Actualmente se estima que más de sesenta millones de personas en el mundo tartamudean.
Los científicos de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos han descubierto cambios genéticos que podrían influir en dichas personas.
Ellos presumen que las partes del cerebro donde se forma el habla pueden ser sensibles a los problemas causados por genes defectuosos.
Así, estarían descartando las hipótesis del nerviosismo y de los problemas sociales como causas de la tartamudez.
Cabe indicar que muchos niños tartamudean cuando son pequeños pero conforme crecen superan ese problema.
No obstante, un niño debería ser sometido a una evaluación por un especialista de lenguaje en los siguientes casos:
- Cuando tartamudea durante seis meses o más. Recomiendo leer el articulo (que preguntar al pediatra)
- Si presenta otros problemas del habla.
- Cuando tiene temores o inquietudes acerca de la tartamudez.
- Si existe una historia familiar de tartamudez.
Foto cortesia de www.google.com
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