres montañas, dando nuevas esperanzas a los científicos de descubrir un volcán activo en el planeta.
Venus Express continúa el estudio de Venus desde una órbita similar a la que se prevé describa Akatsuki. Las sondas comenzarán a realizar observaciones conjuntas en enero.
Una cámara de infrarrojos y un instrumento ultravioleta observarán las estructuras nubosas en nubes superrotación en la atmósfera superior. Otra cámara ultravioleta también hará un seguimiento del dióxido de azufre, precursor de las nubes de ácido en Venus.
Venus gira sobre su eje una vez cada 243 días, considerablemente más lento que cualquier otro planeta del sistema solar.
"En la mayoría de planetas como la Tierra y Marte, la atmósfera general, rota muy lentamente en comparación con la rotación planetaria", explicó Masato Nakamura, director del proyecto Akatsuki. "En Venus, sin embargo, la atmósfera gira a un ritmo muy rápido aproximadamente 60 veces más deprisa que la de la rotación del planeta. En mecánica de fluidos, este extraño comportamiento se llama superrotación."
Otra cámara de gran campo tomará 30.000 imágenes segundo a la caza de rayos en Venus.
Los resultados de Akatsuki aportarán a los científicos más herramientas para entender mejor las diferencias entre la Tierra y Venus.
Los científicos dicen que Venus se formó de una manera muy similar a la Tierra y probablemente disfró épocas más tranquilas en su pasado remoto. Pero desde hace bastante tiempo algo salió mal, llevando a un planeta potencialmente templado en el pasado como Venus por un camino muy distinto a la Tierra.
Antes de que los investigadores puedan determinar la causa de por qué Venus es tremendamente inhóspito, deben enviarse misiones robóticas para desentrañar las condiciones del planeta y cómo están vinculadas entre sí.
"Al usar [Akatsuki] para investigar la atmósfera de Venus y compararla con la de la Tierra, esperamos aprender más sobre los factores que determinan los ambientes planetarios", explicó Imamura. "Desde esta perspectiva podremos entender mejor por qué la Tierra es como es hoy en día, y cómo podría cambiar en el futuro."
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