Las revueltas en el mundo árabe se escapan de las manos de la diplomacia europea. Es increíble la falta de actitud del supuesto primer mundo. Esta mañana, camino del trabajo y como acostumbro hacer, venía escuchando a @JuanraLucas, que entrevistaba telefónicamente a la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Obviamente yo esperaba una condena al régimen de Gadafi. ¿Condena? Habrá que ver como van transcurriendo los hechos. Es que lo mismo los más de 300 muertos, según algunas ONGs, sobre unos 80 dice el chulazo del hijo del dictador libio, no son suficientes para volverle la cara a los ‘dirigentes’ de este país que está matando a su población.
Al parecer, ya que muy poquitos periodistas están en Libia, la dictadura está bombardeando y tiroteando desde helicópteros a los manifestantes. Pero claro, los rifles y las bombas de andar por casa no son armas de destrucción masiva sino de destrucción moderada de las libertades individuales y todos sabemos que esa destrucción en Europa y EEUU es tolerada y en muchas ocasiones, deseada.
Al parecer (porque a mi me lo han contado, yo no he visto ná) Libia es la novena productora de petróleo de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y exporta un 79% de su oro negro hasta el viejo continente. Claro, no molestemos al perro viejo de Gadafi no vaya a ser que eche a estas pulgas y corte el grifo en caso de que decida no irse porque nosotros quiénes somos para obligar a marcharse a un dictador con las manos manchadas de sangre. Claro, un dictador que comparte, que quede claro. No es uno de esos dictadores egoístas (si hay que recibirlo, se le recibe) de países en los que si hay que intervenir o hacer que la presión pública y mediática se convierta en una caza de brujas.
De nuevo y como en tantas ocasiones podemos ver como el primer mundo es permisivo con tiranos que dan a sus empresas y economías lo que desean. Europa y EEUU son expertos en destrozar continentes y al parecer lo seguirán haciendo. Donde esté el petróleo, el gas, el coltrán o cualquier otro producto deseado por multinacionales se permitirá que se derrame la sangre y se destroce pueblos en nombre del progreso y el capitalismo. Qué pena puede llegar a dar la raza humana.
Ah, por otro lado, y muy cercano a lo que sucede en Libia, tenemos Bahrein. La preocupación de los medios de comunicación, de España en particular y del Mundo en general, es que se ha suspendido el GP del emirato. ¿Qué decir? El ejército disparando y matando en las calles a inocentes que luchan por sus derechos y su libertad y nosotros, desde nuestro altar de niñatos malcriados expectantes de si a finales de mes hay o no hay circo… Lo dicho, de pena.