Aunque el tema pueda sugerir una inagotable cantidad de bromas y chalanerías varias es cosa seria lo que está pasando con los pepinos. Han muerto ya 14 personas y Alemania ante tal tesitura ha decidido joder a la huerta andaluza. Hasta unas pérdidas de 200 millones de euros semanales estiman los productores del sur de España con el ‘boicot’ (involuntario o no…) que los teutones han provocado hacia sus productos.
La situación puede crear un conflicto diplomático entre ambos países, si es que ya no está creado, porque desde Alemania se ha lanzado el burdo rumor de que la infección proviene del origen, sin tener pruebas, ya que también ha podido suceder en el transporte o la manipulación. Pero vamos, el daño está más que hecho ya que seis países han prohibido cautelarmente la importación de ciertas hortalizas de toda la comunidad autónoma de Andalucía, ni siquiera de las producciones de las que provienen dichos productos. Tal es el daño causado que ayer la consejera andaluza de Pesca y Agricultura, Clara Aguilera, se comió un pepino con cáscara. Vamos, algo así como lo de Fraga en Palomares…
El tema se discutirá hoy en Hungría donde los ministros de Agricultura de los 27 se reunirán y seguro que el tema estrella será el de la crisis de los pepinos. Rosa Aguilar va a pedir explicaciones a su homóloga alemana delante del resto de compañeros y pedirán pruebas que demuestren todas las ‘acusaciones’ que existen sobre los productos españoles. Vamos a ver por dónde salen los ‘tiros’…
De nuevo otra vez más se demuestra que la Unión Europea tiene poco de unión y que aquí eso del mercado interior y la libre circulación de mercancías es igual que lo de las personas y el Schengen. Vamos, que a la primera de cambio, cuando a algunos de los peces gordos de la UE se rebrinca, pues van y se la pasan por el forro de los cojones. Al final uno se acaba dando cuenta de que a todos el tema les importa, pues eso, un pepino.
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