La timidez es uno de esos temas recurrentes por los que los padres preguntan habitualmente en consulta. Y lo hacen preocupados porque observan a sus hijos esconderse tras ellos cuando están en el parque con otros niños, cuando les habla un adulto desconocido, alertados por la escuela o en otras circunstancias. Sea como sea. lo cierto es que la timidez preocupa porque denota una falta de seguridad en uno mismo que dificulta las relaciones sociales. ¿Pero a qué es debida? ¿Es algo genético o aprendido? ¿Qué influencia tenemos los padres sobre este comportamiento y qué podemos hacer para lograr que nuestros hijos la superen? Hoy hablamos de la timidez en la infancia, sus características, sus causas, consecuencias, soluciones y tratamientos.
¿Es lo mismo ser tímido que introvertido?
Sobre esta cuestión, y antes de continuar, creo conveniente diferenciar dos palabras que habitualmente usamos como sinónimas y que generan cierta confusión. Estas no son otras que timidez e introversión. Palabras que parecen ser lo mismo pero que no lo son.
Ciertamente muchas veces hablamos de niños tímidos e introvertidos, cuando ambas cosas son sustancialmente diferentes. Mientras la introvesión es un rasgo de personalidad en la que el individuo es …. La timidez es una dificultad en las relaciones sociales que se vive desde el malestar, la ansiedad o la angustia.
¿De qué hablamos cuando hablamos de timidez en la infancia?
Cuando hablamos de timidez en los niños hablamos de niños con dificultades para relacionarse con sus iguales, con un patrón de conducta caracterizado por la falta de relaciones interpersonales y con conductas de evitación del contacto social o de escape.
Aquí cabe diferenciar entre el niño que no desea el contacto y que realiza un aislamiento como autoprotección negativa de aquel que está siendo aislado por su grupo de iguales, ya sea por rechazo explícito o porque se olvidan de él. En ambos casos la timidez produce el aislamiento, pero en el primero es voluntario y en el segundo no.
El miedo y la ansiedad como substrato de la timidez infantil
Por tanto, la timidez (que no introversión) podría decirse que deriva de una ansiedad social, generalmente, aprendida o derivada de unas pautas parentales inadecuadas que fomentan inseguridad, baja autoestima, pobre autoconcepto e impide el desarrollo de las habilidades sociales imprescindibles para relacionarse con las personas de su entorno. Cierto es también que las personas introvertidas suelen parecer tímidas pero bajo mi punto de vista lo que las diferencia es la vivencia, la emoción subyacente, que en el caso de las personas tímidas es el miedo.
De modo que, coincido con la visión que desde el Portal Psicólogos Chile ofrecen de la timidez cuando definen que la base emocional de este comportamiento es el miedo.
Ciertamente, cuando analizamos las conductas de los niños y niñas con esta problemática encontramos que presentan miedo a:
- los extraños,
- a no gustar a los otros niños,
- a no saber qué decir,
- a que los demás se mofen, rían o burlen de lo que dicen o hacen,
Causas de la timidez
Entre las causas de la timidez en la infancia las podemos encontrar, tal y como he apuntado anteriormente en el tipo de estilos educativos ejercidos por los padres pero también cabe tener en cuenta otros factores predisponentes el temperamento del niño o como problemas bioquímicos que influyen en el procesamiento de la información que el niño recibe de su entorno.
Aunque el origen de la timidez se desconoce aún, sí sabemos que existen factores que influyen en su mantenimiento y consolidación como:
- el exceso de protección;
- el reforzamiento positivo ofreciendo atención cuando el niño se comporta de forma tímida y vergonzosa;
- el castigo de conductas adecuadas de interacción, como por ejemplo cuando un niño muestra excesivo desparpajo se le reprende lo que puede conllevar a una inhibición de sus ganas de participar en próximas ocasiones.
Consecuencias
Observar cierto grado de timidez en la infancia es normal. Los niños aprenden por observación y modelado cómo deben comportarse en las diferentes situaciones sociales. Cada uno de ellos tiene unos ritmos de aprendizaje propios. Hay niños que desarrollan y despliegan rápidamente sus habilidades sociales mientras que otros necesitan su tiempo para adaptarse entornos nuevos.
Sin embargo, cuando la timidez persiste en varios ambientes o contextos, no solo al inicio del curso escolar o cuando nos visita un familiar lejano o un desconocido, entonces debemos observar detalladamente este comportamiento puesto que sus consecuencias pueden agravarse y perdurar más allá de la infancia.
Cuando el niño:
- se aísla en el recreo, permaneciendo sentado alejado de los demás,
- todos los días en lugar de jugar con sus compañeros, merodea por el patio,
- juega solo,
- No quiere salir al recreo y busca excusas,
- Habla muy bajo o no habla (mutismo selectivo)
- Se bloquea cuando se le pregunta en clase o debe salir a la pizarra,
- …
En estas situaciones debemos buscar ayuda profesional que posibilite al niño o niña superar estas dificultades que le impiden desarrollarse plenamente y le causan un gran malestar.
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