Revista Cultura y Ocio

La última confidencia del escritor hugo mendoza

Publicado el 11 julio 2015 por Aleon @Aleonpizarro
de Joaquín Camps.
LA ÚLTIMA CONFIDENCIA DEL ESCRITOR HUGO MENDOZA
Título: La última confidencia del escritor Hugo MendozaAutor: Joaquín CampsEditorial: Planeta, 2015.Páginas: 800.
Resumen Oficial.
El atractivo profesor de literatura Víctor Vega decide aceptar la insólita propuesta que le hace la viuda del escritor Hugo Mendoza: investigar si, a pesar de que su muerte fue rigurosamente certificada, su marido sigue vivo y averiguar quién envía, cada tres de diciembre, un nuevo manuscrito del escritor fallecido. 
LA ÚLTIMA CONFIDENCIA DEL ESCRITOR HUGO MENDOZACon sus pesquisas Víctor desvelará misterios que pondrán en peligro su vida, pero lo hará acompañado de una bella y enigmática mujer de la que se enamorará irremediablemente. 
Paloma, una histriónica experta en matemáticas, y Santa Tecla, monja de clausura que además es un genio informático, también arroparán a Víctor en esta trepidante novela plagada de enigmas. 
Joaquín Camps logra con maestría una trama entreverada de misterio, de denuncia, de amor. Y de su implacable pareja de baile: el desamor. Sus personajes, de lo más variopintos, tienen una fuerza desgarradora, que obliga al lector a mirar hacia la trastienda interior que todos llevamos dentro.
Impresión personal.
Hay algunos libros que, por mucho que una se proponga ser coherente y tirar de su lista de pendientes, te hacen sentir que si no te haces con ellos y los lees de inmediato, te estás perdiendo algo realmente bueno. Es como quedarse fuera de algo que todo el mundo comenta y hasta llegas a sentir cierta "exclusión" en la blogosfera si no tienes comentario alguno que hacer sobre el mismo. Algo parecido me ocurrió con este libro. De repente, irrumpió con fuerza y contundencia, tanto la novela como su autor y entre reseña y reseña, fue difícil hacerse la "dura" y esperar un tiempo para darle una oportunidad.
LA ÚLTIMA CONFIDENCIA DEL ESCRITOR HUGO MENDOZALa verdad es que, quitando el volumen y el peso del libro, lo he disfrutado de principio a fin y tengo que reconocer que, aún siendo un thriller, he tenido momentos de reírme (sí, reírme) a carcajadas y eso que yo soy de las difíciles en esto de reírme con los libros; y también he tenido momentos de mucha reflexión porque esta novela en sus ochocientas páginas, que se te hacen cortas, tiene espacio para todo tipo  de estados de ánimo y de pensamientos. Es un thriller, un thriller trepidante y adictivo donde no paran de suceder cosas, algunas cogidas con pinzas, pero también un libro que reflexiona sobre el mundo literario desde el papel de los escritores, los lectores y las editoriales.
La trama en sí me ha tenido en vilo. Creo que resulta muy original y que está bien desarrollada y conseguida. Lo cierto es que, como ya sabéis, lo mio no es la investigación y ninguna de mis teorías resultó ser después la que en realidad era la verdadera, así que me vi sorprendida por un desenlace que no esperaba. Desde mi punto de vista, conseguir que en ochocientas páginas un escritor consiga tenerme alerta y con ganas de averiguar un desenlace determinado y que encima me sorprenda con él, tiene un mérito indescriptible. Además la propia estructura de la novela en capítulos relativamente cortos que van saltando de unos personajes a otros me ha parecido muy acertado y hace que el ritmo sea aún mayor y te cueste trabajo abandonar la lectura.
Junto a la trama, evidentemente, hay todo un elenco de personajes perfectamente diferenciados y muy variopintos de tal modo que cuando empieza un capítulo puedes intuir qué te puede deparar. Hay dos personajes que destacan para mi gusto en la novela. Uno  presente, Víctor Vega, y otro ausente, Hugo Mendoza. Respecto a Victor Vega he tenido con él una relación amor-odio que ha ido dependiendo de la situación en que se encontraba. Para ser un profesor de literatura, que suelen ser bastante reflexivos e incluso, muchas veces, aburridos, Víctor rompe todos los esquemas y va de follón en follón por temas de faldas; hace de investigador privado en la novela; de ex-marido y padre responsable; y lo que menos me ha cuadrado, de héroe tipo Burt Lancaster que se enfrenta a situaciones peligrosas de las que sale por una acumulación de suerte en los momentos oportunos y de unas habilidades físicas que no he sido capaz de identificar en toda la novela. Algunas situaciones por las que atraviesa el personaje están para mi gusto demasiado forzadas; son quizás demasiado "peliculeras" y me han encajado mal con el profesor de literatura, aunque este tipo de licencias del autor no me ha impedido disfrutar de cada una de estas situaciones precisamente porque están descritas de forma muy gráfica.
LA ÚLTIMA CONFIDENCIA DEL ESCRITOR HUGO MENDOZAPor otro lado, destaca Hugo Mendoza, el escritor ausente, el escritor buscado y sobre el que se teje la duda de si está vivo o muerto. Un escritor de éxito con cada obra que ve la luz, feliz con las pequeñas cosas y oscuro con los misterios de su pasado, un pasado duro, impensable e injusto. El misterio de su vida y el misterio de su muerte impregna toda una serie de acontecimientos ocurridos en una época donde la justicia estaba en poder de las personas más corruptas de este país.
Junto a ellos, encontramos a la exagerada Paloma, exagerada en todo y difícil de encontrar en la vida real. Pero la verdad es que me da igual; a pesar de lo increíble del personaje, me lo he pasado genial con ella. Divertida, ocurrente, inteligente, mordaz y, sobre todo, leal amiga de Víctor y de Santa Tecla, otro de los personajes curiosos de la novela, que en la vida real no creo que exista. Dos personajes peculiares que ponen la nota de humor en la historia pero que realmente son las dos personas en las que Víctor puede confiar al cien por cien.
El resto de personajes juegan perfectamente su papel en una trama sumamente compleja. Un entramado de relaciones, ámbitos diferenciados en los que te resulta difícil vislumbrar las relaciones que se entretejen entre unos personajes y otros, unos ámbitos y otros. La verdad es que para ser su primera novela, el autor se ha lucido y tengo ganas de ver que nos depara el futuro respecto de su obra.
En conclusión, La última confidencia del escritor Hugo Mendoza tiene todos los ingredientes para que guste a un amplio elenco de lectores, a pesar de sus ochocientas páginas: intriga, un misterio colosal y difícil de desenredar, romance, unos personajes contundentes, literatura de por medio y un lenguaje y ritmo tan ágil que se lee casi del tirón. Totalmente recomendable.

Volver a la Portada de Logo Paperblog