Revista Cultura y Ocio

LA TEMPLANZA. María Dueñas.

Publicado el 01 octubre 2019 por José Antonio Ribes Pérez @Josan_Ribes

María Dueñas llegó triunfo, como una gran profesora, nos dio una lección a todos de gusto y buen lenguaje. “La templanza” hace honor a su título, moderación, sobriedad y continencia. Quiere recuperar a todos aquellos seguidores que le dieron su voto de confianza, con una novela de época, con perfectas descripciones, lugares interesantes, intentando crear desde las primeras páginas la intriga y mucha templanza para seguir leyendo.Sobre esta tercera aventura editorial de María Dueñas, se corre el riesgo de emitir muchos per-juicios extraliterarios.
LA TEMPLANZA. María Dueñas.SINOPSIS: Nada hacía suponer a Mauro Larrea que la fortuna que levantó tras años de tesón y arrojo se le derrumbaría con un estrepitoso revés. Ahogado por las deudas y la incertidumbre, apuesta sus últimos recursos en una temeraria jugada que abre ante él la oportunidad de resurgir. Hasta que la perturbadora Soledad Montalvo, esposa de un marchante de vinos londinense, entra en su vida envuelta en claroscuros para arrastrarle a un porvenir que jamás sospechó.De la joven república mexicana a la espléndida Habana colonial; de las Antillas al Jerez de la segunda mitad del XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad andaluza en un enclave cosmopolita y legendario. Por todos estos escenarios transita La Templanza, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. Una historia de coraje ante las adversidades y de un destino alterado para siempre por la fuerza de una pasión.Sólo las grandes historias despiertan grandes emociones.
El trasfondo de las dos novelas anteriores de Dueñas estaban muy relacionadas con su memoria familiar y personal: el Marruecos español “El tiempo entre costuras” y la vida universitaria en “Misión olvido”. En cambio, en “La templanza” es una novela de nueva planta, por los que no ha tenido más asideros a los que agarrarse que su fértil imaginación.“La templanza” es una novela de corte histórico en la que Dueñas entremezcla una historia de amor en la que aparecen elementos de intriga y de tejemanejes policíacos.La acción comienza en Méjico, la década de 1860 que ha alcanzado la independencia de la corana española pero que aún no ha alcanzado la tranquilidad, en contantes pugnas internas. Pasará la acción a Cuba, concretamente a La Habana, aún dependiente de la corona española; un mundo en el que los inmensos beneficios producto del cultivo del azúcar y el tabaco, apoyados en una esclavitud todavía vigente en la isla, dan lugar a un mundo colorido, despreocupado, a una sociedad que busca el deleite de los sentidos, una sociedad libre de prejuicios y cuyo miedo proviene de una población negra cada vez más numerosa. Por último, llegareis a Jerez una ciudad muy próspera gracias a sus vides y sus bodegas, ciudad que se acabará convirtiendo en escenario principal de la trama.De hecho, es una historia que se cuenta en cierto modo a la inversa, antes que nada, tengo que advertir, que no es una historia de amor, como he leído por alguna parte. “La templanza” es una novela histórica, bastante original y, sobre todo, es una historia de reinvenciones y de un hombre hecho a sí mismo en el tiempo de descuento. María Dueñas lo que os quiere contar, en lo que se ha querido centrar, es en esa persona que lo pierde todo, desde su estatus social al respeto de su entorno. Veréis la capacidad de tesón, de esfuerzo, de enfrentarse a esa situación, pero también el empeño por salir de lo más bajo para devolverse el orgullo a sí mismo.Una obra, como puede deducirse a tenor de lo dicho, de coraje ante las adversidades, una novela que habla de glorias y derrotas, de minas de plata, intrigas de familia, viñas, bodegas y ciudades soberbias cuyo esplendor se desvaneció en el tiempo. Por todos estos escenarios transita “La templanza”.La escritora ha vuelto en su tercera novela a forjar un enjambre de tramas, marcos y tiempos. Vibrantes y emocionantes. Con un personaje principal masculino, Mario Larrea, tras las dos femeninas de “El tiempo entre costura y “Misión olvido”. En pocas palabras, “La templanza” guarda una historia de ambiciones.
Esta nueva obra que arranca moderada, que es sobria en sus formas, y que se contiene en cada una de sus motivaciones. La historia está narrada en tercera persona de una manera magistral, una historia muy cuidada, muy bien contada, es eso, el delicado gusto con el que escribe María Dueñas con una prosa exquisita que se convierte en una delicia al leerla. En contraste con lo anterior, el ritmo es demasiado lento en sus dos primeras partes, aunque al final se ameniza la lectura porque la trama se vuelve mucho más interesante.Con un lenguaje brillante y eficaz, colmado de aromas coloniales, aztecas y caribeños, María Dueñas nos traslada a México, a la habana y a Jerez de la frontera en las botas de un indiano que se arruina en la primera página y trata de rehacer su fortuna sin perder nunca su señorío ni abdicar de su dignidad.Por ello, Dueñas crea un personaje que las vicisitudes de la vida le permitirán narrar las vicisitudes sociales, económicas y políticas que el S XIX existía entre los españoles y algunos países de Latinoamérica como México y Cuba.Contiene variedad de escenarios geográficos magistralmente descritos y en los que en ocasiones llegareis a mimetizar con el entorno tan bien reseñado por su autora. Con una dinámica narrativa ágil y con una acción llena de sorpresas, intrigas con personajes que se cruzan de pronto y puertas que se abren donde nadie las espera. Todos estos ingredientes agarran al lector y le hace seguir pasando páginas. A partir de ese momento, la urgencia y el azar se convierten en los motores de la novela de quinientas páginas llenas de aventuras, equívocos e intrigas y en las que, por el camino, surge el amor.
Dinero y pasión, “un cóctel molotov” para la escritora, en un libro protagonizado por un hombre, por primera vez en la trayectoria de Dueñas, ya que en sus anteriores novelas, eran mujeres las que llevaban el hilo conductor. Evidentemente ha sido gustoso meterme en la piel de Mauro Larrea, un hombre potente y solvente y con una mezcla muy atractiva de brutalidad viril y refinamiento, aunque las mujeres que se van a cruzar en su camino le van a trastocar de manera muy distinta.“La templanza” tiene todas y cada una de los ingredientes necesarios para resultar ciertamente atractiva, con unos personajes carismáticos y de fuerte personalidad. Hay un personaje central está presente de la primera escena a la última, un encadenamiento de aventuras y una tensión sexual entre algunos personajes que se mantienen a lo largo de muchas páginas.Una historia donde no habrá bueno ni malos, pero si habrá historias detrás de ellos… y serán estas las que destripen la actitud tomada por cada uno de los personajes, todos ellos muy bien formados y bastantes bien evolucionados. A pesar de que el protagonista principal sea Mauro, alrededor suyo hay varios protagonistas secundarios que serán los que realmente hagan la trama del libro y van a dejar huella.
No es fácil para María Dueñas su tercera novela, tras consagrarse aún más si cabe con la lujosa adaptación televisiva de su ópera prima, y con toda la crítica pendiente, tanto profesional como los bloguers, de esta novela. A la manchega le honra no haber escogido el camino fácil, con lo que deja claro que no será uno de tantos escritores de moda que reducen su trayectoria a escribir una y otra vez el mismo estilo de libro.“La templanza” es una novela que hay que leer, olvidándonos de lo mucho o poco que nos ha gustado las otras novela de la autora. Me da la sensación de que esta mujer está condenada a que comparemos todo lo que escribe con su primer libro y sinceramente creo, que lo único que hace es impedirnos disfrutar al cien por cien de cada nueva historia que publica. Que podrá ser mejor o peor, pero todos tenemos autores a los que somos fieles y no todos sus libros nos han gustado por igual.“La templanza” un excelente folletín, mimetizando la autora su estilo con la ambientación del libro: la riqueza de las descripciones, la psicología con su elevado número de personajes. El tono realista y el retrato de la vida cotidiana de la época le ayudan a crear un mundo novelístico coherente y completo. 

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