Revista Salud y Bienestar
Sentir euforia cuando se está frente a la computadora; consultar el correo electrónico de manera desproporcionada, o mentir sobre el tiempo real que pasa conectado y descuidar la vida real, son conductas que manifiestan muchos jóvenes, y las cuales deben prender las alarmas de los padres y representantes. Son señales que hay que monitorear en nuestros jóvenes como un problema de salud pública, sostiene el profesor Hernán Matute Brouzés, coordinador general de la Cátedra Libre Antidrogas del Instituto Pedagógico de Caracas en Venezuela, quien define estas conductas como manifestación de la "tecno adicción", o dependencia de la tecnología. Estudios internacionales de psicólogos y estudiosos del fenómeno sostienen que 10% de los usuarios de Internet sufren de esta dependencia psicoemocional. Los afectados por este síndrome de adicción suelen tener tiempos de conexión a la red anormalmente altos, se aíslan de su entorno y desatienden sus obligaciones familiares, escolares, personales y laborales. La tecnoadicción, o tecnofilia, de forma similar a la farmacodependencia, genera graves consecuencias en la vida cotidiana, pues destruye las relaciones sociales y la salud física y mental del individuo.