Para disfrutarla redondamente, es necesario leer de antemano las novelas que le preceden: El último deseo, La espada del destino, La sangre de los elfos, Tiempo de odio y Bautismo de fuego.
En la novela anterior, Cirilla de Cintra, protegida de Geralt, se unió a un grupo de jóvenes bandoleros conocidos como Las Ratas. Debido a las molestias que ocasionan sus conductas, se le pone precio sobre su cabeza, y se envía Bonhart, un cazarecompensas tan diestro con la espada como cruel y sádico, para que los liquide.
Yennefer de Vengerberg realiza un experimento increíblemente arriesgado para localizar a Ciri, lo cual pone en riesgo su vida.
Sin estar al tanto de esto, Geralt y sus acompañantes, el bardo Jaskier, la semielfa Maria "Milva" Barring, el desertor nilfgaardiano Cair aep Ceallach, y el extraño ermitaño Emiel Regis Rohellec Terzief-Godefroy se dirigen a contactar a los druidas, pues creen que son los únicos capaces de dar con el paradero de la heredera de Cintra.
En esta novela el papel de Geralt pasa a un plano secundario, y las motivaciones y aventuras de Cirilla de Cintra toman mayor relevancia, mientras la historia se enfila hacia su culminación. Si es aún posible, se pudiera decir que la historia se vuelve mas sombría, amarga y nihilista. Descubrimos el verdadero papel de Geralt dentro de las confrontaciones por el poder del reino. Y al lector, como a Geralt le embarga un profundo sentimiento de desesperanza. Si el lector ha llegado a este sexto libro de la saga, entonces conoce el estilo de Sapkowski, es un placer malsano y muy entretenido ver padecer a los protagonistas de las maneras mas indignantes. Vale la pena sobre todo para ver como termina la saga, pero es necesario leer los libros precedentes.
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