Después de unas inmerecidas vacaciones y unos días extras sin publicar, es hora de volver a este blog, y qué mejor forma de hacerlo que con la tontería destacada de la semana, la sección donde pasamos revista al mundo del embuste paranormal, la venta de misterios y el negocio de la pseudociencia que, como bien sabemos, son muy redituables aunque con frecuencia bastante nocivos para la salud de sus clientes.
Al inicio de esta semana me topé con algo curioso: la fusión de dos pseudociencias para convertirse en un único y rentable negocio. Aunque por su naturaleza, las pseudociencias suelen ser campos o doctrinas aisladas del resto de cualquier otro campo o forma de conocimiento, no es raro encontrar algún genio que considera rentable la unión de dos o más prácticas pseudocientíficas. De hecho, este fenómeno cultural lo podemos apreciar en prácticamente toda manifestación de la irracionalidad: mezcla de supersticiones locales con aquellas institucionalizadas por una iglesia, o la exportación de creencias, como el fenómeno ovni, combinándose con milagros de tipo religioso, como los estigmas, hasta las creencias new age donde puedes juntarlo todo. Algunos ejemplos de pseudociencias producto de dos o más mezclas de este tipo son el freudomarxismo (psicoanálisis + materialismo histórico), la criptozoología creacionista (búsqueda de animales prehistóricos para demostrar su convivencia con humanos), la astrología jungniana (astrólogos que se creen psicólogos por leer los disparates de Jung), así como las decenas de "consultorios" donde curan con cuarzos, hacen lectura de aura, acupuntura y quiropráctica al mismo tiempo. La coherencia lógica no es necesaria en este tipo de fusiones.
No importa cuán ridícula suene tu nueva pseudoterapia, siempre tendrá un nicho en el mercado de la pseudociencia. Conscientes de esto, un par de españoles avispados crearon su propio negocio: la grafohomeopatía. Sí, ha leído bien, la fusión de la grafología y la homeopatía, faltaba más.
Lo que debería ser un mal chiste, pero no lo es
Lo primero que puede surgir luego de leer sobre la "grafohomeopatía" es una buena carcajada. Soy muy comprensivo con eso, así que tómese su tiempo para dejar de reír y ponernos serios. ¿Listo? Bien. La combinación de la grafología y la homeopatía no son una idea tan nueva. Googleando "homeopathic graphology", por ejemplo, es posible encontrarnos con una conferencia de 2011 de una tal Dra. Jasmine Shah titulada, tal cual, " Graphology and Homeopathy", dictada en el Hahnemann College of Homeopathy London. También nos topamos con una publicación de Ulrich Welte titulada, " Handwriting and Homeopathy" disponible en Narayana Verlag, el sitio web, de acuerdo a su descripción, donde encontraremos "todos los libros en inglés de homeopatía, medicina alternativa y vida sana". Todo muy científico el asunto, pues.
Pero todo parece indicar que los promotores españoles de este mal chiste se han inspirado de manera independiente a sus predecesores en inglés. Eso es por lo menos lo que parece cuando Iñaki Berazaluce se contactó con Eric Capseta, naturópata y acupuntor co-creador de esta pseudoterapia variante española. Capseta le aseguró al periodista que su charlatanería "no es tanto una terapia como una técnica coadyudante" de otras terapias, como la homeopatía.
La grafohomeopatía, de acuerdo al promocional de Capseta y su socio, el homeópata Pau Santaugenia, nos "aclara" que:
"Los quanta que viajan en la radiación electromagnética del cielo y la tierra son modulados por la mente que les otorga significado y vertidos al cuerpo físico para sincronizarlos en registros temporales en tiempo real o diferido.
Los contenidos diferidos o no expresados no siempre permanecen ocultos pudiendo ser rescatados de las dimensiones del papel con técnicas grafológicas pero es la homeopatía la que les otorga un nuevo significante."
Qué significa esto, no lo sé, y tampoco lo saben sus promotores, pues no hace referencia a nada del mundo real. Desde luego, abusar de la mecánica cuántica y apropiarse de sus conceptos es mucho más fácil que elaborar una auténtica terapia basada en los hechos.
Para Iñaki (y para cualquier otro que decida dejar de reírse de esto por un minuto) las dudas son mayores que las "respuestas" que estos curanderos ofrecen:
"¿Cómo hace el diagnóstico la grafohomeopatía?, ¿cuál es su mecanismo de actuación?, ¿qué resultados ha obtenido hasta la fecha? Capseta me lo intenta explicar, pero dada que la calidad del sonido no es muy buena (y el asunto, medicina cuántica y grafohomeopatía, complejo), no consigo entender nada. Tras finalizar la llamada le envié un correo electrónico con las mismas preguntas que le hice por teléfono, pero nunca obtuve respuesta.
Es posible que el mundo no esté aún preparado para la grafohomeopatía. Tal vez en el actual paradigma científico dominante -ese que se empeña en comprobar la realidad- no sea capaz de absorber el enorme impacto de esta futura Arcadia. Puede que Enric Capseta y Pau Santaugenia sean unos visionarios que se hayan adelantado varias décadas a su tiempo y, de ser así, quién sabe si nuestros nietos vigilarán su salud con un chequeo periódico en el grafohomeópata. Alternativamente, puede que solo sean dos charlatanes y el negocio se les acabe en cuanto cualquier incauto busque sus nombres en internet..."
Tal vez una mejor manera de concluir sea el aclarar que no, una pseudociencia más una pseudociencia no te dará como resultado una ciencia auténtica. Ya saben, por eso de que la magia no existe en el mundo real.
Otras noticias dignas de mención
* Luego de un escándalo en el que Elena Álvarez-Buylla, a.k.a. la Dra. Chulel, se metió al pedirle al actual director de Conacyt "toda convocatoria abierta dentro del Conacyt que pudiera afectar y comprometer recursos presupuestales para ejercicio 2019 y subsecuentes y que haya sido emitida después del 31 de julio", han surgido sus defensores asegurando que la Dra. Chulel está siendo acosada por los medios y tergiversada por "enemigos políticos". Con este tipo de "defensas" basadas en la guerra sucia y la desinformación, ¿de verdad alguien espera un futuro prometedor para Conacyt?
* En España la lucha contra las pseudoterapias continúa avanzando. Esta vez supimos de la suspensión pseudocientífico sobre autismo, donde se planeaba promocionar el venenoso MMS como cura para el autismo. No sorprende que uno de los organizadores del peligroso evento sea el estafador profesional Josep Pámies.
* Mientras en España los curanderos comienzan a ver su negocio reducido, en México, la situación es al revés. La semana pasada se llevó a cabo el " Segundo Foro Internacional Integración de las Medicinas Tradicionales, Alternativas y Complementarias en los Sistemas de Salud", realizado en la Cámara de Diputados. O sea, que en México, lo que los charlatanes están buscando es "integrar" sus negocios fraudulentos dentro del sistema de salud del país (!), algo que solo sería un catastrófico retroceso en el avance de la medicina basada en la ciencia, por no hablar ya de un riesgo para la salud pública, legitimando una variedad de pseudoterapias que deberían estar siendo expulsadas de toda institución pública.
* Lamentablemente esta semana falleció el premio Nobel de física Leon Lederman, cuyo trabajo ayudó a la sistematización del Modelo Estándar de Física de Partículas. Lederman fue famoso por acuñar el término "partícula de Dios" al bosón de Higgs gracias a su libro La partícula divina (1994), escrito en coautoría con Dick Teresi. Algo que tal vez deprime a todo aquel interesado en dedicarse a la física o cualquier otra ciencia básica, es la situación de alguien como Lederman, quien tuvo que vender su medalla del Nobel para poder costear su tratamiento médico. Con todo, Lederman fue una inspiración a cientos de físicos y otros científicos deseosos por contribuir a la comprensión del universo.
Lederman también fue un duro crítico de las pseudociencias; yo lo conocí cuando era adolescente a través de un documental sobre abducciones extraterrestres, donde salía como el escéptico que al final echaba por tierra todo lo dicho por los ufólogos en el programa. En alguna ocasión, a modo de tributo a la memoria de Carl Sagan, Lederman expresó:
"No se me ocurre ningún problema importante que influya en la humanidad, en la vida personal, en las comunidades, en la nación y en el planeta, que no esté, de alguna manera profunda, influido por nuestra era científica y que no pueda ser iluminado por una comprensión de la ciencia -la ciencia como forma de pensar, la ciencia como clarificadora de cuestiones."