Clasificación de
los seres vivos
La historia de la taxonomía
Introducción a la taxonomía, una perspectiva
epistemológica
Los nombres de los seres vivos, el problema de la
designación
Los tipos, y los arquetipos, el problema de lo platónico
La taxonomía y epistemología, el problema del modelo y la
realidad
La taxonomía y epistemología, el problema del cambio
teórico
La taxonomía y epistemología, el
problema del modelo y la realidad
Cuando
Galileo afirmó que la mejor forma de explicar los patrones de luminosidad de la
superficie de la luna podrían ser explicados asumiendo que la luna posee
montañas y valles como los que tiene la tierra, él estaba empleando un proceso de inferencia lógica que no era
nuevo para las ciencias naturales de su tiempo, pero que se ha convertido en
uno de los fundamentos del proceso científico moderno.
En
el párrafo anterior puede observarse una clara distinción en como creemos que
opera la ciencia y como es la ciencia realmente.
De
cierta forma esperamos que la ciencia y el científico sean algo directo, observable
de manera evidente en sí misma, de exista un objeto A y un observador B,
entonces B observa directamente a B y lo conoce, y lo manipula.
Sin
embargo esta perspectiva no encaja con
el ejemplo del primer párrafo, pues allí aparecen palabras “incomodas” para el
que piensa que la labor del científico es la observación directa de las cosas.
Una de esas “palabras peligrosas” es asumir, a muchos les molesta que la
ciencia y los científicos arriesguen tanto en presunciones, sin embargo estas
son presunciones informadas.
La
historia de la ciencia está plagada de este tipo de presunciones, por ejemplo,
todo el modelo cuántico moderno se basó en la presunción de un sistema matemático
que operaba en base a una constante de proporcionalidad que no era otra que un valor
que había encontrado un científico llamado Max Planck.
Planck
trabajaba acerca de cómo era absorbida la energía por un cuerpo negro, hasta
entonces la explicación preponderante se basaba en la teoría de Newton en la
cual todo cambio en la naturaleza era continuo, sin cambios bruscos, una partícula
se movía solo un poco de su posición anterior cada instante. Sin embargo cuando
Planck hizo sus cálculos encontró con que las cosas no cuadraban.
Para
quien piensa que la ciencia opera A → B,
es decir que la naturaleza se deja conocer de manera directa, esta historia
plantea el problema de que, el investigador no podía explicar el fenómeno, ni
desde sí mismo, ni desde las explicaciones previas.
Planck
“asumió” un modelo diferente al de Newton, mientras que para Newton sus seguidores las cosas cambiaban de a pocos
“cambio continuo”, Planck decidió “asumir (palabra peligrosa)” que las cosas cambiaban
de forma discreta, a saltos, o en cantidades fijas no continuas, en cuantos de
allí el nombre de cuántica a toda la rama de la física”. Sus trabajos conllevaron
a la descripción de la constante de los saltos cuánticos que lleva su nombre.
Nuevamente
tenemos el caso de que el científico asumió una explicación y la enfrentó
contra la experiencia.
Lo
anterior implica que el proceso científico opera con un elemento extra que
llamaremos C, el modelo. La naturaleza es percibida por el investigador de
acuerdo a un modelo C, que debe corresponder con los fenómenos medidos. Si C o
corresponde a nuevas medidas entonces o se reformula o se cambia por un nuevo
C, un nuevo modelo.
Con
la taxonomía pasa algo semejante, los seres vivos no vienen con una etiqueta de
a qué tipo pertenecen. Somos los seres humanos quienes inventamos modelos de
representación que nos sirven para organizar la variedad de seres vivos que nos
rodean. La taxonomía es pues, al menos en sus orígenes un modelo del lenguaje
que se basa en criterios utilitarios.
Esta
organización, este modelo esculpen nuestra representación del mundo natural,
por ejemplo si alguien en su modelo mental piensa que las uvas son una especie,
encontrará chocante saber que actualmente se considera la existencia de varias
especies diferentes de uva. No va a cambiar su etiqueta mental, sino que
intentará acomodar a la fuerza esta información desacuerdo a su construcción de
mundo.
La
taxonomía desde la perspectiva de las ciencias naturales es un modelo de
realidad, que actualmente se basa en el criterio de la filogenética evolutiva,
es decir, la clasificación obedece al intento de reconstruir las afiliaciones
de los grupos de acuerdo a su semejanza estructural o ultraestructural,
idealmente al nivel del ADN para así aproximarse a su historia evolutiva.
De
acuerdo a lo anterior, alguien que no acepte como valido el modelo evolutivo,
no aceptará el modo en que se clasifican y reclasifican los seres vivos, y además
encontrará el modo en que esta ciencia cambia un poco caótico.
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