El mes pasado, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) anunció oficialmente que recomienda la terapia psicológica como primera línea de tratamiento para el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
El comunicado nace como respuesta a la creciente preocupación científica y social sobre los posibles efectos nocivos generados por los psicofármacos comúnmente recetados para los niños diagnosticados con TDAH.
Estudios previos han demostrado que más del 75% de los niños menores de 6 años están consumiendo psicofármacos destinados a ayudarlos a mejorar su comportamiento. La cifra sólo pertenece a Estados Unidos, pero es una tendencia que hemos visto también en otros países latinoamericanos donde se cree que el TDAH debe ser atendido primero con químicos para regular las interrupciones cerebrales y luego con terapia.
nace como respuesta a la creciente preocupación científica y social sobre los posibles efectos nocivos generados
El problema está en que ellos están consumiendo fármacos que aún no entendemos a cabalidad cómo afectan al cerebro en crecimiento de niños y adolescentes, y cuáles serán sus repercusiones a corto y largo plazo.
Anne Shuchat es la subdirectora de la CDC, ella fue la encargada de dar el anuncio y así lo explicó en una conferencia de prensa:
“Se ha demostrado que (la terapia) es tan efectiva como el medicamento, pero sin los efectos secundarios”. Y agrega, “Aún estamos aprendiendo acerca de los potenciales efectos a largo plazo de los medicamentos para TDAH en niños pequeños. Hasta que no sepamos más, la recomendación es que se remita primero a terapia conductual en menores de 6 años antes de prescribir medicamentos.”
La exageración del modelo neurológico-biológico del TDAH
El componente neurológico-biológico del TDAH se ha exagerado a tal nivel que la mayoría de las personas, en especial padres y maestros, creen que la primera línea de tratamiento debe ser el fármaco para así regular la química del cerebro de los niños y luego, como opción, y si queda tiempo y dinero, la terapia psicológica.
Pero los estudios dicen todo lo contrario. Las investigaciones han demostrado una y otra vez que la terapia es igual o más efectiva a largo plazo que los psicofármacos. El problema está en que la terapia exige más tiempo y recursos que los medicamentos para que sus efectos sean visibles. Algunos niños cambian sus patrones de conductas disruptivas luego de unas pocas semanas de recibir los medicamentos. En cambio, con la terapia puede tomar hasta meses. Sin embargo, los investigadores resaltan que sus efectos son más duraderos.
“Se ha demostrado que (la terapia) es tan efectiva como el medicamento, pero sin los efectos secundarios”
La CDC sostiene que se puede usar medicamentos pero no recomiendan que su uso antes de los 6 años de edad, y que el tratamiento debe consistir en una combinación de terapia y medicación. Otras guías de tratamiento, como por ejemplo la de la Academia Americana de Pediatría, también recomiendan desde el año 2011 que el primer tratamiento sea psicológico.
Las investigaciones han encontrado que los pediatras no están siguiendo las guías de tratamiento. Según una investigación del año 2013 , realizada con 3.000 pediatras estadounidenses, 1 de cada 5 especialistas indica medicación como primera línea de tratamiento en preescolares.
Es cierto que hay casos donde no se tiene acceso a la terapia psicológica y el pediatra debe dar respuesta a las necesidades que presenta la familia. Pero estos casos no explican por sí solos la tendencia que estamos observando.
No es cualquier terapia psicológica
En todo el mundo hay miles de terapias llamadas psicológicas, pero sólo un puñado de ellas cuenta con la evidencia suficiente para ser recomendadas y de ese pequeño puñado se reducen aún más las terapias que son recomendables para el TDAH.
Las guías recomiendan una serie de terapias conductuales que ofrecen entrenamiento a niños, padres y maestros para resolver problemas cuando estos surjan a causa de las conductas características del TDAH, basadas en los principios del aprendizaje de la conducta.
Algunas de las terapias recomendadas para niños hasta los 6 años:
Terapia de Triple P o Positive Parenting Program (Programa de Crianza Positiva).
Terapia de Interacción Padres e Hijos.
Programa de Crianza: “Los años increíbles”.
Terapias recomendadas para niños de 7 a 12 años:
Terapia de Conducta con entrenamiento para padres.
Manejo de conducta en el salón de clases.
Entrenamiento en habilidades de organización.
Tratamientos conductuales combinados.
El anuncio de la CDC reafirma la importancia de las evaluaciones y tratamientos psicológicos y brinda información clara y concisa para padres y maestros. Esperamos que estas recomendaciones puedan ser escuchadas y atendidas con la seriedad que se merecen.
Fuente: The Washington Post