Revista Deportes

La última estocada

Publicado el 03 abril 2010 por Marianofusco

simeone

La derrota de San Lorenzo ante Gimnasia La Plata por 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro probablemente sea el fin de un ciclo que hace rato finalizó pero que, por orgullo propio de Diego Simeone, mantiene al Cholo en el banco de suplentes. El DT no da el paso al costado y la dirigencia tampoco lo despide porque significaría un alto costo para las arcas del club.

La carrera de Simeone está llena de vaivenes: fue campeón en Estudiantes ganando la final ante Boca tras una remontada enorme en las últimas fechas y luego se fue puteado por los hinchas y criticado por el máximo ídolo del club (también lo cuestionó Pablo Álvarez), logró campeonar con River pero protagonizó el recordado papelón frente a San Lorenzo en la Libertadores y al otro torneo fue colista del fútbol argentino en el que, para colmo, Boca se consagró campeón.

Llegó a San Lorenzo a mediados de mayo, renovando las ilusiones de un club que buscaba volver a ganar un campeonato tras lo conseguido bajo la conducción de Ramón Díaz. Sin embargo nunca le encontró la vuelta al equipo ni a los jugadores y, un año más tarde, su distanciamiento del Ciclón es inminente.

En su época en River analizamos su pésima gestión dentro del club Millonario y comentabamos que sus planteos tácticos eran inentendibles. Hoy, un par de años más tarde nos hacemos las mismas preguntas: ¿Qué buscás Simeone? ¿Querés reinventar el fútbol? ¿O acaso que pretendes con tanto pizarrón, con tanto cambio frenético e histérico de futbolistas?

Simeone cambió una y otra vez a los jugadores y a los sistemas tácticos entre fecha y fecha. Es verdad que nada ni nadie le dio resultados pero no solo es culpa de los jugadores, sino también de un técnico que se dedica más a gesticular y gritar durante los partidos que en armar un planteo inteligente y dinámico. Este sábado, ante Gimnasia, San Lorenzo fue un equipo sin ideas, a pesar de que en algún momento podría haber igualado el partido.

Para los hinchas y dirigentes cuervos el ciclo ya está muerto. Sin embargo Simeone no se quiere firmar el acta de defunción definitiva. ¿Cuántos insultos más soportará Simeone? ¿Tiene algún sentido semejante obstinación del Cholo?


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