Representación de Oumuamua en base
a los pocos datos con los que contamos hasta ahora. No,
Oumuamua no tiene por qué lucir así, solo
es una posibilidad.
A inicios de esta semana fuimos testigos del boom de noticias sensacionalistas que volvían a poner a Oumuamua, el misterioso y fascinante objeto que llegó el año pasado a nuestro sistema solar desde otra estrella, en la mira de todos, asegurando que los científicos habían demostrado que este objeto extrasolar es en realidad una nave extraterrestre. Así lo asegura, por ejemplo, el rey del absurdo ufológico Jaime Maussán junto al "periodista científico" (risas, muchas, muchas risas) Rodolfo Garrido. Como suele pasar, estos maestros del fake news y las medias verdades tergiversan las especulaciones científicas. Pero esta vez también la comunidad científica ha sido bastante crítica con el estudio que originó las noticias del momento sobre este objeto. Oumuamua, sea o no una nave extraterrestre, ha logrado maravillar a todos.
El primer viajero que vino de lejos
Desde su descubrimiento a finales de octubre del año pasado, Oumuamua (que significa "llegado el que vino de lejos", en hawaiano) ha despertado la fascinación de todo mundo. Se trata del primero objeto extrasolar confirmado que ha cruzado nuestro "vecindario", y su estudio ha ayudado a comprender cuán común es cruzarse con este tipo de objetos extranjeros mientras el sistema solar orbita alrededor de la galaxia. Desde un principio, no faltaron las especulaciones que hablaban de una nave madre gigantesca acercándose al sistema solar interior. Para algunos, este "ovni" en el espacio se asemeja bastante a la nave que el maestro de la ciencia-ficción, Arthur C. Clarke, describía en Cita con Rama (1973): un extraño objeto que se detecta cuando aún está demasiado lejos para verlo con claridad resulta ser una nave extraterrestre en forma de cilindro muy alargado. Las representaciones artísticas de Oumuamua sin duda recuerdan esta nave imaginaria.
La comunidad astronómica reconoce que Oumuamua es extraño en verdad:
"Por un lado, al principio se asumió que era un cometa, un cuerpo rocoso con mucho hielo incrustado. Pero se acercó lo suficiente al Sol como para convertir el hielo de la superficie en un gas, que debería expulsar el polvo suficiente para reflejar una gran cantidad de luz solar, haciendo que el objeto fuera más brillante. Sin embargo, no se vio tal emisión.
También se volvió más brillante y tenue en un ciclo bastante regular de 7-8 horas, lo que implica que se alarga y se tambalea de extremo a extremo , como un palo arrojado por encima de la cabeza. Ese ciclo implica que debe ser realmente alargado, de 6 a 10 veces más largo que ancho. Eso es muy raro." (Enlace del original).Explica el astrónomo Phil Plait en su blog Bad Astronomy. Plait, de hecho, hace una nota al pie de página sobre este último párrafo para recalcar que "esta elongación es más que para cualquier objeto del sistema solar jamás visto ... pero recuerde, está implícito en las variaciones de brillo. No podemos ver realmente 'Oumuamua como más que un punto. Es importante saber que las variaciones de reflectividad en su superficie pueden amplificar ese cambio de brillo; Iapeto, la luna de Saturno, tiene un hemisferio que es 10 veces más brillante que el otro, lo cual sería suficiente para hacerte pensar que está alargado y caído, como el de Oumuamua, si no lo conociéramos mejor." (Enlace del original).
Así es como también lo describe el físico mexicano y divulgador de la ciencia, Sergio de Régules, autor del libro Cielo sangriento (2016), una obra dedicada a examinar la historia de los impactos célebres de meteoritos con nuestro planeta:
"Un pixel. Éso es lo único tenemos de Oumuamua. No hay fotos que demuestren que es alargado como un puro ni aplastado como un hot cake. Las imágenes que hemos visto son representaciones artísticas de lo que se infiere de los cambios de brillo y el desplazamiento de ese mísero pixel. No son fotos, son interpretaciones con un montón de bemoles: dependen de suponer que Oumuamua es del mismo tipo de roca que la mayoría de los asteroides que conocemos (todos del sistema solar). Si fuera de otro material --por ejemplo, un material más reflejante-- entonces sería más pequeño de lo que se ha supuesto, e incluso podría tener una forma muy distinta. Todo eso sería consistente con los cambios de brillo de ese pixel solitario del que estamos infiriendo tantas cosas."
¿Es Oumuamua una vela espacial?
Algunos de los principales rostros del cinismo ya hacen su agosto con el sensacionalismo detrás de una legítima controversia científica.
Pero la peculiaridad más sobresaliente del "viajero llegado de lejos" es que, a medida que abandonaba el sistema solar se iba acelerando o para ser más exactos, como informa Plait, no desaceleraba justo como se esperaría debido al tirón gravitacional que ejercería el Sol sobre el objeto. "Era como si alguna otra fuerza además de la gravedad estuviera en juego. La idea obvia (para los astrónomos) es que realmente es como un cometa. Cuando el hielo se convierte en gas y se expande, aplica una fuerza al objeto", nos cuenta Plait. Pero como ya se mencionó también, no se detectó la cola típica de un cometa formada por el vapor que expulsan al acercarse demasiado al Sol. Si la aceleración de Oumuamua no fue debido a la expulsión de material desde dentro, ¿qué otra cosa podría causar este extraño fenómeno?
Esta es la pregunta que intenta responder el artículo "Could Solar Radiation Pressure Explain ‘Oumuamua’s Peculiar Acceleration?" próximo a publicarse en la revista Astrophysical Journal Letters, y escrito por el equipo de investigadores del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, Shmuel Bialy y Abraham Loeb; el artículo, del que falta someterse a la revisión por pares, ha sido la fuente de los encabezados amarillistas que tan gustosos afirman que Oumuamua es una nave espacial. Este escrito científico de cinco páginas y cargado de ecuaciones avanzadas, sostiene como tesis principal que la presión de radiación podría ser el "motor" que ha impulsado a Oumuamua en su "visita" por el sistema solar. Si bien, los fotones (partículas elementales de la luz) no poseen masa, pueden ejercer este tipo de presión, la cual puede ser cuantitativamente débil, pero importante cuando se trata del impulso que ganan objetos de poca masa pero de áreas grandes. Este es precisamente el principio para impulsar las velas solares.
Bialy y Loeb, casi al final del artículo, especulan que Oumuamua podría ser una vela espacial (algo por el estilo del proyecto LightSail de la Planetary Society, pero de origen extraterrestre), lanzada por otra civilización; tal vez se trata de una vela o una parte de vale espacial averiada. ¿Pero existen razones para pensar en que tales posibilidades sean factibles en realidad? En primer lugar, para responder esta pregunta, hay que tener en cuenta que Bialy y Loeb solo postulan esto como mera especulación, una por cierto muy improbable. Loeb trabaja en un proyecto de investigación que planea lanzar velas solares a estrellas cercanas, un detalle que astrónomos escépticos, como Phil Plait, resaltan, explicando que es posible que su trabajo de investigación le recuerda más este tipo de explicaciones poco parsimoniosas.
Otro punto importante, es que la tesis de Bialy y Loeb sobre la presión de radiación descansa en un argumento estilo "ausencia de evidencia, ergo, evidencia de ausencia". Así lo explica el astrofísico y autor del blog Eureka en la plataforma Naukas, Daniel Marín:
"Bialy y Loeb inciden en la ausencia de pruebas de la naturaleza cometaria de ‘Oumuamua: nada de coma, ni cola, ni líneas espectrales correspondientes a gases, ni la rotación esperada en el núcleo de un cometa —sobre todo este punto—, ni nada similar. Por lo tanto, concluyen, ‘Oumuamua no es un cometa, así que el único efecto capaz de explicar la desviación de su órbita es la presión de la luz de Sol. Pero de ser así, como ya apuntaba el equipo de Micheli, su densidad sería muy baja. Perfecto, dicen Bialy y Loeb, porque eso concuerda con la hipótesis de que se trata de una vela estelar alienígena, ya que estas naves tienen por definición una densidad bajísima."Aunque Oumuamua ciertamente pareciera encajar, a primera vista, son la descripción de una improbable vela estelar, no hay que olvidar que las apariencias engañan. Un tronco flotando ciertamente podría tener algunos rasgos en común con un bote, pero eso no significa que lo sea. Plait de hecho enumera varios puntos que hacen que el parecido de Oumuamua con las velas solares desaparezca. Primero, está el tamaño de Oumuamua; el cambio de brillo es difícil de explicar en una vela, a menos que esté fuera de control, lo que significaría que no funciona.
Otro punto importante, es que "los autores hacen referencia a un artículo que dice que si se venteara el material, el período de rotación cambiaría, ya que es probable que se le aplique un par de torsión. No se vio tal cambio, así que, siguiendo la lógica, no descargó nada. Pero ese artículo tampoco está revisado por pares. Y si, por ejemplo, la ventilación se realizó en el centro de la masa, la rotación no se vería afectada de todos modos. Eso es ser delicado, pero el punto es que la falta de evidencia no es evidencia de ausencia" (enlace del original). Plait también señala que, gracias a que sabemos cuán brillante y cuán lejos pasó Oumuamua, signfica que sabemos también cuán reflexivo fue, lo que hace posible calcular su tamaño. Si el objeto es 100% reflectante, como lo sería un espejo o una vela solar, tendría aproximadamente 50 metros de ancho, justamente el tamaño estimado para Oumuamua, pero esto también significa un problema, razona Plait (enlace del original):
"¿Por qué construir una vela solar tan pequeña? Cuanto más grande más eficiente, y más rápido iría. Si está tratando de llegar del punto A al punto interestelar B, necesitará velocidad.
Y hablando de, en relación a eso, la velocidad me molesta. 25 kps es rápido, pero no es un viaje interestelar rápido. ¡Eso es realmente importante! El punto central de una vela solar es que tiene una aceleración baja pero acelera durante mucho tiempo y alcanza una velocidad muy alta. Se pueden lograr miles o incluso decenas de miles de kilómetros por segundo, ¡y eso es lo que quieres para viajar entre las estrellas! 25 kps es una nada comparado con eso, y no tiene sentido para una nave. Los autores descartan esto a mano, diciendo que tal vez era un desecho espacial que no funcionaba, y que se tiró como jetsam. Eso me parece una súplica especial , y eso es un no-no en este tipo de argumentos. La velocidad relativamente baja y el pequeño tamaño de 'Oumuamua para un barco son características importantes y no debe ser simplemente descartado."Incluso podríamos cuestionarnos, si se supone fue una nave extraterrestre, ¿por qué no se quedó más tiempo para investigar el sistema al que estaba llegando? Todo parece indicar que la hipótesis de la vela estelar no pasa la prueba de la navaja de Occam. El que no se hayan observado las características típicas de un cometa acercándose al Sol, no necesariamente descarta la posibilidad de que Oumuamua sea un cometa. Lo cierto es que fue muy poco el tiempo que se tuvo para estudiarlo y los datos actuales son muy pobres al respecto, más no suficientes para descartar esta posibilidad antes que abrazar otras más improbables. Así es como Marín razona al respecto, pues "¿Qué es más probable? ¿Que ‘Oumuamua sea un cometa a pesar de que no hayamos podido detectar su coma durante su breve paso por el Sol o que en realidad se trata de una nave interestelar alienígena? Mmmmm, déjame pensar…"
El artículo de Bialy y Loeb, como nos dice Sergio de Régules y contrario a lo que los ufo-locos puedan creer de este tipo de escritos, "es sólo una invitación de la discusión, no es un decreto de verdad absoluta", conclusión en consonancia con la de otros astrónomos, como Phil Plait, mientras recuerda el también curioso caso de la estrella de Tabby:
"En el caso de 'Oumuamua, como con la estrella de Tabby, no veo alienígenas. Estoy viendo el Universo: un vasto y complejo laboratorio con una gran cantidad de materia prima y un montón de espacio para variaciones sutiles que pueden, con el tiempo suficiente, crear algunas cosas bastante extrañas alrededor de los bordes de lo que normalmente se ve."Daniel Marín, por su parte, nos recuerda que el debate está abierto, y como tal, hace falta investigar aún más a este extranjero visitante (enlace del original):
"Lo mejor es que mandemos algún tipo de sonda hacia este intruso interestelar (como el Proyecto Lyra). Paradójicamente, uno de los tipos de sonda que podría emplearse para alcanzar a este cuerpo que se aleja a gran velocidad de nosotros es una nanovela láser similar a las propuestas para el proyecto Breakthrough Starshot. Así que, en el improbable y remoto caso de que ‘Oumuamua sea una nave procedente de otra estrella en plan “Rama” , seríamos testigos de cómo nuestras velas láser interceptan una vela estelar alienígena. Un guion digno de Arthur C. Clarke, sin duda. Y, aunque se trate de un “simple” cometa, sería una oportunidad de oro para analizar en detalle un objeto nacido alrededor otra estrella. Pero debemos darnos prisa, porque cada año que pasa será más difícil alcanzarlo."
Otras noticias dignas de mención
* Esta semana se dio el diálogo en el programa de radio A todo terreno, de MVS Noticias, titulado "El futuro de la ciencia en México", donde participaron los divulgadores Martín Bonfil Olivera, Enrique Gánem, Rolando Isita, Enrique Anzures y el Dr. Raúl Alva. Aunque el diálogo solo es de media hora, los participantes supieron poner las principales cuestiones y preocupaciones sobre el desarrollo científico, el futuro de Conacyt y la visión que tiene el gobierno entrante sobre la ciencia en general.
* El Templo de Satanás demanda a Netflix por el mal uso que le han dado a la imagen del señor de las tinieblas en la serie Sabrina. Porque el policorrectismo y el fanatismo religioso no es exclusivo de los creyentes en el amigo imaginario, los adoradores del enemigo imaginario del amigo imaginario demandan por 150 millones de dólares la mala imagen que han dado de Satanás en esta nueva serie.
* El divulgador español, el Dr. J. M. Mulet escribe el artículo "¿Y si el efecto placebo fuera algo más que un truco de la mente?", para el diario El País, donde nos habla brevemente sobre el fascinante mundo de la investigación científica detrás de uno de los efectos psicológicos más sorprendentes así como más explotados por los charlatanes en favor de sus pócimas mágicas. El efecto placebo podría tener incluso bases genéticas y moleculares, lo que nos habla de algo más profundo aún por comprender.
* Entre las buenas noticias, nos enteramos que en España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha encargado a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) solicitar a los laboratorios que fabriquen productos homeopáticos “las mismas evidencias científicas que al resto de medicamentos”, según informa el portal Redacción Médica. Esto es lo que siempre se ha exigido que se haga con todas las terapias alternativas: si funcionan, pruébenlo con la misma rigurosidad con que se certifican las terapias y fármacos reales. Por alguna extraña razón, sus defensores siempre se escandalizan cuando se les pide esto. ¿Por creen que sea?
* En un más que curioso anuncio, el periodista científico Mauricio-José Schwarz nos recuerda que debemos ver su próximo video en YouTube el lunes 12 de noviembre donde, según él, se va a ocupar de molestar a todos los que pensamos que la filosofía es una profesión legítima. Schwarz explica que este anuncio lo hace para que los que odian (?) su modo de pensar se la pasen mal desde ahorita. No sé si alguien realmente se tome tan en serio sus afirmaciones como para que su fin de semana quede arruinado con esto, pero por lo menos para mí resulta algo más que cómico. Seguramente estaremos comentando el video en los próximos días.