Eres luz, que eventualmente olvida su brillo. Eres esperanza y color en un mundo que va más allá de la escala de grises.
Sigues siendo niño o niña, a pesar de que mucha gente insista en condenar la irremediable madurez que el paso del tiempo sugiere.
Es momento de gritar de vez en cuando, lanzarse a perder el control, sin más ni más y disfrutar la brevedad de los espacios es que aún te puedes permitir, seguir siendo niño o niña.
Y que nadie ose criticarte o que sus criticas patinen y se caigan en la misma necedad de quienes aun no entienden que la felicidad puede albergarlos si se enfocan en su misma luz de linterna,
Que está también puede brillar hacía adentro y sobre todo calentar los corazones y hacer más fácil que tus propias palabras sean faros de estrellas que moldeen el mejor camino posible a quienes más lo necesitan.
Más publicaciones de Motivación en mi perfil de Twitter: