Revista Ciencia

La taxonomía del siglo XX, el impacto de la teoría evolutiva y la genética

Publicado el 26 julio 2013 por Joseleg
La taxonomía del siglo XX, el impacto de la teoría evolutiva y la genética La taxonomía del siglo XX, el impacto de la teoría evolutiva y la genética
Desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX las teorías evolutivas pasaron por una etapa de estandarización, en la que los nuevos métodos de química y especialmente de microscopia empezaron a arrojar nuevas pistas sobre el modo en que los seres vivos se podían organizar.
Esta época es especialmente importante por la fusión de dos teorías, el neodarwinismo que había sido acuñado por Wallace, Romanes y Weismann, y la teoría genética que había sido redescubierta por varios autores independientes Hugo De Vries, Carl Correns, y Erich von Tschermak.
La fusión de ambas teorías junto con una serie de campos dentro de la biología y la estadística dio nacimiento a la teoría sintética de la evolución “TSE”.
El foco de la TSE ya no serían más los individuos, sino las poblaciones y el problema de las especies. Las especies serian estudiadas al nivel de las poblaciones. Las poblaciones se describen en base a una muestra significativa de individuos para describir la variación estadística de las estructuras, mientras que los especímenes tipo y los esquemas son solo modelos que se aproximan a la realidad.
La genética de poblaciones permitió determinar que las especies son un concepto más complejo de lo que aparenta a simple vista. En esta misma época se genera la definición biológica de especie “conjunto de poblaciones que pueden reproducirse entre sí y generar descendencia viable”. Aunque los problemas de dicha definición serán abordados con mayor profundidad en artículos futuros, por el momento cabe decir que su importancia radica en abandonar el concepto morfológico de especie.
La taxonomía del siglo XX, el impacto de la teoría evolutiva y la genética

La taxonomía del siglo XX, el impacto de la teoría evolutiva y la genética

Figura Txx-01. Las panteras negras ni siquiera se las puede reconocer como razas o subespecies, pues en una población una madre puede dar lugar a hijos con diferentes fisonomías. Es bastante similar al caso de melanización humano.

Este abandono se debe a que existen individuos muy diferentes entre si, pero que pertenecen a la misma especie, por ejemplo el jaguar y la pantera negra. Y por otro lado existen individuos indistinguibles entre sí, pero que pertenecen a especies diferentes, a las cuales llamamos especies crípticas.
Una especie críptica solo puede identificarse por métodos químicos-genéticos, los cuales permiten medir como se reproducen las poblaciones, y si existen dos poblaciones que no se están reproduciendo entre si aun cuando viven en la misma área geográfica y tienen la misma morfología.  

La taxonomía del siglo XX, el impacto de la teoría evolutiva y la genética

Figura Txx-01. Debido a los efectos del aposematismo batesiano o mulleriano, varias especies pueden hacerse crípticas e indistinguibles morfológicamente, en esta imagen tenemos 8 especies crípticas que pertenecen a 4 géneros diferentes y cada uno a 2 subfamilias independientes.

Estas nuevas tecnologías inauguran una tendencia que se reforzará en la actualidad, el que aunque una especie es descrita en base a sus características morfológicas, el criterio de demarcación entre especies será exclusivamente genético.
Siguiendo la tendencia originada por Darwin, la taxonomía del siglo XX aspira a ser filogenética, es decir, a describir grupos naturales, descendientes de ancestros comunes, sin embargo este ideal choca con la disponibilidad tecnológica del biólogo del momento, y muchas veces se establecieron grupos conscientemente artificiales, pero que no podían distinguirse mediante criterios objetivos. PRINCIPAL REGRESAR


Volver a la Portada de Logo Paperblog