Revista Televisión
Lo que ha sucedido al final de la tercera temporada de 'Blindspot' puede ser considerado como la mayor tomadura de pelo o como un auténtico giro maestro (mi opinión). Imagino que todo depende de si los guionistas tenían pensada la historia de esta manera desde el principio o de si han ido improvisando hasta dejar al espectador con la boca abierta. De cualquiera de las maneras, el drama de la NBC regresará el próximo otoño y seguirá emitiéndose la noche de los viernes, donde esta temporada, aunque ha marcado sus peores datos, ha resistido (0.61 de media en demos con más de 3'2 millones de espectadores).
La tercera temporada de 'Blindspot' ha sido como una luna de miel. Y no porque hayamos seguido a Kurt y Jane por el globo después de su boda, no. Sino porque Roman (qué guapo Luke Mitchell) no ha parado quieto ni un momento y ha estado viajando por los cinco continentes (visita a Barcelona incluida con aparición de Miquel Fernández). La temporada comenzó con el descubrimiento de los nuevos tatuajes de Jane, la presentación de Megan (novia de Reade) y con la incorporación de Rich al equipo. Aunque la mayor bomba fue descubrir que Jane tenía una hija de 18 años a la que se vio obligada a dar en adopción. Además se nos presentaron dos enigmas: uno en torno al tatuaje de la libélula y que concernía al FBI, y otro relativo a Kurt y a lo que pasó en Berlín, algo que Roman estaba dispuesto a divulgar si no le ayudaba con los tatuajes.
Pero la trama central de la temporada empezó cuando Roman se convirtió en Tom Jakeman, dando comienzo a su plan. Y su primer paso fue desenmascarar a Hirst (Mary Stuart Masterson), jefa de la oficina del FBI en Nueva York y de la que el equipo descubrió que era corrupta. Por aquel entonces ya conocíamos a Blake (Tori Anderson), el mejor fichaje que ha podido hacer la serie. Blake parecía al principio el simple interés amoroso de Roman/Jake en forma de pieza clave para su plan (trabajar para su padre y así derrotarle desde dentro) pero no tardó nada en demostrar ser mucho más que eso. Su visita a Barcelona ("Es 'pollo' con una 'o'. Debes tener cuidado con las vocales") coincidió con la confesión de Kurt a Jane: lo sucedido en Berlín fue que mató a su hija. Aunque nada de esto era verdad, pues Avery (Kristina Reyes), la hija de Jane, estaba viva, pero fingir su muerte formaba parte del plan de Roman.
"Crawford es el objetivo" ha sido el lema que Roman ha repetido por activa y por pasiva al FBI mientras se iba haciendo cada vez más cercano al propio Crawford (David Morse). Así fue cómo descubrimos el plan de Crawford: hacer un mundo sin fronteras para construir un ejército global sin depender de ningún amo, sólo de la paz. Pero todo cambió cuando Roman, en un alarde de debilidad, y al ver que Jane había encontrado una nueva familia, decidió traicionar al FBI cuando estaba a punto de detener a Crawford. "Ahora eres familia. Nunca estarás solo de nuevo". Sí, Roman demostró tener sentimientos y haberse enamorado realmente de Blake (¿quién no lo haría?). Poco depsués, y al darse cuenta de que no tenía otra salida, Tom/Roman le confesó a Crawford el por qué de su plan, y es que él construyó el orfanato en el que Roman y Jane estuvieron de pequeños, donde comenzó "el dolor y la violencia", y siendo consciente de todo lo que ocurría allí. "Este orfanato estaba destinado a ser la semilla que se convirtiera en el árbol que oscurecería al mundo entero". ¿Iban a formar parte todos esos niños del "ejército global sin amo"?
Crawford se confiesa ("Eres lo mejor que he hecho en mi vida. Estoy tan orgulloso de ti, hijo. Sé que tu amor por Blake es real. Encuéntrala. Cuéntaselo todo. Terminad lo que empecé, juntos") pero no evita su muerte, a manos de Jane, cuando Roman ha decidido dejarle atrás. Blake se reúne con Tom y le dispara: "Ya lo sé todo, Roman". Hay que recordar que cuando Roman imaginó cómo se tomaría Blake la verdad, el resultado fue una puñalada, así que muy mal encaminado no iba. Lo fuerte en este giro es que descubrimos que la persona que ha puesto al día a Blake no es otra que Zapata, que parece ser que ahora que ha sido despedida de la CIA se ha desmelenado: "Así es cómo recuperaremos el poder. Así es cómo cambiaremos el mundo". Palabras muy similares a las que Kira (Gloria Reuben), la abogada de los Crawford, le dijo a Tom cuando sus planes empezaron a torcerse. ¿También está implicada? ¿Robó entonces Zapata el móvil de Crawford y no lo entregó a la CIA?
Antes de morir y de despedirse de su hermana ("Tengo miedo, Remi"), Roman hace una llamada. "Mantuve mi parte del trato. Ahora es tu turno". ¿Es el mismo interlocutor al que le contaba sus problemas de salud? ¿Quién es? Pero el plot twist de la temporada llega de la mano de Jane, que despierta en el hospital y hace una llamada: "Hobbes, soy yo, Remi. Por lo que puedo decir, todavía estoy encubierta en el FBI, pero no puedo recordar nada". Antes de presenciar esa llamada ya habíamos descubierto que Jane comparte con Roman sus problemas de salud, provocados por envenenamiento por ZIP, la droga que usaron para borrar su memoria. "Sandstorm inundó su cuerpo con ella antes de enviárnosla". ¿Pero no le hicieron tantas pruebas médicas en el pasado? ¿Fueron incapaces de detectarlo? Jane, de nuevo Remi, es mala. Y nos queda claro gracias al flashback que comparte con Shepherd: "Me infiltraré en sus filas, que confíen en mí y luego los desgarraré por dentro". ¿Era consciente de todo ello Roman y por eso estaba buscando una cura? ¿Conseguirán dar con ella antes de que el proceso sea irreversible?
Esta temporada también hemos vivido la no boda entre Megan y Reade (que termina liándose con Zapata), un capítulo muy especial con Patterson como protagonista y en el que vivía una y otra vez el mismo día (y que trajo de vuelta a David) y el regreso de Nas (Archie Panjabi), que ayudó al FBI a saber más de Crawford y a descubrir que Avery fue dada en adopción simplemente para que Shepherd tuviese más control sobre Jane. Además Tasha confesó el significado del tatuaje de la libélula: Borden estaba vivo y ella era su contacto. Por supuesto, a Patterson no le sentó nada bien y estuvieron un par de capítulos manteniendo las conversaciones justas por su trabajo hasta que se reconciliaron.
'Blindspot' regresará en otoño con una misión muy clara: recuperar los USB con lo que, además de completar la búsqueda del tesoro (resolver todos los tatuajes), podrán descubrir la cura que ayude a Jane. ¿Quién tiene esos otros USB? ¿La persona con la que Roman hablaba por teléfono? ¿Sabía Roman que él no se salvaría e hizo todo lo que hizo por curar a su hermana? ¿Sobrevivirá Kurt?